La liquidación del “dólar soja” alcanzó los U$S 5.086 millones, luego que este miércoles los agroexportadores ingresaran U$S 1.052,4 millones.
Desde el Ministerio de Economía confirmaron que no está prevista una renovación del Programa Incremento Exportador (PIE) para la oleaginosa, cuya vigencia fue extendida dos días por los últimos feriados.
El PIE les reconoció a los exportadores de soja una cotización de $ 300 por dólar, oferta que se mantendrá vigente para un grupo de economías regionales hasta el 31 de agosto.
A partir de la fuerte liquidación de hoy el Banco Central pudo adquirir U$S 451 millones para las reservas y en consecuencia en mayo acumuló un saldo a favor U$S 850 millones. Desde el inicio del programa, el BCRA pudo apropiarse de U$S 1.410 millones, poco más de un tercio del total exportado.
De esta manera, el PIE en su etapa “soja” alcanzó el objetivo que se había planteado cuando en abril se anunció su implementación a partir de un acuerdo entre el gobierno y los agroexportadores.
Ahora resta la segunda etapa orientada a economías regionales en la cual se pretende alcanzar los U$S 9.000 millones de ingresos.
Cabe aclarar que el PIE para la soja sigue vigente hasta el viernes 2 de junio, pero en el caso del sorgo, cebada y girasol el plazo de finalización es el 31 de agosto.
Luego de un inicio tibio, en las últimas jornadas se aceleró la liquidación, tanto que en el día de la fecha ingresó el equivalente al 20% del total.
La iniciativa que mejora el tipo de cambio para los productores es duramente criticada desde todos los sectores.
El titular de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, sostuvo que “el dólar soja fue un instrumento que utilizó el gobierno para cubrir una necesidad recaudatoria, no para beneficiar al productor”.
“Desde nuestra entidad habíamos advertido que la medida no iba a funcionar por ser circunstancial y traer problemas intracadena como alzas de costos a otros subsectores que utilizan esta oleaginosa como alimentación de animales”, añadió Pino.
El representante del campo sostuvo que “los diferentes tipos de cambio hacen perder competitividad a la cadena agroindustrial y por eso esperamos que el nuevo gobierno, unifique el dólar que necesitamos todos los argentinos para poder desarrollar nuestra economía”.
Asimismo, Pino insistió en reclamarle al gobierno que elimine las trabas que les impiden a los productores acceder a financiamiento, vinculadas con su participación en el dólar soja.
El Banco Central aún mantiene la norma por la cual quienes mantenían más del 5% de su producción no podían ser sujeto de crédito.
Por su parte, desde Federación Agraria Argentina (FAA) se manifestaron en similar sentido sobre la ineficacia de la medida para con el sector de productores que representan.
En tanto, la Cámara Argentina de la Industria Aceitera (CIARA) que agrupa a los principales agroexportadores, también se expresó en contra de este mecanismo.
El presidente de CIARA, Gustavo Idigoras, fue tajante al reclamar que “no exista nunca más un dólar soja o agro que generan distorsiones en el mercado”.
Al que tampoco nunca le cerró la idea es al Fondo Monetario Internacional (FMI), quien objeta que en esencia resulta una emisión monetaria encubierta ya que el Banco Central compra dólares a $ 300 y los vende a $ 250, gap que es cubierto con “la maquinita”. Este es uno de los puntos que mantiene trabada la renegociación dado que no ve con buenos ojos la entrega de nuevos fondos para incentivar los desequilibrios macreconómicos.
Sin este estímulo disponible, la duda se planta sobre cuál será la fuente de ingresos de dólares para el Banco Central que deberá seguir sosteniendo un marcado ritmo de egresos de divisas para el pago de importaciones.
Massa había generado cierta expectativa con los posibles resultados de su viaje a China, pero por el momento no hay indicios de que aparezcan dólares frescos.
Incluso fracasó en la intención de que el banco de los BRICS otorgue garantías para evitar que el comercio entre la Argentina y Brasil elimine el dólar como moneda transaccional.
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