Este martes se celebrará la audiencia pública para definir el valor de las tarifas transitorias de gas. Se trata del precio que tendrá el servicio público hasta tanto el Gobierno Nacional establezca un nuevo régimen de actualización. En este marco, la Distribuidora de Gas Cuyana (Ecogas) solicitará un aumento del 12%, que en caso de aplicarse, llevaría la factura promedio a $ 1.655.
Las nuevas tarifas regirán a partir del 18 de marzo y no sufrirán cambios durante doce meses, salvo que exista algún “sobresalto” en la economía. En paralelo, este lunes tuvo lugar la audiencia en la que se presentaron las variaciones en los costos del gas en boca de pozo, componente que excede a las funciones de las distribuidoras y está presente en el 40% del total de la factura.
Aumento promedio
La propuesta que presentará Ecogas plantea dos posibles escenarios. El primero considera una suba repartida entre el m3 de gas consumido (cargo variable) y el cargo fijo. Desde la empresa indicaron que la aplicación de este esquema sería “una oportunidad para brindar a los usuarios residenciales y pequeños comercios (SGP) una facturación más previsible, llevando una mayor parte del incremento en el cargo fijo, que es estable durante todo el año, y menos al cargo variable (m³ consumidos), minimizando así el impacto en el usuario en los meses de mayor consumo”. De esta manera, con una actualización del 12% sobre la tarifa actual, un usuario residencial pasaría a pagar una factura promedio de $ 1.477 a $ 1.655.
El incremento variaría según el consumo proyectado por categoría. Un usuario Residencial 1 (R1), por ejemplo, actualmente abona $ 754 y pasaría a pagar $ 854 en promedio, con un incremento del 13,4%. El aumento para el R2 fue calculado en el 11,1%, y la factura promedio mensual pasaría de $ 1.036 a $ 1.151. Para un usuario comercial (SGP), en tanto, el monto a afrontar pasaría de $ 4.649 a $ 5.237 (+12,6%) al mes.
En un segundo escenario, el incremento solicitado para los usuarios Residenciales y SGP se aplicaría en un 100% hacia el cargo fijo. “De esta forma el impacto sería menor en los meses centrales del invierno, donde tiene mayor preponderancia el cargo variable”, aclaró la empresa.
En este caso, el aumento sería del 15,4% para los pequeños comercios (de $4.649 a $ 5.363, promedio mensual), y del 12,3% para los residenciales. Es decir que la factura promedio pasaría de $ 1.477 a $ 1.658. Por categorías, un R1 que paga $ 754, abonaría en promedio por mes $ 873 (15,8%), y un R2, de $ 1.036 pasaría a $ 1.162 (12,2% más).
El gas en boca de pozo
El Gobierno Nacional inició este lunes la audiencia para definir el costo del precio del gas a boca de pozo. Al respecto, la subsecretaria de Hidrocarburos, Maggie Luz Videla Oporto, señaló que las opciones para cubrir el costo del fluido, a fin de atender la demanda prioritaria, deberían tener correcciones que van del 17% al 35%. No obstante, la funcionaria recordó que las tarifas irán siempre detrás de los salarios y jubilaciones, como lo planteó anteriormente el presidente Alberto Fernández.
En la actualidad, el costo fiscal total vigente del gas natural afrontado por el Estado Nacional para 2021 es de entre $ 110.586 millones y $ 132.963 millones, y requerirá de partidas adicionales que van desde $ 36.736 millones (siguiendo la inflación presupuestada), hasta $ 56.087 millones (según estimaciones del REM).
Casi 18 meses sin aumentos
A través de un documento firmado por Federico Zuanich, apoderado de la empresa, Ecogas recordó que la tarifa actual refleja valores ajustados por última vez en abril de 2019 y arrastra un congelamiento que esta pronto a cumplir los 18 meses. “Pese a esto, la empresa ha mantenido un nivel importante de inversiones, acumulando desde entonces a la fecha erogaciones en este sentido por un monto de $ 1.000 millones”, indicaron.
Finalmente, la distribuidora de gas sostuvo que el cambio de facturación de modalidad mensual a bimestral generó costos extra para la empresa, tal como lo hizo también la resolución de las autoridades nacionales que estableció el diferimiento del 22% de los consumos de invierno para ser pagados en los meses más cálidos (este último fue en parte compensado por el Gobierno).