Desde la semana pasada, cambió la estrategia de intervención para frenarla escalada del dólar blue. En lo que va de la semana, la estrategia, llevada adelante por la Secretaría de Finanzas, que encabeza Diego Bastourre, y el presidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Adrián Cosentino, viene logrando su cometido.
Los operadores del mercado primero fueron “seducidos”, invitados a colaborar “hoy por mi, mañana por ti”. Pero los directores financieros de bancos o titulares de sociedades de Bolsa (Alyc) aseguran que en las últimas horas cambió el tenor de los llamados.
“Mano militar. Fue una orden. Ahora nos piden directamente que no operemos en MEP ni contado con liquidación. El jueves de la semana pasada ya nos habían prohibido operar contado inmediato por cartera propia, pero el viernes le agregaron contado con liquidación en general; pero ahora le agregaron también el dólar MEP. No dijeron por cuánto tiempo, esto es día a día. A los clientes les decimos que el Gobierno los va a estar vigilando si hacen algo”, reveló a El Cronista el director de una entidad financiera.
Uno de los recursos que está usando el Gobierno para evitar que se dispare el dólar financiero es convertirse en una suerte de “Gran Hermano”, vigilar con lupa cada movimiento tanto de los brokers como de sus clientes.
Otro método de intervención del Gobierno es la operación con los nuevos bonos en dólares AL 30 que tiene el Banco Central para hacer bajar el precio del contado con liquidación (CCL).
Luego del canje de deuda, tras el cual el Central cambió bonos del Tesoro ilíquidos por otros nuevos con cotización pública, Miguel Pesce se negaba a hacerlo. Argumentaba que hundiría el precio de los bonos y que subiría el riesgo país. Pero desde que Alberto Fernández colocó a Martín Guzmán al frente del gabinete económico, la orden fue liquidarlos bonos para impedir que suba el CCL.
El CCL es un mercado que mueve u$s 30 millones diarios, una suerte de hermano mayor del blue, donde se operan apenas u$s 6 millones por día. Por lo tanto, una suba del CCL influye en el blue, y viceversa.
Como lo reveló ayer El Cronista, el otro factor de intervención del Gobierno es apelar a las manos amigas para bajar el blue. Como en las viejas épocas de Guillermo Moreno, cuando había dos casas de cambio que ofrecían bloques de a u$s 100.000 para enfriar el precio.
Algunas “manos amigas” suelen acceder a dólares baratos resultantes de operaciones de comercio exterior, que de todas maneras suelen salir hechos marcando precios menores en el blue.