La nieve es un gran atractivo aquí. A poco de terminar el mes de noviembre, los enormes paredones de piedra que están orientados al Sur -como el del cerro la Aguja- aún conservan su cara blanca. A 3.700 metros sobre el nivel del mar, los valles de cordillera, ubicados entre las localidades de Tunuyán y San Gabriel, en Chile, se destacan como un polo de relevancia para la expansión económica de Mendoza.
A pie, el suelo arenoso emite un sonido similar al de caminar sobre un colchón de hojas secas; un matiz que transita por debajo de la melodía que ejecuta el viento encajonado en Manantiales. En el paisaje, en la boca del terreno en donde nacen arroyos cristalinos, a media mañana desde una camioneta Land Rover azul bajan sus tablas de esquí los hermanos Luciano y Lautaro Ramonda, y su primo Luciano Vitaliti.
La pequeña columna de instructores formados en Aspen, Andorra y Las Leñas, es parte del grupo de siete personas que caminan en el Portillo de Piuquenes, un área de 314.600 hectáreas, a solo 135 kilómetros de la Ciudad de Mendoza.
En paralelo al grupo de esquiadores que comienzan su marcha por la nieve, por un camino de piedra -junto a Los Andes- avanzan Marcelo Domesi, de la Asociación cultural sanmartiniana del Valle de Uco, Rubén Romero, del Club Andino de Tunuyán, y Danio Ramonda, guía de montaña, referente de turismo y vicepresidente de la Cámara de Comercio, Industria, Agricultura y Turismo de Tunuyán (CIAT).
“La conexión del Valle de Manantiales con el Paso Piuquenes fortalecería el circuito turístico del Valle de Uco, por su importancia, ofreciendo a los visitantes una experiencia más integral que combina la naturaleza, la historia y la aventura”, comenta Danio Ramonda al inicio de la marcha.
Con una mirada de futuro
Desde el Manzano Histórico al refugio Portinari (sede de Gendarmería), hay una distancia de 14 kilómetros. Es la puerta hacia un después en la cordillera, uno que facilita el tránsito entre Argentina y Chile y otro que simplifica la logística para actividades recreativas en la zona.
Durante el trekking, Rubén Romero destaca los esfuerzos por retomar los cruces a Chile por el Paso Piuquenes, “una tradición que fue interrumpida durante la pandemia”.
El montañista cuenta que estas travesías, que se realizaron por más de 30 años, no solo reviven la historia sanmartiniana, sino que “también impulsan el emprendedurismo. Porque han surgido empresas turísticas locales para ofrecer servicios de cruce de los Andes, generando oportunidades económicas en la región”.
Señala que avanzar con un buen acceso, “potenciaría a esos prestadores para brindar un mayor servicio y seguridad, además diversificar la oferta para los huéspedes que nos visitan para hacer esta travesía”.
Tras las huellas del general
”La puesta en valor de los pasos sanmartinianos no solo potenciaría el turismo cultural, sino que también contribuiría al desarrollo económico de la región”, comenta el ex oficial de ejercito Marcelo Domesi. En un momento de la caminata, con los pies luchando entre la arena, piedras y nieve, uno puede imaginar lo que vivió la columna libertadora de 55 hombres que lideró el Capitán Lemos al cruzar la cordillera por el paso del Portillo hacia el valle de Maipo en Chile, en 1817.
Por el camino hacia la derecha encontramos el ícono de la zona: el Cerro Punta Negra. A la derecha del cerro, la continuidad de la ruta 94 hacia el desarrollo del futuro centro de esquí Manantiales, y que conecta con el límite de Piuquenes. Este camino se vincularía a través del túnel inconcluso en la base del Portillo Argentino, permitiendo el acceso al valle del río Tunuyán, a los pies de la cordillera.
