El Banco Central definió este jueves finalmente una suba de 550 puntos básico para la tasa de interés de política monetaria, llevándola del 69,5% al 75%, después de conociera el dato de inflación de agosto, que ratificó un problema grave y fuera de control para la economía.
El directorio de la entidad se reunió este jueves y definió elevar la Tasa Nominal Anual (TNA) para sus Letras de Liquidez (Leliq) en un nivel récord para la gestión de Alberto Fernández, mientras que la inflación viaja a la mayor velocidad desde el fin de la hiperinflación en 1992.
Al 9 de septiembre (último dato disponible), el stock de Leliq superaba los 6,14 billones de pesos mientras que los pases pasivos de la entidad rectora se ubicaban en 1,55 billones. Eso elevaba la deuda remunerada del Central a 7,69 billones de pesos, máximo nivel histórico.
La decisión de subir la tasa de interés fue tomada por el Banco Central en sintonía con el ministerio de Economía, que conduce Sergio Massa, al amparo del acuerdo por la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las subas de tasas ya venían impactando sobre todo el financiamiento al sector privado. En agosto se profundizó el descenso iniciado en febrero de los préstamos personales que toman las familias para gastos que no pueden cubrir con sus ingresos propios.
Y eso comenzó a reflejarse en una desaceleración del consumo. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) reportó que las ventas minoristas de los pequeños comercios cayeron 6% mensual en julio y 3,5% respecto de un año atrás. Ese fue un mes de gran incertidumbre. En agosto, un mes con más estabilidad, las ventas de este sector crecieron 1% mensual, pero cayeron 2,1% interanual.
Ahora, con la suba de la TNA al 75%, la tasa efectiva anual –el retorno real por un producto financiero al cabo de un año- supera el 107% y se acerca al récord del 120% de las últimas tres décadas alcanzado en septiembre de 2019 cuando la gestión de Mauricio Macri llevó la TNA al 86%.
Para que no haya estampida de depósitos
Simultáneamente y para aumentar el incentivo al ahorro en pesos, el Central elevó los límites mínimos de las tasas de interés sobre los plazos fijos de personas humanas, estableciendo el nuevo piso en 75% anual para las imposiciones a 30 días hasta 10 millones de pesos.
Para el resto de los depósitos a plazo fijo del sector privado la tasa mínima garantizada se establece en 66,5%.
El Central dijo en un comunicado que en agosto la tasa de inflación nivel general y la tasa de inflación núcleo mensuales se redujeron respecto a julio, aunque sostuvieron un nivel elevado respecto a los meses previos, del 7% y 6,8%, respectivamente.
Por ese motivo, el Banco Central consideró necesario incrementar por octava vez en lo que va de 2022 la tasa de política monetaria y “consolidar así el proceso de normalización de la estructura de tasas de interés activas y pasivas de la economía para ubicarlas en un terreno positivo en términos reales”.
La autoridad monetaria que conduce Miguel Ángel Pesce dijo también que en sus Objetivos y Planes para 2022, informó que comenzaba a dejar atrás el periodo de políticas excepcionales generado por la pandemia y retomaba los lineamentos enunciados en enero de 2020.
En ese sentido, indicó que ahora se ajusta la estrategia con el objeto de establecer un sendero de tasa de interés de política de manera de propender hacia retornos reales positivos sobre las inversiones en moneda local y de preservar la estabilidad monetaria y cambiaria.
Un sendero de tasas de interés reales positivas es exigida por el Fondo Monetario Internacional, que cada tres meses controla los resultados obtenidos por el gobierno en materia de política monetaria y fiscal, entre otras.
Según el Banco Central, “las nuevas tasas permitirán consolidar la estabilidad cambiaria y financiera y potenciar la acumulación de reservas internacionales”.
En su comunicado, la entidad rectora dijo que continuará “calibrando la tasa de interés de política en el marco del proceso de normalización de la política monetaria en marcha, prestando especial atención a la evolución pasada y prospectiva del nivel general de precios y a la dinámica del mercado de cambios”.
“Teniendo en cuenta los senderos esperados para la base monetaria y el resto de los agregados monetarios, la política de tasas de interés que lleva adelante el Banco Central resulta consistente con una reducción del stock de pasivos remunerados (Leliq, Notaliq y Pases) en términos del PIB durante 2023″, agrega el comunicado.
Por ahora, la inflación está muy lejos de enfriarse en la Argentina y el Banco Central reacciona de esta manera. En lo que va del año, el acumulado es de 56,4% y en los últimos doce meses ya llega al 78,5%.
A fines de agosto de 2022, los bancos y consultoras que participan de la encuesta del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Central proyectaron que la inflación minorista para el 2022 se ubicará en 95%.
Pero las diez consultoras y bancos que más vienen acertando en sus pronósticos dijeron que esperan en promedio una inflación de 99,4% para 2022; con 84,1% para 2023; y 63,1% para 2024.