El consumo eléctrico de los usuarios de grandes demandas ha tenido una reducción de 2,4% entre enero y julio de 2023. Los sectores que registran una mayor caída en estos primeros siete meses del año son Industrias básicas de hierro y acero (-37,5%), Elaboración de cerveza y bebidas malteadas (-13,8%), Elaboración de cemento (-11,6%), Venta al por menor de combustible para vehículos (-6,7%) y Extracción de petróleo crudo (-2,3%).
Los datos surgen del informe mensual de Evolución de la demanda eléctrica de Mendoza y Cuyo, que elabora el Ente Provincial Regulador Eléctrico. Cuando se analiza el comportamiento de las veinte ramas económicas que concentran los consumos de electricidad en la provincia -el 75% del total-, hay otras dos que tuvieron descensos: Elaboración de vino (-1,9%) y Elaboración de sodas y aguas (-0,8%).
El documento detalla que la rama Industrias básicas de hierro y acero es de una elevada volatilidad en sus consumos: en el año 2014 alcanzó una participación del 8,8% del total de las grandes demandas, mientras que durante la pandemia cayó hasta el 3,3%, para volver al 8% en 2022 y reducirse nuevamente al 5,2% actual.
Según los datos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza (Asinmet), en julio la ocupación de la capacidad instalada fue del 67%, mientras que, en el mismo mes de 2022, era del 68%; con lo que la disminución de todo el sector no sería tan marcada. Desde la entidad señalaron recientemente que las empresas están trabajando, pese a las dificultades para importar insumos y el acortamiento de la cadena de pagos.
La construcción es un sector que, aseguran desde las cámaras, ha tenido un buen nivel de actividad en 2023, aunque las obras públicas no han traccionado tanto como se podría esperar en un año electoral y, además, están al borde de la paralización por el desajuste que se produce en la determinación de los costos por la inflación.
En cuanto a la elaboración de vinos, la caída en el consumo de energía eléctrica es esperable porque la 2022-2023 ha sido la cosecha más baja de la que se tienen registros y hubo una menor disponibilidad de materia prima.
Extracción de petróleo crudo tuvo, históricamente, una participación cercana al 31% del total de las grandes demandas, pero ha caído al 23,3% actual. La baja está explicada, en gran medida, señalan desde el EPRE, por la disminución en los consumos del suministro YPF-VZMZ-Vizcacheras (que participa en el 35% de la rama).
Por otra parte, los Grandes Usuarios Mayores (Gumas) han tenido una disminución en la demanda de energía de 8,5% en lo que va de 2023. De los diecinueve Gumas de la provincia, diez experimentaron reducciones respecto de julio de 2022.
Otro de los factores que menciona el informe del EPRE es que la temperatura media de julio de 2023 (10,6ºC) fue superior tanto a la media histórica del mes (8,4ºC) como a la media del mismo mes del año anterior (9ºC). De esta manera, puede considerarse un mes benigno desde el punto de vista de las temperaturas.
Como contraparte, la energía eléctrica facturada a usuarios finales entre enero y julio tuvo un aumento del 3% con respecto al mismo periodo del año pasado. En 2023, las categorías Residenciales aumentaron su demanda un 5,1%, los usuarios Generales la incrementaron un 7,3%, los de Riego Agrícola experimentaron una suba de 18,3% y la demanda de Alumbrado Público aumentó un 0,7%.
La provincia no congelará tarifas
Aunque aún no ha habido un anuncio oficial, se habla de que, dentro de las medidas para intentar contener el impacto de la devaluación, y la suba de precios que implicó, en el bolsillo de los argentinos, el Gobierno nacional congelaría las tarifas de servicios públicos. Esto, dentro de un paquete que ya incluyó a las prepagas, los combustibles y los supermercados.
Este mes, está previsto un aumento en la energía eléctrica, por los componentes nacionales, que implicaría un incremento del 6% en promedio para los usuarios residenciales de mayores ingresos. En cambio, los de ingresos medios y bajos tendrán una variación del 2% en la factura, vinculada a un gravamen del Fondo Nacional.
Pero después de la devaluación, la secretaría de Energía de Nación, Flavia Royón, sostuvo que era necesario actualizar los costos de generación de energía en función de esta suba del dólar. Analizó que el impacto es de alrededor del 10% y que se debía estudiar si se iba a trasladar sólo a las facturas del segmento de altos ingresos.
Se debe tener en cuenta que el costo de la electricidad está dolarizado en un 80% y el del gas en un 100%. También, que el FMI planteó la necesidad de aumentar las tarifas de los segmentos medios y bajos tras la devaluación, para actualizar los costos de generación. Se deberá esperar algún anuncio para conocer si se aplicará el incremento ya anunciado -del 6% y el 2%, según el segmento- en las boletas de electricidad y si se realizará uno adicional por la suba del dólar.
Pero las facturas del servicio de energía eléctrica tienen un componente nacional (el costo de la generación y el transporte) y otro provincial (el Valor Agregado de Distribución o VAD). En torno a este último, el 28 de julio se realizó una audiencia pública por la revisión tarifaria integral, que se hace cada cinco años. En ese marco, las empresas distribuidoras solicitaron un 100% de incremento y el EPRE consideró que se debería establecer una suba del 57% promedio -del 63% para los usuarios residenciales- y que los ajustes periódicos por inflación, que hasta ahora se aplican cada seis meses, deberían ser cada tres meses.
Las recomendaciones del Ente Provincial Regulador Eléctrico son analizadas por el gobernador, que es quien finalmente decide si se aumentará la tarifa y en qué porcentaje. Aunque aún no ha habido novedades en este sentido, desde la Secretaría de Servicios Públicos detallaron que “la actualización tarifaria del servicio eléctrico, para el componente que corresponde a Mendoza, está en el proceso administrativo correspondiente, por lo tanto, lo que surja de la audiencia impactará cuando finalice el procedimiento”.
Últimos aumentos
El 1 de mayo, las tarifas de la electricidad tuvieron un incremento del 15,2% en promedio, asociado a un ajuste del Valor Agregado de Distribución (VAD), luego de que se realizara la audiencia pública a mediados de marzo. Las subas fueron diferentes según la categoría de usuarios y los aumentos promedio alcanzaron: $280 más por mes para los usuarios residenciales que no superan los 299 kilovatios/hora por bimestre (categoría R-1); $736 mensuales adicionales para quienes consumen entre 300 y 599 kw bimestrales; y $1.955 más por mes para quienes superan los 600 kw por bimestre.
En el caso del gas, también hubo una suba a partir del 1 de mayo, por el costo de distribución (VAD). Para la categoría R2 3, que Ecogas toma como usuario promedio, el incremento rondó el 26%. Sin embargo, aclararon que ese aumento es diferencial según se trate de un hogar Nivel 1, 2 o 3; es decir, según la segmentación por nivel de ingresos. Por otra parte, en abril, el Enargas aplicó un incremento del 28% en el precio del fluido, que tuvo un impacto del 18% en las facturas de la mayoría de los usuarios.
Se debe recordar, además, que las bonificaciones para los usuarios de ingresos más elevados se eliminaron por completo, en el caso del gas, en enero de 2023, y en el de la electricidad, en mayo de 2023. Es decir, que ese segmento ya está pagando tarifa plena.