La dolarización pre electoral no le da respiro al Gobierno y el “blue” cerró este viernes a $ 885 en la City porteña, mientras que en el interior del país durante buena parte de la jornada se operó en $ 900.
Pasado el efecto intimidatorio de los allanamientos del jueves y luego de haber deslizado la posible suspensión de una conocida sociedad de Bolsa por maniobras irregulares, las transacciones retomaron su ritmo habitual en el mercado paralelo y el billete sumó otros $ 20 respecto de la cotización previa. De esta forma acumuló en la semana un incremento de $ 80. Desde principio de año el dólar informal subió $ 539, lo que implica un avance de 155%.
El valor de $ 885 consolida al “blue” como el tipo de cambio más alto de todos los vigentes.
Además del mayor circulante puesto en la calle con las diferentes medidas adoptadas en las últimas semanas, buena parte de este incremento está motorizado por la no renovación de colocaciones a plazo fijo, dado que los inversores prefieren pasarse a moneda dura a la espera de los resultados del 22 de octubre.
“En estos niveles de incertidumbre parece no haber precio que le ponga un techo al dólar. Y en este contexto, fogonazos desde la política para que el ajuste se haga antes de un eventual cambio de mandato agudizan los temores y elevan el riesgo de que la crisis cambiaria se contagie al sistema financiero. La salida de depósitos luce todavía marginal, pero la tasa de renovación de las colocaciones a plazo se recortó a niveles de 93%, semejantes a los que prevalecieron en la corrida de 2019 y en el cuarto trimestre de 2020″, señalaron desde la consultora LCG.
El propio secretario de Industria, José Ignacio de Mendiguren, admitió que la inestabilidad del tipo de cambio es producto del clima “pre electoral” e insistió que la solución está en la necesidad de “dólares, si no reforzamos reservas el resto es jarabe de pico”.
Para intentar combatir parcialmente esta inestabilidad y reforzar uno de los tantos flancos vulnerables, el gobierno trabó las operaciones en la Bolsa de Comercio, ampliando lo que se conoce como “parking”, que es el tiempo mínimo que el inversor debe tener en la cuenta los bonos para poder venderlos en dólares tras haber sido comprados en pesos.
A través de una resolución, la Comisión Nacional de Valores (CNV) estableció que los bonos con legislación extranjera deberán permanecer cómo mínimo cinco días en la cuenta del inversor para luego ser vendidos contra dólares. La norma no afecta a los bonos con ley argentina.
La medida le impone un riesgo adicional a quienes quieran operar en este mercado por el tiempo que deben tener inmovilizados sus activos en medio de un clima de infinita volatilidad.
Para tomar esta determinación la Secretaría de Finanzas también jugó con el calendario: al fijar cinco días hábiles de parking, como la resolución se publicó este viernes, las operaciones que se inicien el lunes podrán cerrarse recién el martes 17 de octubre, ya que el viernes 13 y el lunes 16 son feriados. Así, sólo quedarían tres ruedas para operar con esta clase de activos antes de las elecciones. Además el próximo lunes 9 de octubre no habrá mercado de bonos en los Estados Unidos, lo que quita referencias de precios.
La respuesta de los agentes económicos fue seguir castigando a los bonos argentinos que sufrieron una nueva baja y ya cotizan en promedio a un cuarto de su valor nominal.
Los especialistas de mercado explican que de esta manera el Gobierno segmenta la operatoria y frena la salida de divisas por el Contado con Liquidación.
Cabe recordar que en las últimas horas el Ministerio de Economía habilitó a una serie de sectores a liquidar el 25% de sus exportaciones por el CCL, que ahora tendrán que asumir ese riesgo si ingresan al país ese dinero y luego quieren girarlo al exterior.
Según explicó el economista Gabriel Caamaño, el gobierno tiene en su poder BONARES con los que puede intervenir en el dólar MEP, pero carece de títulos como CEDEARS o LEDES que son los que necesitaría para hacerlo en el “contado con liqui”. De allí el fundamento de la decisión.
En el primer día de vigencia el MEP subió 4,1% a $ 817, mientras que el CCL se mantuvo sin cambios en $ 892,43.
En este contexto el Banco Central tuvo que ceder U$S 91 millones, el monto más alto desde el 11 de agosto, según precisó el operador Gustavo Quintana. De esta forma, en las primeras cinco ruedas de octubre el BCRA resignó reservas por U$S 176 millones, en una dinámica que inquieta a los inversores.