A pocos días de la elección presidencial en segunda vuelta, el gobierno de Alberto Fernández volvió a endurecer el cepo. En esa ocasión se trata de una restricción para quienes compraban dólares para adquirir inmuebles mediante créditos hipotecarios.
El comunicado del BCRA, bajo el número A 7985, la institución dio a conocer que aquellos que podían acceder a este tipo de créditos no podrán realizar más. La reglamentación específica que quienes quieran pedir un crédito hipotecario para comprar su primera vivienda, no lo podrán hacer mediante moneda estadounidense.
Concretamente, lo que se dejará de hacer es comercializar la divisa con método MULC, es decir, no podrán cambiar los pesos por dólares a través del Mercado Único y Libre de Cambios.
Antes del cepo regulado por el BCRA, este sector era uno de los pocos que lograba evadir las restricciones cambiarias. De hecho, con el fin de facilitar el acceso a la vivienda en un mercado dolarizado, el Gobierno permitía a aquellos que recibían este tipo de préstamos utilizar los pesos para adquirir dólares, hasta el límite máximo del préstamo o el equivalente a US$100.000, el menor de los dos montos.
En estas situaciones, se podía acceder al dólar oficial minorista, actualmente valorado en $372,50 según la cotización del Banco Nación. No se aplicaban los recargos por el impuesto PAIS (30%), el impuesto a cuenta de Ganancias (100%), ni el impuesto a cuenta de Bienes Personales (25%), a diferencia de lo que ocurre en la compra de dólares para ahorro ($950).
Esta transacción estaba avalada por AFIP, mediante una condición para la compra de viviendas en el país. Ahora con la restricción se busca que dejen de fugarse las reservas del Banco Central que ya están en negativo.
Un fantasma del pasado, los créditos hipotecario
Lo cierto es que las entidades bancarias ya casi no otorgan créditos hipotecarios. En años anteriores era más fácil acceder a este tipo de financiaciones y de hecho varias generaciones compraron así sus viviendas, pero con la creciente inflación empezó a desaparecer la posibilidad.
El más reciente y conocido fueron los créditos UVA, pero que por la inflación hoy no son considerados para el trabajador promedio como una opción para tener su casa propia.