El consumo de vinos aumentó 5% en el país el mes pasado

En agosto de este año se consumieron unos 4 millones de litros más que en el mismo mes de 2021. De esta forma, se mantiene una leve tendencia positiva en el acumulado de todo el 2022.

El consumo de vinos aumentó  5% en el país el mes pasado
Las ventas en vinotecas y restaurantes explican gran parte de la mejora de agosto. Foto: José Gutierrez / Los Andes

En agosto de 2022 se registró un despacho de 83 millones de litros de vino al mercado interno, lo que marcó un crecimiento interanual del 5% comparado con el mismo mes de 2021, cuando se entregaron 79 millones de litros. Ese valor mantiene una tendencia leve, pero positiva, en el acumulado de 2022, que llega a 549 millones de litros (un 1,3% más que entre enero y agosto del año pasado).

Así lo reflejan los números del Instituto Nacional Vitivinícola (INV), desde donde destacaron el rol de los blancos de mesa, los tintos varietales y los espumantes para reflejar estos números positivos en agosto.

En efecto, el vino blanco sin mención varietal creció un 24,8 % (de 10,56 millones a 13,18 millones de litros), el vino color varietal aumentó 14,1 % (de 2,09 millones a 2,38 millones de litros) y los espumantes crecieron 68 % (de 2,76 millones a 4,63 millones de litros). Si se considera el total por colores, el blanco fue quien más creció: un 21,5 % al pasar de 18,1 millones a 21,98 millones de litros.

En cambio, la contracara se dio en la caída de vinos de color sin mención varietal por un -7,8 % (de 39.6 millones a 36,59 millones de litros); la baja de blancos varietales por un -8,2 % (de 4,79 millones a 4,39 millones de litros) y la reducción de otros vinos como gasificado o cócteles de color en un -14,8% (de 3.087 a 2.630 litros).

Martín Hinojosa, presidente del INV, destacó que el aumento de agosto se da dentro de un crecimiento acumulado de 1,3 %, mientras que otras bebidas cayeron. “Esto obedece a un trabajo de esfuerzo en la promoción del vino, creo que las bodegas han trabajado mucho en incentivar el consumo. Tenemos una calidad muy alta por la cosecha de este año, es algo que viene de meses”, apuntó el funcionario.

Además, para Hinojosa hay una tendencia de “desmitificar” el consumo de vino, algo que ayuda a la hora de sumar nuevos consumidores: “Hay un trabajo de muchas bodegas de simplificar el consumo. El mercado interno es amplio y se trabaja en todos los sectores y valores de vinos, es un esfuerzo que hacen todas las bodegas y es bueno que siga esta tendencia positiva”.

Por qué aumentan los despachos

En un contexto de pérdida del poder adquisitivo y de incertidumbre económica, era esperable (aunque no deseable) que los despachos de vino cayeran. ¿A qué se debe, en cambio, el incremento? Patricia Freuler de Ortiz, presidente de Bodegas de Argentina (BdA), aclaró que es preferible analizar períodos largos en vez de un mes, porque las variaciones pueden ser mayores en poco tiempo.

“Lo que estemos viendo es que este año hay más actividad en restaurantes. La gente no tiene capacidad de ahorro, porque con la inflación que hay no tiene mucho sentido ahorrar. Por eso gasta mucho más en todo lo que es diversión y esparcimiento”, analizó Ortiz.

Ortiz indicó que no hay un único motivo que explica la mejora de las ventas, pero consideró que el cambio en la tendencia de consumo es uno de los principales motivos. En cuanto a la consulta sobre si un 1,3% es algo positivo o es una señal de estancamiento, la presidente de BdA contestó: “No lo veo preocupante todavía, pero ya vemos empezar a subir el stock”.

Por su parte, Diego Stortini, presidente de la Cámara de Comercio de Tunuyán (CIAT), analizó que el Mercado Interno presenta fuerza y tracción en parte por el decaimiento de las ventas en el Mercado Externo, principalmente por la brecha cambiaria y el “encarecimiento” del producto argentino. Hasta agosto inclusive, las exportaciones de vino acumulan una caída del 5,8 % (8 millones de litros).

Como el exterior es menos atractivo, cada vez más bodegas apuestan por el interno y generan movimiento en ese mercado. “El productor argentino ha perdido rentabilidad de cara al mercado externo y ve poco tentador salir a jugar a nivel internacional. Por lo tanto si bien hay una crisis en Argentina, hay más tracción porque hay más oferta y dinámica”, opinó el presidente de la CIAT.

Stortini también diferenció que la crisis argentina se siente más en el consumo de vinos más económicos, de menos de $ 1.000, mientras que en los segmentos de alta gama hay una mayor dinámica. En efecto los números del INV señalan una caída en el acumulado a agosto de -2,9 % para los vinos sin varietales, mientras que crecieron 8,1 % los varietales.

“En los segmentos de alta gama hay una necesidad de las vinotecas de monetizar su producto y hacer inventario, de invertir en vino, entonces la compra de vinos premium tiene un sostén en la demanda. Hoy el vino de $ 1.000 para arriba tracciona. Mientras que de $ 1.000 para abajo cuesta más, con mayor competencia y un consumidor objetivo que sufre más la crisis”, analizó Stortini.

El acumulado del mercado interno

Más allá del crecimiento puntual de agosto, todos los consultados pusieron énfasis en la importancia de analizar la tendencia a largo plazo. En ese sentido, el acumulado entre enero y agosto de 2022 para el mercado interno arrojó un crecimiento del 1,3 %, pasando de 541,84 millones a 548,81 millones de litros.

Como se comentaba, los sin mención varietal cayeron -2,9 % (de 355,6 millones a 345,17 millones de litros) y los varietales subieron 8,1 % (de 164,53 millones a 177,77 millones de litros). Con un menor volumen, los espumosos crecieron 26,2 % (de 18,3 millones a 28,3 millones de litros) y la categoría “otros vinos” cayó -18,1 % (de 34.590 litros a 28.342 litros).

Si bien el 1,3 % de incremento puede sonar como poco, para Martín Hinojosa es una buen noticia si se considera el contexto de argentina: “Lo normal es que hubiera caído, y no solo que no cayó sino que hubo una leve mejora, habla bien del sector público y del privado. Es una buena noticia que siga aumentando el consumo de vino cuando a otras bebidas les cuesta. Y estoy hablando con números en la mesa”.

Además, el presidente del INV destacó que tener un mercado interno fuerte permite que puedan desarrollarse bodegas chicas y medianas, mientras que para el mercado exterior necesitarían un gran volumen, una estrategia comercial y costos de logística. “No es lo mismo vender en un mercado propio como Argentina que en China donde se complica desde el idioma hasta el horario. Empezar por el mercado interno te da la escuela para animarte después a mercados externos”, señaló Hinojosa.

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