En los últimos meses, el Gobierno nacional endureció el acceso al mercado de cambios, no sólo para los ahorristas, sino también para las empresas que requieren insumos importados. Cómo resultado, la industria local enfrenta problemas de abastecimiento y se reducen las opciones de consumo para el público.
A la existencia de un dólar diferenciado para el ahorro, y para los importadores, que no siempre tiene lugar en la práctica, se le sumó la circular 7138 del Banco Central por la que los importadores deben declarar toda operación que supere los u$s50.000 (antes el monto a alcanzar era de u$s500.000). Esto impactó de forma directa en rubros como electrodomésticos, bicicletería, autopartes, neumáticos, artículos de bazar y la construcción, entre otros.
Pero no sólo el consumo se vio afectado, sino que como señaló el titular de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, Mario Bustos Carra, “sólo el 20% (de lo que se importa) se destina al consumo. El resto responde a insumos para la producción”. Por lo que las consecuencias de estas maniobras para cuidar las reservas “lo único que hacen es perjudicar la operatoria para el comercio exterior, porque generan incertidumbre”.
Pasado el primer mes desde que esta última restricción entrara en vigencia, los industriales de Mendoza se encontraron con que la mercadería se entrega en plazos que duplican los tiempos a los que estaban acostumbrados, con cupos de compra, y sin la posibilidad de pago diferido. Además, la incertidumbre generó que se manejen dólares paralelos para cotizar la mercadería.
Insumos para industria
Mariano Guizzo, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la Provincia de Mendoza señaló que “no solo hay problemas con los productos importados, sino también con los de fabricación nacional, que están anclados al precio del dólar”.
El empresario, quien además está al frente de la empresa Buccolini S.A., enumeró la serie de inconvenientes que vienen registrando: “no hay fechas de reposición, no hay presupuestos y las fechas de entrega de mercadería pasaron a ser de entre 60 y 90 días, cuando lo normal era que no pasaran de los 30 o 45 días. Hoy no tenemos cotizaciones y si las tenemos son en pesos y a un precio que cuando se compara con el valor anterior, es evidente que no responde a la cotización oficial del Banco Nación ($85,50), sino que se asemeja más al dólar bolsa ($147,34), al solidario ($141,08) o a otros mercados”.
Así, los industriales se encuentran con que no hay insumos para la refacción de maquinarias, ni precio para nuevos equipos. “El problema más serio es con los productos locales, el acero y el acero inoxidable que viene de afuera y también el de fabricación nacional. Tenemos cupos de entrega (hasta 3.000 0 4.000 kilos semanales), lo que configura un limitante, las empresas se han quedado sin stock”, comentó Guizzo.
Otro aspecto a señalar, a su criterio, es que, “se han visto incrementos semanales que no van de la mano del dólar oficial” y algunos proveedores exigen pago anticipado. “Se corrigen las listas de precio todas las semanas, y se hace difícil cumplir con los compromisos asumidos cuando nosotros cotizamos en pesos y al dólar oficial”, agregó el titular de Asinmet.
Todos estos inconvenientes llegan en el peor momento para la industria local que se dedica a la fabricación de bienes de capital para el agro,o al mantenimiento de los mismos. “Los empresarios de las cámaras señalan que no hay insumos para dejar a punto los bienes de capital de las bodegas y algunos socios señalan que no encuentran rodamientos y todo lo que tiene que ver con la materia prima para abastecer al campo, que es lo que tracciona la economía del país”, cerró.
Las compras navideñas también se verán afectadas
Los juguetes son los grandes protagonistas a la hora de pensar en los regalos de fin de año y junto con el Día del Niño, Navidad y Reyes, son las fechas más esperadas para el sector, pero este año también se verán afectados por las dificultades que tiene todo el sector importador.
Al respecto, Gustavo Fernández, presidente de la Cámara de Jugueterías y Librerías de la provincia, explicó que entre el 60% y el 70% de los juguetes son importados y, “al haber faltante de dólares, está costando que ingrese mercadería” por lo que, muchas veces, ingresa mercadería por fuera de los canales formales y esta se cotiza al dólar blue.
“En lo que es juguetería, quedaron remanentes del Día del Niño, pero hay productos estivales que las familias buscarán y que podrían no encontrar (todo lo relativo a juegos de pileta y para estar al aire libre). Las fábricas no están preparadas para el aumento de la demanda que se produjo en estos productos, teniendo en cuenta que muchas familias no podrán salir de vacaciones”, indicó Fernández.
“Se esperan problemas con la entrega de la mercadería, pero en cuanto a las ventas, podríamos estar en mejores condiciones que en agosto, considerando que ya no rigen las limitaciones por DNI”, agregó. Así, se espera mayor circulación de gente, pero el patrón de consumo sería el mismo que para el Día del Niño, cuando las familias optaron por segundas marcas y el ticket de compra promedio se adaptó a las posibilidades de estas, en un año en que los salarios perdieron contra la inflación.
Los precios hasta la fecha se han incrementado 10% con respecto a los valores que se manejaban en agosto, pero todavía falta más de un mes para Navidad y el sector no descarta nuevos incrementos hasta mediados de diciembre. “Si nos regimos con los valores del año pasado para Navidad o Reyes, los incrementos serían superiores a 65%”, comentó Fernández.
El sector tiene una preocupación adicional,y tiene que ver con que a fin de año se comienzan a planificar las compras para el próximo ciclo escolar, pero con la pandemia todavía es incierto en qué condiciones comenzarán las clases en 2021 y si los libreros estarán en condiciones de reabastecerse para hacerle frente a esta situación.
Además de juguetes, otros productos de consumo que suelen venderse en esta época ya tienen problemas de stock. El vicepresidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM), Adolfo Brennan, quien también es dueño de Farmacias del Centro, había advertido que las expectativas sobre el dólar generarían incrementos en los precios, pero que la principal consecuencia sería la falta de insumos, “porque la sustitución por producción nacional no es completa”.
De hecho, a días de que empiecen las ventas por las fiestas de fin de año, se registran faltantes en marcas como Dolce Gabbana, Issey Miyake, Paco Rabanne Adolfo Dominguez y Antonio Banderas y el promedio interanual de incrementos de los artículos importados alcanza 33%.
De igual manera, el empresario Marcelo Marra, de Azcárate y Marra (empresa dedicada a la venta de artículos para el hogar, electrónica, alarmas y audio, entre otros), advirtió que siempre que se interviene la importación de productos se afectan los stocks. Lógicamente, “si las fábricas no pueden abastecerse de insumos, no pueden ensamblar y embalar en Argentina” y el perjuicio se traslada directamente a las empresas más chicas, porque las tiendas que tienen mayor poder de compra acaparan los cupos disponibles de productos.