En un fenómeno que se inició en 2020 y continúa este año. Muchas instituciones educativas se adaptaron al formato online y crecen con esta ola digital. Desde el gobierno también señalan el aumento de la virtualidad y las posibilidades que abre.
Antonella Viggiani es profesora en Ciencias de la Educación y cofundadora de Dínamo Labs, un laboratorio de diseño y creación de experiencias de aprendizaje memorables. En su mirada, el crecimiento de los cursos online “ha sido exponencial” por un tema de necesidad.
“Mendoza y en general el mundo, están llenos de formación y capacitación, y todo migró a la virtualidad, aumentando la competencia y viendo cómo te destacás. Hay cursos que son realmente interesantes y otros que son más un sacar un producto para ‘ver si prende’”, analiza Viggiani.
Si bien muchos cursos hacen hincapié en aprender a usar un recurso o tecnología, puede faltar una visión pedagógica o didáctica detrás del recurso en sí. A eso se suma, según Viggiani, el poder generar capacidades digitales: “Yo puedo proponer una capacitación con simuladores, pero si del otro lado todavía tenemos dificultades para acceder al correo, estamos complicados”.
Desde el Ministerio de Economía y Energía destacan que una decisión fue adaptar las capacitaciones que ofrecía el gobierno al formato virtual. Emilce Vega Espinoza, a cargo de la Dirección Territorial de Empleo y Capacitación, señala que durante 2020 se formaron así más de 8.000 personas, con temas que fueron desde emprendedurismo hasta habilidades blandas.
“Este año decidimos ir combinando presencial y virtual. Por ejemplo, hicimos una capacitación destinada a mujeres sobre oficios tradicionalmente masculinizados, como carpintería, y acá fue más necesaria la práctica presencial. Pero en otras, como marketing digital, fueron en su mayoría virtuales”, señala Vega Espinoza.
Si bien la idea este año era trabajar de manera presencial, se aclara a los interesados que dependen de las restricciones sanitarias del momento y van cargando la oferta de cursos en la web del ministerio. Además, buscan trabajar con oficinas de empleo municipales para que las personas sin buena conectividad puedan acceder.
“El año pasado había mucha gente en su casa en la pandemia dura. Hoy tenés más posibilidad. Cambió la forma en que uno se capacita. También es cierto que, para algunos sectores, es más sencilla la virtualidad, y más lejos del Gran Mendoza es difícil, por eso es tan importante el rol de las oficinas de empleo”, subraya la funcionaria.
Aprendizaje colaborativo
Una empresa educativa que creció mucho durante la pandemia fue Egg Educación, que pasó de tener 35 empleados fijos a ser más de 90 personas. Ellos preparan para el ingreso a universidades de salud e ingeniería, y forman en habilidades como programación, coach y marketing.
Danila Bragagnini, directora de Comunicación y Marketing, explica que su educación se construye a base de una metodología de cooperación y el Algoritmo de la Cooperación Humana (HCA): “El HCA conforma equipos de aprendizaje que maximizan la cooperación entre los estudiantes y, así, mejora el rendimiento, fomenta la inclusión y permite el desarrollo de nuevas habilidades”.
Fue así que conectaron herramientas como Zoom y Google Meet con su algoritmo para crear espacios de aprendizaje virtuales y cooperativos. Los desafíos de la virtualidad frente a la presencialidad son, fundamentalmente, la altísima tendencia al abandono y la dificultad para generar interacciones genuinas entre pares.
“Pero nuestra tecnología resultó funcionar mucho mejor de forma virtual, sin la necesidad de edificios ni pizarrones. Los resultados nos sorprendieron. Redujimos el abandono en un 50% e incrementamos en un 70% el rendimiento académico. Además, el 90% de nuestros estudiantes sostiene que, en la plataforma Egg, se siente más conectado con sus compañeros”, comenta Bragagnini.
Ahora, desde esa empresa planean lograr 100 mil usuarios para fines de 2021 y 100 millones de usuarios para 2025. “Según nuestras métricas, vamos bien encaminados”, apunta.
La virtualidad de los cursos les permitió llegar a miles de personas en América Latina y eso para Bragagnini trae otro beneficio: “Como estamos convencidos de que a través de la cooperación surgen las mejores ideas, nos entusiasma que la tecnología Egg trascienda los límites geográficos de nuestra jurisdicción para llegar a cualquier persona en cualquier lugar”.
En la cocina
El desarrollo de cursos online durante 2020 este año no se limitó sólo a habilidades como programación, sino que involucró hasta la gastronomía. Un ejemplo de ello fue el IGA (Instituto Gastronómico de las Américas), que se adaptó para continuar las clases con sus alumnos y ofrecer nuevos cursos de cocina.
Así lo cuenta Laura Zavattieri, directora de IGA filial Mendoza, quien asegura que en 2020, a poco de iniciar la fase 1, comenzaron con clases por Zoom y subían videos a través de su propia plataforma educativa. Además, al ser parte de una red de institutos con 140 filiales en cinco países, pudieron ofrecer una gran cantidad de cursos online.
