El índice Big Mac es utilizado alrededor del mundo para poder comparar el poder adquisitivo y el valor de una moneda frente a otra. Esta vez ha reflejado que el peso argentino se ha sobrevaluado frente al dólar, por más de que nuestro país no sea considerado rico. ¿Qué dicen los especialistas?
Primero se debe entender de dónde viene el Índice Big Mac y por qué se utiliza. Durante la década de 1960, McDonald’s estudiaba sus productos con la máxima rigurosidad. Los restaurantes de McDonald’s monitoreaban el contenido de grasa de la carne y se aseguraban de que las papas no fueran demasiado acuosas. Este nivel de detalle garantiza que el Big Mac sea bastante uniforme en todo el mundo. Sin embargo, el precio varía significativamente.
En Estados Unidos, un Big Mac cuesta 5,69 dólares; en la zona de Europa, 6,09 dólares; y en Taiwán, apenas 2,28 dólares. Desde 1986, se ha utilizado la comparación del precio del Big Mac para evaluar un principio económico conocido como “paridad de poder adquisitivo”.
El desafío para probar este principio es encontrar productos idénticos en diferentes países. El Big Mac facilita esta comparación debido a los estrictos controles de calidad de McDonald’s. Existen muchas monedas que están valoradas de acuerdo con su poder adquisitivo. No obstante, hay monedas que están “sobrevaluadas”. Por ejemplo, en Suiza, el Big Mac cuesta solo cinco francos suizos, suficiente para comprar aproximadamente el 70% de una hamburguesa.
En países ricos, los altos salarios impulsan los precios, lo que puede hacer que las monedas se valoren más de lo esperado. Nuestro índice Big Mac también incluye una versión “ajustada” que compara el PIB per cápita para evaluar el equilibrio de la moneda. Incluso ajustado, Suiza sigue siendo cara, al igual que Argentina, donde el peso parece sobrevaluado.
A un tipo de cambio oficial, 5,69 dólares equivalen a más de 5300 pesos argentinos, mientras que un Big Mac cuesta 6100 pesos, frente a 3150 hace siete meses. Esto podría reflejar una falla en el índice. El Banco Mundial realiza comparaciones más amplias y sofisticadas de precios, pero sus resultados son similares a los nuestros, con una correlación de casi 0,7.
Aunque algunos países, como Argentina, parecen sobrevaluados según el precio del Big Mac, en análisis más amplios pueden aparecer subvaluados. En Argentina, tras una devaluación del peso superior al 50%, el tipo de cambio se ajusta solo un 2% mensual, insuficiente para equilibrar el aumento de los precios al consumidor, que subió un 4,6% en junio.
En resumen, y según informó diario La Nación, nuestro índice ofrece mucho poder explicativo a bajo costo. A pesar de toda la atención que atrae, es probable que nuestro índice Big Mac siga estando subvaluado.
