El Directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó hoy formalmente la séptima revisión del acuerdo con la Argentina u habilitó un desembolso por U$S 4.700 millones.
El board afirmó que el país “está implementando un ambicioso plan de estabilización” y advirtió que “el camino será desafiante”.
Al mismo tiempo afirmó que es necesario “una comunicación clara y una asistencia social bien orientada serán fundamentales para generar apoyo social y político para el programa”.
El comunicado del FMI se conoció en momentos en que se realizan movilizaciones en los alrededores del Congreso Nacional en rechazo al ajuste del plan de ajuste del presidente, Javier Milei, cuyos lineamientos están plasmados en el programa.
En horas de la tarde, el desembolso ya había sido acreditado en las cuentas del Banco Central, descontado el pago de U$S 1900 millones que debía ejecutarse hoy.
El Directorio aprobó “dispensas” por los incumplimientos en los que cayó el programa durante el gobierno de Alberto Fernández con Sergio Massa, al frente del Ministerio de Economía.
“En medio de esta difícil herencia (inflación elevada y creciente, reservas agotadas y altos niveles de pobreza), la nueva administración está tomando medidas audaces para restaurar la estabilidad macroeconómica y comenzar a abordar los impedimentos de larga data al crecimiento”, señaló la Directora Gerente, Kristalina Georgieva.
“Estas medidas iniciales evitaron una crisis de balanza de pagos, aunque el camino hacia la estabilización será difícil”, aseguró.
Georgieva sostuvo que “el ambicioso plan de estabilización acordado se centra en el establecimiento de un ancla fiscal fuerte que ponga fin a todo financiamiento del gobierno por parte del Banco Central”.
Según explicó el FMI, el superávit fiscal primario de alrededor del 2% PIB se sustentará “en una combinación de impuestos temporales relacionados con las importaciones y el fortalecimiento de los impuestos a los combustibles, junto con esfuerzos para racionalizar los subsidios a la energía y el transporte”.
Georgieva indicó que “las autoridades se han comprometido a eliminar en el corto plazo las restantes restricciones cambiarias distorsionantes y las prácticas monetarias múltiples, y a desarrollar planes para desmantelar gradualmente las medidas de gestión de los flujos de capital, según lo permitan las condiciones”.