Por Julián Yosovitch - El Cronista especial para Los Andes
El BCRA emitió $ 1,27 billones para financiar al Tesoro en lo que va del año, y se constituyó en la mayor expansión monetaria desde la salida de la hiperinflación en los años 90.´
El crecimiento anual de la oferta monetaria ya es del 100% en lo que va del 2020, y si se lo compara con 2019, el BCRA emitió 15,7 veces más billetes y monedas.
Sin embargo, el nivel de expansión monetaria no tiene correlato con la tasa de devaluación del tipo de cambio oficial, lo cual genera presiones devaluatorias o para mayores controles en el mercado cambiario.
Al comparar la expansión monetaria con el ritmo de devaluación, se observa que ambos fenómenos no están yendo de la mano.
Mientras el dólar de contado con liquidación y el dólar MEP subieron 64% y 60%, respectivamente en lo que va del año, el tipo de cambio oficial solo aumento un 19%. De hecho, el dólar oficial en Argentina se devaluó menos de lo que se deprecio el real brasilero: el dólar en Brasil subió un 33% en lo que va de 2020.
Analistas de Banco Mariva destacaron en un informe a sus clientes a comienzo de julio que la emisión monetaria para financiar al Gobierno nacional había ascendido hasta entonces hasta los $ 1,123 billones en lo que va del año, es decir, 15,7 veces más que la cantidad emitida en el mismo período de 2019, la cual había sido de $ 71.400 millones.
“La mayor parte de esta emisión fue esterilizada por el Banco Central por vía de las Leliq por $ 862.700 millones en lo que va del año, contra una reducción de Leliq observada en el mismo periodo de 2019 de $103.700”, dijeron en Mariva.
Dado este escenario, desde el banco esperan un aumento en el ritmo de inflación, en la tasa de interés anual nominal y en la tasa de depreciación del tipo de cambio oficial durante el tercer y cuarto trimestres de 2020.
A la vez, destacan que tampoco se pueden descartar mayores restricciones al acceso al mercado cambiario oficial que son parte del conjunto de herramientas utilizadas por el Banco Central.
Mas presiones cambiarias
La importante expansión monetaria en 2020 y la falta de un correlato con la dinámica del tipo de cambio oficial generan expectativas entre los inversores y analistas de que ese desarbitraje se corrija en el corto y mediano plazo a través de un salto en el dólar.
Fernando Díaz, Portfolio Manager de Fondos Cohen, coincide agrega que el ritmo de expansión monetaria de este último tiempo está ligado tanto a la asistencia del Banco Central al Tesoro como al endurecimiento de los controles de cambio y que es esperable ver mayores presiones en el ritmo de devaluación.
“Mientras duren los estímulos fiscales y la asistencia por parte del Tesoro a los distintos sectores de la economía vamos a tener niveles altos de emisión. Observamos que el agregado monetario M2 creció un 102% respecto de un año para atrás”, analizó Fernando Díaz.
A su juicio, en los últimos meses hubo una fuerte absorción monetaria vía pases y Leliq que deterioran la hoja de balance del Central, lo que lleva a que haya presiones sobre el ritmo devaluatorio del tipo de cambio oficial.
“Creemos que para el último cuarto del año, e incluso para 2021, deberíamos experimentar presiones sobre el ritmo de devaluación y/o un aumento de la tasa de interés de referencia para absorber algo del exceso de liquidez ocasionado por la emisión”, explicó el portfolio manager de Cohen.
Por su parte, Adrián Yarde Buller, economista Jefe de Grupo SBS destaca que hace rato que la tasa de devaluación no es consistente con la tasa de expansión monetaria y esto es se refleja en la brecha que hay entre el tipo de cambio oficial y el implícito en los activos financieros. Sin embargo, el economista destaca que los controles cambiarios no resuelven este problema.
“Más controles no resuelven el problema. En el mejor de los casos son una forma muy costosa de ganar tiempo. El asunto es para qué se usa ese tiempo. Si el BCRA no aprovecha para ir devaluando a un ritmo consistente con la velocidad a la que estuvo emitiendo pesos, la presión sobre las reservas no va a desaparecer. Y si mantiene la velocidad crucero actual los desequilibrios se van a profundizar. Vender reservas o introducir nuevos controles puede estirar el problema por algunos meses, pero estamos ante un desequilibrio estructural que deberá resolverse tarde o temprano”, afirmó.
Riesgos inflacionarios
La inflación de junio fue 2.2% a nivel nacional, cuando se “esperaba” una más baja y parecida a la de los meses precedentes. La de CABA, en tanto, fue 1,4%. La expansión monetaria no solo genera presiones sobre el tipo de cambio sino que también genera mayores tensiones sobre la inflación futura.
Los analistas de Portfolio Personal Inversiones estiman una inflación del 3,5% mensual para el segundo semestre.
“Si utilizamos un modelo de inflación basado en tipo de cambio y la cantidad de dinero (variación de la Base Monetaria desfasada seis meses), para proyectar la trayectoria de los precios,se podría anticipar con 90% de éxito la inflación futura”, explican en PPI.
En esa dirección, “nuestro modelo estimaba inflación mensual promedio del 2.5% para el primer semestre, resultando finalmente en una de 2.1% y un error del 0,3/0,4% mensual. Para el segundo semestre, el modelo predice una suba de la inflación al 3,5% mensual”, pronostica la consultora.
Las razones: “La fuerte emisión de pesos del primer semestre (que pesa 65% en la proyección de la inflación), aunado a una estimación del tipo de cambio (”crawling peg”) de 2,5% mensual, en un marco en el que no esperamos aún mayores ruidos cambiarios. Claramente, con el tránsito hacia un desconfinamiento masivo, llevaría a que la mayor inflación proyectada no sería una casualidad”, advirtieron.