En los primeros días de agosto, la consultora D’Alessio IROL desarrolló, para el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina, la encuesta de Expectativas de Ejecutivos de IDEA. El relevamiento arrojó, como principales resultados, que la economía se ha comportado por debajo de lo previsto, que no mejoran las expectativas sobre el futuro de la economía y que los consultados esperan una suba de las principales variables macroeconómicas -dólar, tasas-, con especial foco en la inflación.
También, que la evaluación de la empresa es mejor que la del país; que las ventas y exportaciones denotan la retracción general; que el empleo privado mantiene una tendencia estable; que la inversión como proporción de las ventas estimada para el 2022 muestra una recuperación; que las tasas de capacidad de operación son similares a las de 2020; y que la rentabilidad no se recupera.
El 65% de los 245 ejecutivos socios de IDEA que fueron encuestados, evaluaron que la situación económica del país durante el primer semestre de 2022 estuvo mucho peor de lo que habían anticipado y el 23% moderadamente peor. En cuanto a las perspectivas para el segundo, los porcentajes se modifican al 33% y 37% respectivamente; aunque se pasa del 88% que cree que será peor, al 70% que sigue opinando que la situación no mejorará (ni siquiera se mantendrá igual).
Destacan como positivo un mayor consumo y la reactivación post pandemia, pero ven como desfavorable la aceleración de la inflación, la falta de un plan económico, la incertidumbre, la escasez de dólares, la emisión monetaria, la falta de expectativas alentadoras, el aumento del gasto público y la presión tributaria.
En cuanto a lo que anticipan con respecto a la situación económica-financiera de sus propias empresas, el 49% cree que empeorará (el 10% mucho peor), mientras que 41% considera que seguirá igual y 10% que mejorará. El panorama de las ventas tampoco es muy alentador, ya que 29% opinan que crecerán, pero 41% que caerán (30% levemente); y el de las exportaciones arroja que 20% visualiza un aumento, pero 28% un descenso y 52% que se mantendrán estables. De ahí que sólo 11% espere un incremento en la rentabilidad y 63% una disminución.
Los consultados mencionaron, entre los factores que tendrían mayor impacto positivo sobre la economía -por orden de importancia-: la reducción del déficit fiscal, cambios en el marco impositivo, seguridad jurídica, la liberación del mercado de capitales, la mejora en la gestión Ejecutiva nacional, el estímulo a pymes y la simplificación burocrática, e incentivos en el marco laboral, entre otros.
Y sobre lo que consideran los desafíos de su negocio para los próximos 12 meses, enumeraron: salarios, retención de talentos, provisión de insumos, atracción de personal idóneo, tecnología, condiciones de comercio internacional, obtención de crédito, tensión sindical, energía, tarifas y cumplimiento regulatorio.
El informe completo se puede descargar en el siguiente link.
