El sector automotriz espera cerrar el 2024 con ventas similares a las de 2023

La financiación y la disponibilidad de más modelos favoreció el repunte. En la convención regional de Acara se analizaron los desafíos del sector hacia adelante.

El sector automotriz espera cerrar el 2024 con ventas similares a las de 2023
El segundo semestre trajo un repunte en las ventas de cero kilómetro y cambió el panorama para el sector en 2024. Foto: Los Andes

En el mes de julio, planteó Sebastián Beato, presidente de Acara (Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina), el sector tuvo un “veranito”, con números de patentamientos que no se habían alcanzado en este año. En agosto, la tendencia a un incremento de ventas se ha sostenido, lo que permite pensar que se llegará a las 370 mil unidades vendidas en 2024, lejos de las perspectivas de alcanzar apenas 270 mil que había en febrero.

Aún más, se confiesa optimista y cree que se puede llegar a las 400 mil, lo que permitiría cerrar el año no tan lejos de 2023, cuando se vendieron 440 mil unidades en todo el país. Sin embargo, reconoce que, para que “gire el motor” de la industria, el número debería superar las 550 mil.

Acara realizó su Convención Regional Cuyo ayer, en el Hotel Hilton, en torno al lema “Nueva economía, nuevos negocios”. El encuentro, del que participaron concesionarios de Mendoza, San Juan y San Luis, tuvo un bloque institucional y once talleres de trabajo, que abordaron diferentes temáticas, como el futuro del mercado, digitalización, motovehículos y maquinaria agrícola, entre otros.

Sobre los motivos del repunte, Beato señaló que apareció la financiación con tasas accesibles y recordó que 2023 terminó con unas de 120% a 130% anual, mientras ahora se ubican en torno al 27% a 32%. Esto favorece el consumo. Por otra parte, las terminales empezaron a traer autos importados, lo que amplió el abanico de opciones para los clientes (el año pasado había marcas que prácticamente tenían un solo modelo nacional).

Carlos Martín, presidente de la Regional Mendoza de Acara, resaltó que las ventas han crecido más en la provincia que en el promedio nacional. Precisó que, con ese repunte, se proyectan unos 13.800 autos vendidos en 2024, lo que implica un 10% de caída con respecto a los 15.300 que se patentaron en 2023, pero representa una mejora de las estimaciones que se manejaban a principios de año.

Sobre los motivos de que la recuperación haya sido más importante en Mendoza, mencionó que el turismo es un sector que tracciona (y no tanto en otras provincias); que hay gremios que tienen un peso significativo y que permiten que, con la suba de los salarios, la relación cuota-ingreso sea más favorable; y que algunas empresas están renovando sus flotas de vehículos.

Añadió que también han influido el contar con financiación más accesible y productos nuevos. “Las cuotas del plan de ahorro son cada vez más fáciles de pagar, así que creemos que vamos a cerrar un buen año y tenemos muy buenas perspectivas para el que viene”, sostuvo Martín.

Foto: Los Andes
Foto: Los Andes

Federico Ostropolsky, de Sur France, explicó que, después de la devaluación de diciembre, el precio de los autos subió considerablemente y las tasas, que influyen mucho en las ventas de autos, eran elevadas. Por eso abril y mayo fueron meses muy duros para la industria. Pero en junio y julio la situación fue mejorando, de la mano del acomodamiento de los precios (y la caída de la rentabilidad de las concesionarias).

Sumó que las perspectivas de las terminales apuntan a llegar a un volumen similar al del año pasado, pero subrayó que se podría estar en torno a las 380 mil unidades, cuando en el pasado se estuvo cerca de las 900 mil y, para sostener la estructura de concesionarias y empleados, debería rondar las 700 mil. Planteó que, para alcanzar esa cifra, se necesita mayor apertura de la economía, competencia y competitividad, pero que, sobre todo, las tasas accesibles siempre traccionan.

Perspectivas

Además de analizar la situación actual, el encuentro tuvo como objetivo proyectarse hacia el futuro. Entre otros temas, se habló sobre digitalización; sobre la importancia de dejar de pensarse como vendedores de autos para entenderse como prestadores de un servicio a un cliente que ya no busca un auto, sino movilidad; y sobre los desafíos de las concesionarias, que suelen ser empresas familiares, frente al recambio generacional.

También se charló sobre los cambios que se anticipan en el negocio. Beato indicó que a principios de 2024 el panorama era preocupante: sobraban autos, concesionarios y empleados ante la caída en las ventas. Hoy, en cambio, se observa una recuperación que se reforzaría con la apertura de las importaciones y el ingreso de autos chinos, que aún no han llegado al país. Pero advirtió que, cuando la importación crezca, el sector deberá decidir si se traen vehículos del exterior o se sostiene la industria nacional, que es generadora de empleo.

El presidente de Acara, Sebastián Beato, y el gobernador Alfredo Cornejo, en la convención regional Cuyo. Foto: Gentileza
El presidente de Acara, Sebastián Beato, y el gobernador Alfredo Cornejo, en la convención regional Cuyo. Foto: Gentileza

El titular de Acara planteó que el primer auto, que es el que más se vende, fue el segmento que registró una mayor caída en porcentaje, mientras que la gama media se sostuvo un poco más. El desafío hacia adelante es vender el vehículo premium y volver a crecer en la primera unidad, que depende de la disponibilidad de autos -que se está recuperando- y del acceso a financiamiento, que hoy ya está.

Asimismo, mencionó la electromovilidad como una tendencia que, si bien tiene un avance lento en Argentina, llegará y habrá que discutir si lo mejor es que en un sea híbrido o directamente eléctrico, pero que exigirá una adaptación para responder a la demanda de esos nuevos clientes, con unidades, paneles solares y cargadores.

Escenario político-económico

La convención tuvo un bloque institucional del que participaron, además de las autoridades de Acara, el economista Dante Sica, el gobernador Alfredo Cornejo y el diputado español Carlos Rojas, quien habló sobre el impacto de la geopolítica en la economía.

Sica, por su parte, analizó el escenario político y económico y cómo influye en la industria automotriz. Comentó que se viene de un mercado cerrado, donde el cliente compraba lo que había disponible, mientras ahora, con las terminales pagando sus deudas con el exterior, sin restricciones para importar y con mejor financiamiento, se verá “una vidriera más completa”.

Eso, en cuanto a la demanda del mercado. Sobre la producción, señaló que Argentina, en los últimos cinco años, ha perdido las inversiones globales en la región, que se concentraron en Brasil. Esto hace que haya muy poca renovación de modelos en el país y no se desarrollen nuevas herramientas y autopartistas.

Sica avizoró un proceso fuerte de crecimiento de la economía en 2025 -se pasaría del -3,3% de variación del PBI en 2024 a un +4,5% el año próximo-, pero que no estaría tan vinculado con el consumo (mercado interno), como con el sector externo y la inversión. En esta línea, lamentó que el sector automotriz no haya sido incluido en el RIGI, pero resaltó que esta industria no debería quedar fuera de la mira de las inversiones de las grandes marcas en la región. También, que el salto se va a enfocar en los bienes durables y, en particular, en los autos chinos y de tamaño pequeño.

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