El desarrollo de Mendoza pasa por el sur mendocino

La región Sur de Mendoza tiene tierra suficiente, agua y recursos aún sin explotar. Es preciso un Estado eficiente, que no obstaculice y un sector privado fortalecido y con capacidad para generar nuevas oportunidades.

El desarrollo de Mendoza pasa por el sur mendocino
El sur mendocino concentra el 65% de la producción de ganado bovino de Mendoza.

El futuro de Mendoza debe basarse en un cambio estructural que potencie su desarrollo económico, social y productivo. La clave está en encontrar un equilibrio entre un Estado eficiente y un sector privado fortalecido, capaz de generar empleo genuino y sostenible.

Sectores como la vitivinicultura, la producción frutícola y la ciruela en particular y la agroindustria en general, actividades que tienen un alto potencial de exportación, tienen que expandirse, especialmente en los mercados internacionales. Para lograrlo, se necesita un Estado que fomente la innovación y la competitividad, sin entorpecer la iniciativa privada con burocracias innecesarias.

Además, en una provincia como Mendoza, donde el 90% del territorio es secano, el potencial para el desarrollo de la ganadería y su vinculación con el sector bajo riego no tiene techo.

Uno de los principales retos es ofrecer oportunidades reales a los jóvenes. En lugar de aspirar a cargos efímeros dentro del ámbito político, deben contar con herramientas para capacitarse e ingresar al mercado laboral con trabajos dignos y bien remunerados. Empresas más robustas son fundamentales para este cambio, ya que no solo generan empleo, sino que al mejorar el poder adquisitivo, revitalizan la economía provincial.

La infraestructura es un pilar indispensable para el crecimiento. Es imperativo aprovechar los fondos del resarcimiento por la promoción industrial de manera estratégica. Estos recursos deben ser utilizados para proyectos que fomenten el crecimiento, dejando de lado los intereses políticos cortoplacistas.

No nos vamos a cansar de decir que el desarrollo de Mendoza pasa por el sur mendocino, una región con tierra más que suficiente, agua y recursos aún sin explotar.

También hay que continuar creciendo en la red de acueductos ganaderos y al mismo tiempo, priorizar la mejora de los caminos rurales que permitan que la actividad agropecuaria se lleve adelante con menor conflictividad. Y brinde más oportunidades de crecimiento.

Otro aspecto crucial es ampliar la matriz productiva mediante actividades como la minería sustentable y la generación de energía. Mendoza tiene un enorme potencial en hidrocarburos, con la franja de Vaca Muerta en Malargüe, el petróleo convencional y las energías renovables como la solar. Estas industrias, bien gestionadas, pueden complementar las actividades tradicionales sin perjudicarlas, generando ingresos adicionales y nuevas fuentes de empleo.

El camino hacia el futuro de Mendoza implica un esfuerzo colectivo. Necesitamos un Estado que facilite, no que obstaculice; jóvenes preparados y empresas que lideren. Con políticas claras y una visión de largo plazo, Mendoza puede convertirse en un modelo de desarrollo inclusivo, innovador y sostenible.

*El autor es presidente de la Cámara de Comercio, Industria, Agricultura y Ganadería de General Alvear.

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