Economía en “fichitas”: el nuevo método que usan los argentinos para invertir y poder ahorrar

Más allá del crowdfunding, los tokens ya se usan como herramienta para financiar proyectos sin venture capital u ofertas públicas. La Argentina no es la excepción.

Economía en “fichitas”: el nuevo método que usan los argentinos para invertir y poder ahorrar
Economía en “fichitas”: el nuevo método que usan los argentinos para invertir y poder ahorrar

Las medidas de aislamiento y distanciamiento social dispuestas para prevenir el contagio del coronavirus representaron, en muchos casos, un golpe brutal para la economía de las empresas. No obstante, antes incluso del arribo de la cuarentena, en el mundo de los negocios comenzó a popularizarse la tendencia de financiación alternativa para dar comienzo a emprendimientos sin tener que recurrir a rondas de inversión u Ofertas Públicas Iniciales (OPI).

Criptomonedas y tokens aparecen en este contexto como protagonistas, más allá del crowdfunding. Mientras a escala mundial se termina de dar forma a la estructura legal de los instrumentos cripto, en el país aún es común confundir “tokenización” con otros recursos que otorga el Código Civil y Comercial. Los artículos 1820 y 1850 establecen la posibilidad de crear un registro especial de títulos valores en sede notarial. Es decir, contemplan de alguna forma la posibilidad de introducir nuevos mecanismos para operaciones financieras en el plano virtual.

Un token, en este contexto, es una unidad de valor que una organización, empresa o particular crea para regir su modelo de negocios y otorgar más poder en el tráfico a los usuarios para interactuar. Para aquellos inversores aún poco relacionados con este mundo, adquirir un token podría equipararse a la instancia de “comprar acciones” o utilizar dinero para "ahorrar en ‘cosas’. Técnicamente, el token es un instrumento intangible representativo de un contrato inteligente para la transacción de la propiedad de un bien o servicio que opera y se verifica en una cadena de bloques (blockchain). Una de las particularidades de esa cadena es que no puede ser modificada debido a que todo lo que acontece en ella queda registrado sin posibilidad de deshacer nada. Este diferencial es el que brinda seguridad, integridad, trazabilidad y transparencia a cada operación y genera un modelo económico descentralizado, que posee una menor burocracia y una mayor rapidez y eficiencia.

INFOTECHNOLOGY se puso en contacto con empresas de diferentes ámbitos y sectores que operan en el país —algunas también a nivel regional —, para que detallen sus experiencias. Guido Quaranta, CEO de SeSociocontó que la idea de crear un marketplace de inversiones tokenizadas surgió a partir de su propio “espíritu emprendedor”. “Ví que algunas ideas que tenía se estaban plasmando y pensé en que me gustaría poder invertir en ellas. Ahí se me ocurrió crear un espacio para que cualquier emprendedor pudiera obtener financiación a cambio de brindar una pequeña porción de su proyecto a otros”, cuenta. Actualmente, SeSocio permite invertir en proyectos tan diversos como “el pase de un futbolista, una película, bicicletas eléctricas o un edificio en Manhattan”. “El monto mínimo para empezar a operar y entrar a cualquier proyecto es de US$ 1. El requisito es demostrar solvencia y la chance de realizar transferencias mediante una cuenta bancaria, cripto o Rapipago”, detalla.

El diferencial de SeSocio, según Quaranta, es que el usuario “ahorra en activos reales y bienes tangibles” y no en una moneda fiduciaria. “El valor del token lo pone el mercado. En nuestra plataforma cada token empieza con el mismo valor de US$ 1 pero después esa cotización varía de acuerdo a las decisiones del resto de usuarios. Si hay mucha demanda su valor sube, y si hay mucha oferta, baja. Pero no hay un ente centralizado que pone los precios”, añade Por otro lado, el Sistema de Protocolos de Liquidez Continua —que permite a los inversores pasar en apenas segundos de una posición en un proyecto a otro— inaugurado el 31 de mayo pasado, le permitió a SeSocio multiplicar por 10 la cantidad de transacciones. “A pesar de la pandemia, crecimos siete veces en transacciones y activos. Antes, éramos 40 personas y ahora somos 110. Para fines de 2020, esperamos ser 10 veces más grandes que el año pasado”, completa. No es poco: SeSocio ya tiene presencia en Chile, Colombia, Perú, México y España.