“Yo creo que tener el respaldo de una Red de Institutos de Gastronomía nos permite rápidamente accionar, adelantarnos a las situaciones e innovar permanentemente en las respuestas a nuestros alumnos y egresados”, comenta Zavattieri. Además menciona otros diferenciales como pasantías, bolsas de trabajo, material de estudio, uniformes y elementos de cocina.
Para la directora de IGA Mendoza, una ventaja para afrontar la transición a la virtualidad fue contar con una plataforma educativa en la que los alumnos cursaban las materias teóricas. “Tuvimos que generar nuevos recursos didácticos para hacer más interactivas las clases por la plataforma Zoom”, detalla. Crecieron en la cantidad de cursos online, seminarios y masterclass, y lo continúan este año.
Zavattieri considera el resultado como muy positivo, ya que muchos alumnos continuaron a pesar del cambio drástico que fue pasar de un aula de cocina a estar frente a una pantalla. También implicó un esfuerzo por parte de toda la comunidad educativa, volver a trabajar en diciembre de 2020 de manera presencial, recuperando clases y cumpliendo “con el compromiso asumido con los alumnos”. A esto sumaron cursos para no profesionales.
Enseñanza virtual
En lo que se refiere a la enseñanza virtual (llamada en inglés, virtual learning), una empresa local que desarrolla cursos para empresas, los programa y entrega, es InterBrain. Su co fundador y director ejecutivo, Alberto Aguiló, sostiene que hay todo un mundo de posibilidades y cada vez más empresas lo aprovechan.
“Durante 2020 y 2021 hemos visto un gran crecimiento. En nuestro caso, sumamos un 40% de personal a lo que ya teníamos. Por ejemplo, ahora trabajamos con un fabricante de camiones que tiene una planta en Tucumán y planea virtualizar su centro físico de capacitaciones”, comenta Aguiló.
La virtualidad permite superar las fronteras, como hicieron al exportar a México un simulador de realidad aumentada para hacer un entrenamiento. “En este contexto de pandemia, me parece importante minimizar la exposición de la persona. Yo lo veo como una gran oportunidad. Los gobiernos también. Tenemos con la provincia un proyecto de entrenamientos masivos”, detalla el cofundador de InterBrain.
Un hecho que considera como un aval es que, en abril de este año, la Superintendencia de Riesgos del Trabajo emitió una disposición que, entre otras cosas, permite acreditar constancias de capacitación realizadas de manera online.
Aguiló cree que un desafío es lograr una transformación digital evolutiva que sea integradora, es decir, que la gente no quede afuera. Así, se deben buscar opciones para acercar a quienes hoy son “analfabetos digitales” y así puedan sumarse.
Las capacitaciones virtuales seguirán
Antonella Viggiani, cofundadora de Dínamo Labs
“La capacitación online es una puerta al mundo. Internet nos permite acceder a personas, experiencias, ideas… no hay límites para aprender, para seguir potenciando nuestros saberes y capacidades. Es también un desafío, que supone preparar a las futuras generaciones, formar la autonomía y desarrollar las competencias digitales requeridas para que puedan explotar -y disfrutar- de ese mundo”.
Emilce Vega, directora provincial de Empleo y Capacitación
“La virtualidad ya existía en nuestra provincia y en el mundo. Lo que acentuó la pandemia es la necesidad de trabajar esto como herramienta. Las capacitaciones y cursos han tenido que migrar del formato presencial al virtual, aggiornarse a esta realidad y me parece que es una oportunidad importantísima para federalizar las políticas públicas, que lleguen a todos los departamentos”.
Danila Bragagnini, directora de Comunicación y Marketing de Egg Educación
“Las capacitaciones vía Internet son la nueva normalidad de la educación. No son el futuro, son el hoy. El cambio que verdaderamente pone en jaque a la educación tradicional viene de la mano de la cooperación. Hoy, el conocimiento ya no es transmisión, es experiencia. Las experiencias son siempre más ricas si se construyen en equipo”.
Laura Zavattieri, Directora IGA Filial Mendoza
“Considero que internet es un mundo de posibilidades, que hay que saber capitalizar. Hay mucho por seguir haciendo pero, en nuestro caso, también valoramos la presencialidad, porque cada uno de nuestros alumnos ama la cocina y se aprende mucho más cocinando en persona”.
Alberto Aguiló, Director Ejecutivo y Cofundador de InterBrain
“Yo creo que hoy lo que viene en capacitación de internet implica una globalización. Las universidades y las instituciones educativas empiezan a competir con todo el mundo. Ahora que me pueden certificar a distancia, puedo elegir estudiar en universidades de Mendoza o en el MIT de Estados Unidos. Desde el punto de vista de la educación formal, pone a las universidades en una competencia internacional”.
