El consumo de combustibles en la provincia de Mendoza volvió a cerrar con cifras positivas durante el mes de agosto y en lo que va del año acumula una recuperación del 30%, si se toman en cuenta todos los tipos de gasoil y nafta y se los compara con el acumulado de los primeros ocho meses del 2020.
Si el foco se pone exclusivamente en el gasoil grado dos (común), directamente relacionado con la actividad del transporte de cargas, el dato sigue siendo alentador, ya que con los 29.862,27 m3 que se consumieron en agosto se llegó a 235.491 m3 para los primeros ocho meses del 2021 (23% más que los 192.188 m3 de 2020), lo que representan la cifra más alta registrada en los últimos cinco años. De todas maneras, se encuentra todavía alejada de los mejores números de la década, como en 2013, cuando los m3 requeridos llegaron a los 296.436, según los datos del Ministerio de Energía de la Nación.
Daniel Gallart, presidente de la Asociación de Propietarios de Camiones de Mendoza (Aprocam), explicó que este incremento podría tratarse de “un rebote ‘técnico’, donde la gente está reponiendo el stock que perdió durante el año pasado”, más que de un crecimiento genuino.
Teniendo en cuenta la influencia en el sector que la demanda de gasoil tiene, Gallart consideró que uno de los factores que pueden haber llevado a este escenario es el aumento de tráfico de camiones en la provincia, aunque aclaró que no puede ser considerado como determinante. “Esto se debe a la suba en los fletes marítimos, lo cual ha desatado una demanda de camiones, sobre todo con las cargas que provienen de Brasil y la bajante del río Paraná, que ha hecho que gran parte del cereal que se enviaba por buques, ahora va en camiones hacia Chile”, dijo.
En cuanto a la proyección hacia al futuro en la actividad, el presidente de Aprocam se mostró muy cauto: “Hay un buen nivel de trabajo. Esperamos que las perspectivas sean buenas, pero la situación macroeconómica lleva a la incertidumbre”. Entre los mayores inconvenientes que afrontan se encuentran la falta de camiones nuevos, con demoras de hasta un año, la escasez de neumáticos y la distorsión de tarifas.
Buenos datos que no alcanzan
Desde la visión de los proveedores de combustibles, los números alentadores que ha registrado el gasoil no son suficientes para hablar de una marcada levantada. Isabelino Rodríguez, presidente de la Asociación Mendocina de Expendedores de Naftas y Afines (Amena), consideró: “No se puede medir la realidad a partir de una sola variable. No sería cierto hablar de una recuperación, estamos en una situación delicada”.
Sebastián Peña, economista asesor de Amena, sostuvo que para el gasoil grado dos (común), en las estaciones de venta al público los niveles están por debajo un 7,48% en la comparación interanual del acumulado de enero a agosto. “Sucede que también hay empresas de transporte de carga que tienen contratos directos con las banderas que no pasan por las estaciones, ahí puede haber un cambio”, argumentó sobre la diferencia que manejan con los registros nacionales.
Lejos de los mejores años para la venta, el especialista agregó: “Podemos hablar de una pequeña recuperación en algunos combustibles, pero partimos de una base muy baja si se lo compara con los mejores registros de la década”.
En un contexto general, según Isabelino Rodríguez, sumado a los bajos niveles de ventas, que aún no llegan a los registros de la pre pandemia, y la lenta recuperación, el rubro está ante una tormenta perfecta que se avecina en los próximos meses. “Los costos están a la suba, en el mes de octubre comenzamos con la discusión de las paritarias y los precios de los combustibles están congelados”, completó.