A cargo de la principal empresa cooperativa vitivinícola del mundo y también una de las principales elaboradoras a nivel mundial, Eduardo Sancho es un referente de peso dentro de la vitivinicultura. Además de comentar los principales desafíos para 2021 y reiterar su apoyo a la Coviar, el presidente de Fecovita (Federación de Cooperativas Vitivinícolas) sostiene que es necesario crecer en integración y está dispuesto a promover otras cooperativas aun cuando compitan con la actual federación.
-¿Qué desafíos tiene la vitivinicultura para este año?
-Tenemos un 2021 en el que esperamos mantener la recuperación del vino. En 2019 la pasamos muy mal. Muchos productores no pudieron mantener la actividad. En 2020 hubo una recuperación y creo que en 2021 vamos a seguir con una mejora del precio.
Además del desarrollo del mercado interno, tenemos que trabajar mucho en el mercado internacional. La vitivinicultura argentina es competitiva, pero si el gobierno no logra negociar con los países consumidores y además tenemos retenciones, es difícil lograr el nivel de nuestros competidores. Se ha dado un paso muy importante con el plan estratégico a 2030, que plantea mejor hacia dónde tenemos que ir.
-El PEVI 2030 que menciona también ha recibido críticas. ¿Cómo trabajan con quienes se oponen?
-Siempre buscamos ser lo más inclusivos que se pueda. Todos los que estamos en la Coviar debemos tener esa renuncia pensando en el bien común, por ahí renunciando al bien particular. La entidad de la Coviar es lo que dice la ley, una entidad para que todos consensuemos una política en común. Si cada uno quiere sacar su tajada no funciona. Siempre hay cosas por mejorar, sí, seguro que tenemos cosas para mejorar.
Uno de los aspectos importantes del plan estratégico que se reitera con fuerza es la integración de la cadena. Hay una coincidencia total de que hay que integrar la cadena y el sector cooperativo es uno de los integradores.
-¿Se refiere a trabajar más en cooperativismo?
-Hay que buscar distintos modelos de integración. Para nosotros el cooperativo es el mejor pero estamos dispuestos a que se busquen otros. Mientras más se integre la cadena, más puede sostenerse ella y más sectores defenderán al productor. Quizás habría que hacer otro modelo distinto a Fecovita, pero que se integre.
Algunos dicen que Fecovita es concentración, pero no, la federación somos los productores chiquitos que nos juntamos para combatir la concentración a través de una economía de escala. Si estos modelos no existen, habrá una concentración del capital en pocas manos.
-¿Qué otros ejemplos proponen de integración?
-En el Proviar 1 (Programa de Apoyo a Pequeños Productores Vitivinícolas en Argentina) impulsado por Coviar, había contratos a 10 años, muchos de los cuales siguen en vigencia. Era un contrato por el que la bodega se comprometía a comprar al productor y el productor a vender a precio de mercado, no a menos.
Esto permite que el productor pueda trabajar en conjunto con la bodega hacia el mismo mercado. Conviene a los dos. En cambio, cuando el productor y bodega están enfrentados, eso hace perder fuerza y ambos pierden. Lo estamos estudiando para 2030. Si sale un Proviar 2 podría ser. No es una integración perfecta porque es a 10 años
Dentro del PEVI 2030, nos planteamos el estudio urgente de nuevos modelos de integración como un objetivo central. Nos estamos focalizando en no tener una industria concentrada. Hay que ver si podemos potenciar otro modelo cooperativo, porque ahí hay una integración total.
-Al hablar de otro modelo cooperativo, ¿Fecovita permitirá otra federación competidora?
Por supuesto. Promoveríamos la creación de otra federación. No nos oponemos para nada sino que nos ayuda, porque Fecovita no puede abarcar todo el mercado, no tiene la estructura ni es la intención. Nosotros ayudaríamos a cualquier sistema de integración, porque ahora solos tenemos que adaptarnos a la competencia.
A la misma Fecovita se le hace difícil competir con una industria vitivinícola donde el 70% no está integrado. La integración es cuando el productor, la bodega y el fraccionamiento está integrado, entonces los intereses son iguales y el negocio se comparte de la misma forma.
-¿Buscan que se generen otras cooperativas?
-Sí, totalmente. Para eso son necesarias medidas adecuadas y ahí el gobierno tiene que ayudar, no subsidiar, sino ayudar para que esto se vaya dando en el mercado. Tiene que haber políticas económicas que generen un círculo virtuoso que apunten a una mayor integración, como por ejemplo financiamiento accesible a largo plazo.
Fecovita tiene sus limitaciones. Nosotros podemos integrar en la medida que tengamos demanda. Si bien podríamos crecer e incorporar a más productores y cooperativas, también podría formarse otro conjunto de cooperativas que se puedan integrar a una federación distinta. Pero repito, tiene que haber políticas económicas que atiendan a eso.
-¿No teme que las cooperativas que hoy integran Fecovita “se pasen” a la nueva federación?
-El sistema es bastante libre. Hoy una cooperativa le puede vender vino a la competencia. Lo importante para mí no es defender a Fecovita, sino defender al sistema, al productor. La integración no soluciona todos los problemas del productor, pero le da más fortalezas y una mayor rentabilidad cuando la situación mejora. No porque Fecovita haga magia sino porque todos juntos pueden lograr mayor ventaja, como cuando se negocian compras en conjunto.
Te doy un ejemplo: cuando Fecovita empezó a comprar fertilizantes en conjunto, a los productores asociados les salió más barato. Eso a su vez hizo que otros productores protestaran a los comerciantes, porque “¿cómo yo voy a pagar 40 por algo que mi vecino pagó a 20?” y lograran un precio menor. El sistema integrado va beneficiando indirectamente a los que están afuera.
Perfil
Eduardo Sancho es ingeniero agrónomo, hijo de productores vitivinícolas. En 1987 fue presidente de Giol y participó durante el proceso de transformación y fusión con Fecovita. De 1991 a 1997 estuvo al frente de Departamento General de Irrigación y después como ministro de Ambiente y Obras Públicas. Actualmente, es presidente de Acovi (Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas) y de Fecovita, federación que integra a 29 cooperativas y 30 mil hectáreas de viñedos y director de Coviar.