El breve repunte de las ferreterías y las pinturerías en la cuarentena

Ambos rubros encontraron ventajas durante las primeras semanas de la pandemia, sin embargo, distintos factores hicieron que las ganancias cayeran otra vez.

El breve repunte de las ferreterías y las pinturerías en la cuarentena
Impulso. Los ferreteros trabajaron más en el inicio de la pandemia. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Las primeras semanas de la cuarentena, cuando no se anticipaba por cuánto tiempo iba a extenderse ni el impacto que iba a tener en la economía, muchas personas que se quedaron en casa decidieron ponerse al día con reparaciones postergadas por meses o años. Esto motivó que el rubro de ferreterías, que estuvo entre los exceptuados desde el comienzo, tuviera un repunte, al igual que el de las pinturerías.

Pero duró poco tiempo. La disminución de ingresos, la pérdida del trabajo, la incertidumbre sobre el futuro motivaron que la gente que podría invertir, eligiera resguardarse. Además, por la amplia brecha entre la cotización oficial del dólar y el blue, muchos proveedores se guardan mercadería hasta que la situación sea un poco más clara.

Daniel tiene una ferretería en Dorrego y cuenta que la pandemia lo favoreció mucho en un principio. Es que personas que trabajaban en actividades que no estaban exceptuadas se dedicaron a arreglar la vivienda. Esto compensó incluso por otros clientes, como una escuela y un hotel, que dejaron de comprarle. También, por los padres de los alumnos del establecimiento, que ya no van a llevar a sus hijos.

Aunque en ese momento las ventas subieron considerablemente, en el último mes la demanda ha caído porque hay gente que se ha quedado sin trabajo y a otros les han reducido el sueldo. “Muchos pensaron que eran dos semanas de vacaciones, porque no se sabía nada de esta pandemia. La primera semana comían pollo al disco todos los días. Ahora, comen arroz y me dejaron de comprar”, ilustró.

Si bien la construcción se habilitó, Daniel señala que el protocolo establece exigencias que para los particulares son difíciles de cumplir, porque, lamentablemente, en el 80% de estas obras los trabajadores están en negro. Y cuando una persona evalúa que debe colocar un baño químico, proveer a los albañiles de alcohol en gel, máscaras y barbijos, prefiere esperar.

Pero además, tampoco consigue mercadería. Es que por un lado, los proveedores mendocinos compran en Buenos Aires, donde si se registra un caso sospechoso en una fábrica, se cierra. Y por otro, especulan con la cotización del dólar, al punto que le han recomendado que guarde los artículos importados. Con este panorama, cuando pide diez destornilladores, le mandan dos; con un 35 a 40% de aumento con respecto a febrero.

Las pinturerías

Edgardo Sierra, de Pinturas Tekno, comentó que el único mercado que se movió durante la cuarentena fue el de las personas que querían pintar una habitación. Aunque tenían la tienda online ya funcionando con envíos a domicilio, en abril hubo una reducción en las ventas del orden del 70%. Pero en mayo observaron un repunte, con la apertura de un mayor número de negocios y el hecho de que muchos salieron a ponerse al día con las compras, lo que les permitió acercarse a los valores de febrero.

“La gente tenía abstinencia de compras. Después de tener prohibidas tantas cosas, cuando le dieron rienda suelta salió a comprar. Se notó en la mayoría de los rubros”, planteó. Pero mostró sus dudas sobre cómo cerrará junio, luego de la reimplementación de restricciones; aunque las consideró entendibles. “Las limitaciones por DNI nos sacan 50% la posibilidad de que alguien venga”, señaló.

En cuanto a la construcción, Sierra coincidió en que no ha tenido el despegue que se esperaba, particularmente porque no hay obra pública y los particulares están temerosos de la posibilidad de contagios. Si bien indicó que hay algunas obras pequeñas, como la terminación de un complejo de dúplex, se trata de un movimiento incipiente.

El dólar y los aumentos

Por otra parte, el Covid-19 ha generado algunas demoras en la reposición de materias primas, como también discusiones en torno a qué cotización del dólar tomar. Frente a esto, los precios han aumentado entre un 15 y un 20%, que en la pinturería han trasladado sólo en parte a los clientes, para no resentir más las ventas.

Carlos, de Pinturerías del Centro, plantea que las ventas siguen reprimidas por diversas razones. Una de ellas, que ya no se puede ir a elegir los colores en familia, sino que sólo puede entrar al local uno de los integrantes. También, que algunas personas prefieren no llamar a un pintor, por la posibilidad de contagio.

Asimismo, comentó que cuando parecía que todo se estaba calmando, varios clientes le pidieron presupuesto y, por los positivos en Maipú, algunos prefirieron esperar unos días más. “Cuando empezó el aislamiento, cerramos. No se movió nada. Después autorizaron la venta por Internet y nuestras camionetas iban a domicilio con el posnet. Más adelante se liberó y fuimos tomando ritmo. Y la semana pasada empezamos a mejorar”, enumeró sobre el proceso, sin saber cómo seguirá.

Carlos reconoció que en un principio la gente no sabía qué hacer en la casa y, “para no volverse loca”, se compraba un tarro de pintura. Pero cuando la situación se extendió y llegaron las reducciones salariales, muchos han tenido que concentrarse en las necesidades básicas. Incluso, quienes habían planeado invertir el aguinaldo, lo recibirán más adelante y en cuotas, por lo que se diluirá el ingreso adicional.

Pero aún dentro de estos rubros que no se vieron tan afectados como otros por la caída del consumo, se observan diferencias. José tiene una ferretería en el centro de Godoy Cruz y la mayor parte de las ventas dependen de la gente que transita por la zona. De ahí que haya tenido una disminución de los ingresos del 50%.

“Nunca había traído envases muy pequeños o las marcas económicas y las he tenido que traer para no perder una venta”, lanzó. Y agregó que con la suba del precio de los alimentos, las familias intentan hacer rendir el dinero. De todos modos, aclaró que esta situación ya viene desde hace unos tres años y la pandemia la terminó de profundizar.

José mencionó un dato que pinta el panorama: lo que más ha crecido en las últimas semanas es la venta de adhesivos, porque la gente, en lugar de reemplazar lo que se le rompe, lo arregla. Y cuando buscan pintura, preguntan por el tarro más chico.

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