La llegada de la pandemia modificó un sinnúmero de conductas de los habitantes de todo el mundo. Uno de los ámbitos en los que tuvo un impacto considerable fue el laboral, con la implementación del home office o trabajo desde casa. Y si bien, a medida que se fueron flexibilizando las restricciones, se dio un retorno paulatino a la presencialidad en la mayoría de los casos, algunas empresas que alquilaban oficinas no han vuelto a hacerlo, o han buscado lugares más pequeños, y los profesionales optan por evitar ese costo adicional.
El presidente del Colegio de Corredores Públicos Inmobiliarios de Mendoza, Estanislao Puelles Milán, comentó que, en lo que a oficinas se refiere, sólo una pequeña parte se volvió a alquilar después de la pandemia y no cree que el porcentaje supere el 50%. Esto, a diferencia de lo que sucedió con los locales comerciales, que prácticamente se han recuperado en un 100%, aunque con cambios en rubros, dueños del negocio o ambos.
Muchos de los inmuebles que tenían como destino el alquiler para oficinas, añadió, están vacantes, porque no se recuperó el 100% la presencialidad. Por otra parte, el coworking ha favorecido que quienes tienen una empresa unipersonal o son profesionales independientes elijan esta opción, en lugar de reunirse entre tres o cuatro personas para alquilar un departamento –en los edificios en los que el reglamento del consorcio lo permite- u oficina.
En cuanto a las casas de gran tamaño (de 250 metros cuadrados en adelante), en la Quinta Sección y el Barrio Bombal, Puelles Milán planteó que hace varios años que dejaron de ser alquiladas para el rubro oficinas. Es que los inquilinos eran por lo general compañías multinacionales, en particular del rubro minero, y muchas se fueron del país o se quedaron en Buenos Aires.
El titular del Colegio de Corredores Públicos Inmobiliarios de Mendoza sí ha notado una tendencia nueva en el caso de los programadores de software, quienes, en lugar de buscar un departamento de una habitación, que es lo más habitual para quienes viven solos, prefieren uno de dos habitaciones, para destinar una a la oficina y poder estar más cómodos.
Roberto Irrera, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Mendoza, coincidió en que el regreso a las oficinas se ha demorado porque hay gente que todavía está trabajando desde su hogar. Y que si bien quienes atienden al público debieron regresar mucho antes, los que se han podido adaptar a la modalidad de home office la han mantenido.
Esto se observa incluso, acotó, en quienes tenían locales comerciales y, cuando se vieron obligados a cerrar por un tiempo, desarrollaron estrategias de venta a través de las redes sociales y, cuando pudieron volvieron a abrir, optaron por seguir vendiendo desde sus hogares, con reparto a domicilio. De esta manera, se ahorran un costo fijo importante.
El corredor inmobiliario manifestó que hay edificios de la Ciudad, que se construyeron como propiedades de oficinas, que están vacíos, porque para convertirlos en departamentos se tienen que adaptar, modificar el reglamento de copropiedad y obtener la aprobación municipal para cambiar el uso.
Por otra parte, mientras las edificaciones más antiguas no han podido recuperar la ocupación prepandemia, recientemente se han construido o proyectado inmuebles con oficinas, que ya se adaptan a estos cambios en la modalidad de trabajo, como espacios flexibles, amplios, luminosos y compartidos.
En varios casos, los lugares de trabajo están incluidos en un proyecto que también tiene locales comerciales y gastronómicos, además de contar con acceso a estacionamiento. Con estas propuestas se reafirma el concepto de cercanía, que se instaló con la cuarentena, ya que los sitios elegidos están fuera de la Ciudad.
Paula Pía Ariet, directora de Gestión Consultores, indicó que apenas un 4% de las empresas no volvió a abrir oficinas y si bien algunas redujeron el tamaño de las instalaciones, el 96% volvió a tener un espacio físico compartido. Es que la gente, explicó, ha preferido tener una modalidad de trabajo híbrida, en la que alternan algunos días de la semana de trabajo presencial con otros desde casa.
Y si bien los sitios de coworking han ganado protagonismo, las mismas oficinas de las compañías han priorizado los ambientes más abiertos y compartidos. Sin embargo, aclaró que el sector TIC queda fuera de este análisis porque era el que más había incorporado el trabajo remoto antes de la pandemia y que lo ha sostenido en el tiempo, casi en un 100%.
Renata Sánchez Samperi, de Red Couch Torre Emilia, explicó que tienen tanto un espacio de coworking –es decir, de puestos individuales de trabajo- como uno de oficinas flexibles, que alquilan las empresas. Si bien a fines del año pasado todavía la pandemia estaba interfiriendo y, en enero de este año, con el pico de contagios de Covid, estuvieron complicados, a partir de febrero comenzaron a aumentar las consultas y hoy no tienen puestos de coworking disponibles y sólo les queda una oficina, con lo que han alcanzado el 96% de ocupación.
En cuanto al perfil de las empresas, comentó que en un principio apuntaron a las locales, porque las restricciones dificultaban que vinieran de otras provincias. Pero ahora, las grandes, de Buenos Aires y de rubros como el turístico, consultoría y de tecnología, están retomando sus planes de venir a la provincia para tener un hub tecnológico o un área comercial.
Sánchez Samperi señaló que las compañías no eligen este sistema por una cuestión de costos, porque las oficinas flexibles no son más económicas que las tradicionales, sino porque les gestionan el espacio. Es decir, Red Couch se asegura desde que el café esté caliente hasta que cuenten con una buena recepcionista, insumos y una serie de comodidades, que además implican un beneficio para el recurso humano.
Y sobre quienes trabajan en estos espacios, indicó que todos han vuelto con la modalidad híbrida, es decir, con algunos días de la semana presenciales y otros de home office. Es que la presencialidad es importante para las reuniones creativas y para generar y fortalecer la cultura de la empresa, mientras que trabajar desde casa puede ser mejor para concentrarse en una tarea específica.