Con la certeza de que hay resultados auspiciosos en los dos pozos que YPF está explorando en la denominada lengua mendocina de Vaca Muerta, el gobierno buscará atraer a nuevos inversores en la zona de Malargüe para hacer crecer el negocio de no convencional.
Manuel Sánchez, subsecretario de Energía y Minería de Mendoza, habló sobre las posibilidades de la provincia en relación con el desarrollo de la industria del petróleo. Aunque las expectativas son buenas, desde el gobierno subrayaron la importancia de la moderación en los pronósticos.
Sánchez explicó que el proceso de exploración en Neuquén con Vaca Muerta ya lleva más de 12 años y ha tenido una curva de aprendizaje en su eficiencia operativa para reducir los costos. “Los operadores y contratistas son los mismos, lo que nos permite aprovechar esa experiencia”, comentó. Sin embargo, advirtió que el desarrollo en Mendoza no será inmediato. “No veremos 400 pozos el año que viene, será un proceso gradual, como en Neuquén, aunque probablemente no tome 10 o 12 años si tenemos éxito”, afirmó.
En relación con la productividad, Sánchez aclaró que los pozos en Mendoza tienen un rendimiento menor comparado con Neuquén. “En Neuquén, las formaciones tienen un espesor promedio de 300 metros y una presión inicial de 300 kilos por centímetro cuadrado. En Mendoza, tenemos 500 metros de espesor y 200 kilos de presión inicial. A modo de resumen, podríamos decir que la productividad de los pozos en Mendoza es un 50 o 60 por ciento de la de Neuquén, pero eso no significa que no sea rentable”, explicó.
Sobre los costos de inversión, Sánchez destacó que perforar en Mendoza no necesariamente es más caro que en Neuquén. Pero también mencionó los desafíos logísticos. “En Mendoza, las inversiones en infraestructura superficial son necesarias. Aunque las poblaciones están cerca, no es tan accesible como en otras regiones”, señaló. Añadió que el Estado provincial busca ser competitivo y facilitar las condiciones para la inversión.
Atraer más inversiones
YPF comprometió 30 millones de dólares más que suman a los 17 millones de dólares que ya invirtió en la zona para seguir explorando el área. Desde el gobierno aseguraron que el crecimiento y las inversiones son coherentes con los riesgos y las condiciones propias de la zona.
Sánchez destacó que, aunque la Vaca Muerta mendocina no es equivalente a la neuquina, la inversión de la petrolera estatal representa un compromiso aceptable y viable para el desarrollo de la industria. Y agregó: “Tenemos que buscar otros operadores que complementen las inversiones existentes y no depender exclusivamente de YPF”, señaló. En este sentido, mencionó dos áreas colindantes a las actuales explotaciones de YPF: Cañadón Amarillo y El Payún Oeste. “Cañadón Amarillo ya está en proceso con YPF, mientras que El Payún Oeste está en licitación por parte de la provincia”, explicó.
Los resultados obtenidos son una buena noticia no solo para YPF y la provincia, sino también para el mercado en general y los inversores. “Buscamos que Mendoza continúe atrayendo inversiones, siguiendo el ejemplo de Neuquén, que inició su desarrollo con inversiones de este tipo”, añadió Sánchez, quien indicó que atraer inversiones a estas áreas colindantes es crucial para posicionar a Mendoza en el mapa geológico con prospectos no convencionales. “Ya hay un operador confirmado en la zona, lo que reduce el riesgo para las áreas vecinas y mejora la percepción del mercado”, comentó. Esto, según Sánchez, le da una buena lectura al desarrollo de la región y facilita la continuidad de las inversiones.
Más trabajo local
La empresa estatal anunció el compromiso de seguir explorando más allá del núcleo de la formación por los resultados “auspiciosos” y con estrategias de trabajo que implican más inversiones incluso para 2025.
Hasta el momento, se perforaron un pozo vertical y dos pozos horizontales de 1.074 y 1.059 metros de rama cada uno, en Paso Bardas Norte (concesión de explotación) y CN-VII A (permiso exploratorio), con perspectivas de nuevos pozos y más inversiones que rondarán los 30 millones de dólares. En Paso Bardas Norte se realizaron 12 etapas de fracturas hidráulicas. Se inició el ensayo el 18 de febrero de 2024, y mostró desde sus inicios interesantes porcentajes de petróleo de densidad 38°API. Según consignó la empresa, alcanzó con orificios superiores caudales cercanos a 100 m³/d de bruta.
Actualmente ensaya con 69 m³/d de bruta y 51% de petróleo, con 35 m³/d al 19 de abril del presente año.
En Aguada Negra, en tanto, se realizaron 13 etapas de fracturas hidráulicas. Se inició el ensayo y desde sus inicios mostró interesantes porcentajes de petróleo de 43°API. Actualmente, produce con una bruta de 84 m³/d y 48% de petróleo (41 m³/d), con un GOR de 1.000 m³/m³.
Los ensayos de los pozos no convencionales fueron extendidos en el tiempo mínimo necesario para poder evaluar correctamente los niveles de reservorio y continuarán evaluando su comportamiento. Comenzaron el 18 de febrero de 2024 y se finalizaron el 18 de mayo. Luego se continuará con las instalaciones de producción apropiadas.
En un comunicado oficial, se aseguró que YPF presentó la solicitud para pasar al segundo período exploratorio en el permiso sobre el área de reserva de CN-VII A, para perforar un nuevo pad (locación de producción) de dos pozos horizontales a mayor profundidad, lo que permitiría alcanzar mayor presión de reservorio y, por consiguiente, posible mejor productividad.
En caso de encontrar una productividad acumulada por pozo tal que el proyecto fuera rentable, se abriría para las áreas CN-VII A y Paso Bardas Norte un desarrollo de alrededor de 212 pozos horizontales (orgánico inferior y orgánico superior) navegando en dos niveles productivos, en un área total de 102 km². Existe la posibilidad de desarrollar un tercer nivel de navegación, que adicionaría 122 pozos de desarrollo (cocina).
El plan exploratorio de los bloques contempla realizar, en 2025, un piloto vertical a partir del cual se definirán dos niveles a navegar y con dos ramas horizontales de 2.500 metros.