El sector vitivinícola sigue a la espera de definiciones: aún no se conoce cuál será el porcentaje del acuerdo de diversificación Mendoza-San Juan; se aguarda el pronóstico de cosecha del INV para la zona Sur para el 15 de febrero; y desde mediados del mes pasado, el Gobierno provincial asegura que pronto habrá novedades sobre los créditos para cosecha y acarreo, sin que suceda. Esto, cuando normalmente se lanzan en diciembre y varios productores han empezado a recolectar ya ciertas variedades.
Eduardo Córdoba, presidente de la Asociación de Viñateros de Mendoza, mencionó que han pedido una reunión para el lunes con el ministro de Producción, Rodolfo Vargas Arizu, con quien ya se habían reunido hace dos semanas -también estuvo presente el subsecretario de Agricultura y Ganadería, Sergio Moralejo-, para volver a hablar sobre los créditos de cosecha y acarreo, y sobre la posibilidad de implementar un operativo de compra de uva con precios referenciales, por lo menos para 4 o 5 variedades emblemáticas.
En cuanto a los préstamos, indicó que, hay variedades que ya han cosechado o se están cosechando, como chardonnay, syrah y ancellota, por lo que algunos productores recurrieron al Banco Nación para obtener financiamiento. Pero añadió que es difícil lograr la calificación y sólo un porcentaje mínimo accede.
En este sentido, Córdoba resaltó que no todo lo resuelve el mercado y que comparten con otras organizaciones la mirada de que es importante que el Estado provincial siga interviniendo, para permitir que se mantenga una estructura productiva con gran cantidad de pequeños y medianos productores, que ofrece fuentes de trabajo a los jóvenes en las zonas rurales.
Por su parte, Matías Manzanares, secretario de la AVM, mencionó que están a la espera de las novedades por parte del Gobierno provincial, que les informó que están trabajando activamente para poder lanzar esta tradicional línea de crédito, que se suele ofrecer a través del Fondo para la Transformación y el Crecimiento.
Las consultas de Los Andes vienen recibiendo la misma respuesta por parte del Ejecutivo: que se está analizando la situación y pronto habrá anuncios. Y se menciona, en cada ocasión, la semana próxima como el plazo para que se conozcan los resultados de ese análisis.
Mauro Sosa, gerente del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, comentó que el miércoles pasado recibieron la visita de Vargas Arizu y, además de hablar sobre una gran variedad de problemáticas que consideran urgentes, le entregaron un escrito con diversos planteos. Entre ellos, la necesidad de disponer de créditos para cosecha y acarreo. La respuesta, detalló, es que están realizando cálculos para su implementación.
En cuanto a los plazos, Sosa indicó que en unos 40 días se iniciará la cosecha de las uvas criollas, que son las de mayor volumen de producción, por lo que se debería resolver el financiamiento antes de ese plazo. Como también, conocerse la estimación de cosecha, para poder tomar decisiones de recolección y de elaboración.
Sin embargo, también apuntó a la importancia de que el acuerdo Mendoza-San Juan se fije lo antes posible y en 0%. En realidad, la postura del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este es que debe derogarse la ley, pero hasta que esto suceda, el porcentaje debería ser de 0, porque cuando se fija uno de diversificación alto, los fabricantes de mosto no salen al mercado a buscar uvas. Esto provoca que no se vean en la necesidad de adelantar dinero para la cosecha y el acarreo -si esto sucediera, se reduciría la demanda de créditos- y que el precio de la uva se mantenga bajo.
Los productores cooperativizados ya tienen asegurado el financiamiento, porque la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi) logró un acuerdo con cinco bancos -Nación, Supervielle, Credicoop, BBVA y Ciudad- y con Sociedades de Garantías Recíprocas. El presidente, Fabián Ruggeri, resaltó que el Ministerio de Producción los acompañó en el inicio de las gestiones, aunque los créditos no tendrán garantías del Gobierno, como tampoco, al menos hasta ahora, subsidio de tasa.
En cuanto a las condiciones, explicó que no pueden aún dar detalle de la tasa de estos préstamos, porque siguen negociando y hay variaciones diarias de uno, dos o tres puntos porcentuales hacia abajo o hacia arriba; por lo que recién tendrán precisiones cuando moneticen los fondos. Ruggeri indicó que cada año suelen ofrecer este financiamiento propio, pero que algunas temporadas han tenido subsidio de tasa por parte de Nación, de provincia, de ambas o de ninguna (como parece ser en 2024).
Acovi realizar una toma de crédito como entidad con cada banco, con la garantía de las cooperativas y de Fecovita, y luego realiza un promedio de la tasa para financiar a los socios. Se debe recordar que, en un principio, el Banco Nación no había aprobado la carpeta de Fecovita, por las denuncias de fraude en los balances por parte de un ex socio de la Federación, por lo que peligraban las posibilidades de financiamiento; algo que finalmente logró destrabarse.
Precios en dólares
Ante una inflación que cerró por encima del 211% en 2023, un dólar oficial que subió al doble en diciembre, una expectativa de que la producción vitivinícola sea mayor que la del año pasado -pero aún así, baja-, y con los mercados externo e interno que han estado a la baja, el panorama para la negociación del precio de la uva se presenta complicado.
Los viticultores están pidiendo fijar un valor en dólares, para evitar perder el poder de compra con un pago que se realiza en cuotas (por lo general, a partir de mediados de año), cuando los porcentajes mensuales de inflación rondan el 20%. Manzanares indicó que muchas bodegas ya han comenzado a comprar blancas para elaborar espumantes, pero los precios son muy bajos.
Algunas bodegas han ofrecido un anticipo del 30% para que el productor pueda levantar la cosecha, que se traduce a una determinada cantidad de kilos que pagan por adelantado, a los valores actuales. “Si la uva aumenta después, esa cantidad ya la pagaron a precios muy bajos, que ni siquiera nos alcanzan para cubrir los costos”, planteó.
El argumento de los bodegueros es que el mercado está muy retraído y si compran la materia prima a valores más altos tienen que trasladar ese incremento al consumidor, lo que llevará a una caída de consumo, porque optará por bebidas alternativas, y a un sobre stock. Mientras que la respuesta de los productores es que siempre se les pide valores inferiores a ellos, pero no a otros proveedores, porque tienen un producto perecedero.
Por eso, varias entidades, entre ellas la Asociación de Viñateros de Mendoza, han solicitado que se lance un operativo de compra. Córdoba resaltó que el año pasado, como había menos producción, existía un fuerte interés por comprar uva; mientras este año, los elaboradores están “más remisos”. Con esta herramienta, el Gobierno provincial adquiere materia prima a un valor más alto que el que se está ofreciendo en el mercado, lo que eleva la base de “puja”, y luego vende el vino y recupera la inversión.
