En junio, la variación mensual del precio del vino (IPV) marcó un aumento del 11,2% mensual, es decir casi duplicó la inflación en el mismo período, que fue del 6%, según una medición del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
La medición corresponde al informe Vinodata que realiza ese Instituto con una muestra de 4.577 etiquetas de todas las gamas de precios del mercado. La performance de los precios al consumidor se enmarca, además, en una situación crítica para las exportaciones del sector que registraron una caída superior al 30% en el primer semestre del año debido al dólar oficial y a la trabas para importar. También incidió el aumento en el precio de la uva debido a la baja cosecha como producto de la sequía.
Los precios minoristas de los vinos registraron, así, subas superiores a la inflación por tercer mes consecutivo y también la variación de junio representa una leve aceleración respecto del aumento del mes de mayo (10,4%) .
Según este relevamiento que observa la cantidad de etiquetas que suben precio y la magnitud de esos aumentos, en marzo (cuando el IPV registró una suba de 1,8%) el 28% de las botellas de la muestra tuvieron aumentos de precios (promedio 10,8%). En tanto, en abril (con una suba del IPV de 21,1%) hubo remarcaciones en el 82% de las etiquetas, con aumentos de precios promedio de 23,4%.
" Si se proyecta el incremento de precios acumulado entre octubre y junio (8,7% promedio mensual) el IPV registraría un aumento anualizado del 173% para el período octubre de 2022/septiembre de 2023″, consignó el estudio. Sin embargo, es posible que haya patrones estacionales en las estrategias de remarcación, advierte el informe. Por eso, “es necesario esperar las futuras estimaciones mensuales del IPV para contar con un panorama más claro respecto de su nivel de variación anual”, estimó.
En el mes de junio, como había ocurrido en mayo, los mayores aumentos se dieron en las botellas de las gamas de precios más bajas. Así, aquellas etiquetas con precios menores a $ 1041 registraron un aumento promedio de 14%, seguidas de las que están en la gama de 1041 a $1784 (12,4%), mientras que en todos los restantes casos los incrementos fueron menores al 10%.
Si se proyectan los incrementos por gama de precios (extrapolando las cifras acumuladas de octubre de 2022 a junio de 2023) se observa que los vinos ubicados en las gamas más bajas registrarían aumentos anualizados en torno al 175%, mientras que para las etiquetas ubicadas en la franja de precios más cara (superior a los $ 7433) el aumento sería algo menor al 160%.
En cuanto a variedades de uvas, según el sondeo, las tintas, blancas y rosadas tuvieron aumentos mayores al 10%, mientras que los dulces y espumantes subieron en torno del 3% y 1% respectivamente.
En la variación proyectada para el período octubre 2022/septiembre 2023 los vinos blancos registrarían un incremento del 191%, mientras que los dulces y espumantes solo subirían 91 y 120% respectivamente.
Al analizar los precios según las provincias, el estudio detectó que hay una gran dispersión en el comportamiento del indice durante el mes de junio: desde aumentos promedio de 17% para los vinos neuquinos y de 21% para los de San Juan, hasta subas menores al 1% para las etiquetas de Río Negro (que eran las que más habían subido en mayo). En la proyección anual también hay gran heterogeneidad, con las botellas de San Juan y Neuquén aumentando en torno a 210 y 190% respectivamente, y las de Salta apenas 132%.
En el mes de junio, el precio de una botella representativa de vino argentino en el mercado local fue de aproximadamente $1500.En este caso, considerando un promedio de precios ponderado por el peso de cada vino en una canasta de consumo representativa.
El precio promedio simple de las etiquetas relevadas superó los $7350, mientras que el precio de una botella típica -es decir, la mediana de los precios de las etiquetas relevadas, alcanzó $4290.
En cuanto a la situación de las exportaciones, las bodegas vienen advirtiendo sobre la caída de los envíos. En el primer semestre de 2023, cayeron un 26,8% en vinos fraccionados y un 44,5% en vinos a granel, representando una disminución del 31,7% en el volumen total de vinos enviados fuera del país. En términos de facturación, estas cifras implican una disminución del 20% para los vinos fraccionados, del 32,3% para los vinos a granel y del 21% para el total de las exportaciones de vinos.