Por su parte, Guillermo Villagra, CEO de Openbit, contó cómo su emprendimiento busca ser una alternativa de inversión en ganadería. “Comenzamos el año pasado con la idea de dar la posibilidad a pequeños ahorristas de invertir en ganadería sin necesidad de tener un campo, con todo el gasto que ello conlleva”, precisa. En Openbit confluyen inversores en agronegocios y corredores de granos. Además, la empresa alquila campos en Trenque Lauquen y en Benito Juárez. En noviembre de 2019, lanzaron una web que busca convertirse en un fideicomiso ganadero basado en la emisión de tokens digitales respaldados por vacas. “El valor mínimo para ingresar en un bitcow es de $ 12.000, que sería el 10 por ciento de un Bitcow, cuyo valor completo es de $ 120.000”, detalla Villagra. A diferencia de lo que ocurre con muchas criptomonedas, en Open Bit cada BitCow posee un respaldoen este caso de un animal. La plataforma dota al usuario de dos billeteras. Una es de pesos, ahí entran los fondos, y la otra es de Bitcows, donde se acreditan las compras y la distribución de la reproducción del rodeo. “A medida que el rodeose multiplica, se generan nuevos Bitcows, que se distribuyen entre los tenedores. Una persona que invierte en determinado proyecto arranca con una vaca y al tiempo quizá ya tiene 10 o más”, grafica. Para participar de BitCow se necesita tener una cuenta bancaria desde y hacia dónde enviar los fondos tanto en la compra y/o venta de los Bitcows. “Próximamente, además de realizar pagos con tarjeta de crédito y criptomonedas como medios de pago, iniciaremos operaciones en Brasil, Uruguay, Paraguay y los EE.UU”, concluye.

Mike Barrow es especialista informático, vitivinicultor, fundador y CEO de Costaflores, una marca de vinos orgánicos que funciona en Mendoza desde 2003 y explica su proyecto para tokenizar sus vinos. Hace cinco años creó Openvino, un proyecto open source para aplicar tecnología de blockchain e IoT sobre su bodega y marca. “Es una plataforma para cualquier empresa o bodega que lo quiera utilizar. No hago crowdfunding sino que tokenizo mis vinos. Cuando se hace crowdfunding, se le dice al público 'dame plata, y te doy tokens de mi negocio. Vas a participar en la economía de la empresa. En cambio, yo vendo mi producto mediante tokens, emito un token respaldado en vino”, diferencia

Explica que cada año, entre marzo y abril, cosecha, y luego vinifica la uva. “Tarda tres semanas y después, para principio de mayo, tengo una cantidad de vinos que es el denominado del año. Cuando conozco la cantidad de litros que hay, calculo la cantidad de botellas que saldrán, y emito una cantidad equivalente de tokens. Ese vino tiene un año en barrica y tanque y otros dos de guardado en una botella. Recién a partir del tercer año se puede tomar. El 6 de mayo de cada año emito tokens de acuerdo a la cantidad de botellas que tengo”, puntualiza el emprendedor. El primer token de un vino se emitió en mayo de 2018 y se llamó MTB2018.

“Pueden comprarse cuando salen los vinos a un precio de costo y producción hasta el 25 de julio de cada año. Luego, se pueden vender o adquirir a partir de un intercambio en el sitio openvino.exchange”, añade, explicando su mercado secundario. En 2018, el MTB18 —del que se emitieron 16.383 unidades — salió con un valor de $ 97 más IVA. “Ahora flota entre los US$ 9 y US$ 13 cada uno (con cada dólar cotizado a $ 130), es decir, entre $ 1.000 y $ 1.500. Del MTB19 se emitieron 17.707 unidades y del MTB20 unos 9.600 tokens”, detalla.

El proyecto tiene otras dos facetas. Por un lado, la denominada “Extrema Transparencia”. “Toda la información que ocurre en la bodega se puede ver: la humedad, el riego de suelo, y la presión atmosférica, entre otros datos, sumado a la marcha de la contabilidad de la empresa (cuánto se gasta, qué impuestos se pagan, salarios, y AFIP) se escribe mediante blockchain para que se pueda comprobar su veracidad”, detalla.  Barrow concluye que la otra faceta es la “trazabilidad”, aspecto que comenzará a funcionar a partir del 6 de mayo de 2021, cuando las salgan las botellas tokenizadas MTB19. “El que tenga una de esas botellas podrá escanear la contraetiqueta del vino, que lo llevará a una app. Si completa sus datos (nombre y apellido, DNI), se saca una selfie, y responde seis preguntas sobre cómo fue la experiencia tomando el vino, será acreedor de otro token, pero en este caso, equivalente a una acción de la firma. Es decir, pasará de ser consumidor a propietario, un socio y dueño de una parte de los vinos orgánicos CostaFlores a partir del concepto ‘You drink it, you own it’”, completa.

Carlos Altea

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