En los años 90 -apunta Domesi-, realizaban cabalgatas con jóvenes que aprendían historia de manera vivencial mientras atravesaban los caminos del Ejército de los Andes. “Sería importante recuperar refugios, como Real de la Cruz, construidos por el ejército con ingenieros chilenos y la colaboración de los pueblos indígenas. Estas huellas, además de su relevancia, tienen un potencial inmenso para el desarrollo turístico, permitiría optimizar la logística y el mantenimiento del lugar”, concluye el miembro de la Asociación sanmartiniana.
Potencial y proyecciones
El Sendero de Gran Recorrido de los Andes, un proyecto del Gobierno de Mendoza para crear un circuito de montaña de 550 kilómetros que recorrerá la cordillera conectando el Aconcagua con el Paso Pehuenche, es un tema que no esquiva la charla. Los montañeses sostienen que el camino del Portillo de Piuquenes sería fundamental para brindar asistencia, servicio, seguridad y apoyar la logística de quienes lo transiten.
Cuentan que en la zona se proyectan servicios como la generación de energía, agua potable y tratamiento de efluentes. “Estamos en el corazón de la montaña frontal, de la cordillera frontal, donde podemos acceder a una zona de escalada muy conocida mundialmente, que es Arenales, ubicada a la izquierda”, explica Danio Ramonda.
Hacia la derecha del viaje, en el valle, el cerro Keops se eleva con su forma piramidal. En el otro extremo del cordón montañoso el Punta Negra. Un par de horas antes, camino al refugio Portinari, el empresario Juan Roth, presidente de la Cámara de Comercio, Industria, Agricultura y Turismo de Tunuyán (CIAT), destacaba la importancia del desarrollo del paso internacional por el Portillo y el clima favorable de inversiones que relevaron -encuestando a empresarios del departamento- con la cámara.
El sector privado y las cámaras regionales trabajan en conjunto con los municipios para fomentar el turismo en la región. Colaboración que busca materializar proyectos que potencien la marca “Valle de Uco”, promoviendo inversiones privadas con el respaldo de políticas públicas. La integración entre historia y aventura ofrece una experiencia única para los visitantes, permitiéndoles explotar las rutas sanmartinianas mientras se fomenta el turismo cultural y de aventura.
“Estamos gestionando, desde las administraciones y las cámaras, un espacio para que las empresas puedan acceder a los datos, entender las bases y aprovechar los financiamientos que ofrece el Estado. Queremos facilitar que las empresas inviertan y generen negocios”, dice Roth.
En las cercanías del Paso Piuquenes, un ejemplo de potencialidad es el proyecto de un centro de esquí en el Valle de Manantiales. Éste promete ser un punto de inflexión para el turismo de montaña en Mendoza, no solo para quienes buscan nieve. Este desarrollo podría aprovechar las características del área, incluyendo su proximidad al Cerro Punta Negra y de los Arenales, zona de escalada reconocida a nivel internacional.
Un poco después de las tres de la tarde, iniciamos el camino de regreso.
Oportunidad para el crecimiento
Los tres valles que se integran en Manantiales se presentan como un área clave para el desarrollo económico y turístico de Mendoza. Conectado por rutas estratégicas y en línea directa con Santiago de Chile, este valle ofrece un entorno propicio para actividades recreativas y deportivas, así como para la expansión por medio de una pequeña aldea de montaña que permitiría atraer tanto a turistas como a inversores.
Este desarrollo complementaría los esfuerzos de promoción turística en la región, creando un circuito que conecta el Manzano Histórico con un futuro centro de esquí en Manantiales. El centro de esquí proyectado contempla la creación de servicios esenciales, como generación de energía hidráulica, acceso a agua potable y tratamiento de efluentes, hotelería, gastronomía y servicios turísticos complementarios. Todo en un marco que asegure máxima sostenibilidad.
Para que esto sea posible, dado que es un Área Protegida, resulta necesario que la Provincia promueva un marco normativo que reduzca las excesivas restricciones que hoy existen en la montaña para generar infraestructura turística. Con un marco normativo diferente, y mejor acceso a la montaña, la inversión privada se dinamizará y el impacto social será enorme. Actualmente existe una mesa de trabajo público/privada trabajando para que esta oportunidad se haga realidad.
