El récord del dólar “blue” en $ 200 plantea una serie de alarmas y dudas sobre la economía local. Si bien se teme que repercuta de forma negativa sobre la inflación y aumente la incertidumbre a pocos días de las elecciones, también puede afectar de manera positiva en un aspecto: el turismo extranjero.
Para José Vargas, director de la consultora Evaluecon, la llegada del “blue” a los $200 en la provincia era algo “previsible” por la evolución de los últimos días. Si bien hay distintos tipos de dólares y los productos importados deberían regirse según el dólar oficial (a $ 99 para la compra y $ 105,250 para la venta), el “blue” es una referencia habitual.
De todos modos, la economía local puede verse beneficiada por el turismo de verano, con la flexibilización en el ingreso de visitantes extranjeros. “Mendoza es una provincia turística, y como los turistas internacionales vienen con dólares, podrán consumir más”, apuntó Vargas.
Dante Moreno, economista asesor del Partido Justicialista, coincide con ese aspecto positivo: “El turista viene con el billete y lo cambia a valor paralelo. Como los precios le van a resultar más baratos, puede permanecer más días y consumir más bienes y servicios. Hay que ver cómo se mueve el turismo internacional, con las reciprocidades entre países y los permisos de ingreso”.
En cuanto a los efectos negativos, Moreno cree que el dólar blue no genera la misma tracción que antes dentro de la inflación, pero pueden verse perjudicados quienes compran insumos en dólares, como la agricultura. Es habitual la venta de productos importados como fertilizantes o agroquímicos a precio “blue”, pero en realidad no corresponde porque quien importa lo hace a precio oficial.
Por su parte, Sebastián Laza, economista asesor del Ministerio de Economía de Mendoza, considera que esta subida “retroalimenta las expectativas de inflación” ya que el blue es un valor de referencia. Además, es perjudicial para promover inversiones: “El inversionista mira tendencias a largo plazo, la brecha cambiaria (hoy, en alrededor de un 100% entre dólar oficial y blue), ve lo que está pasando en Argentina, y se asusta o posterga la inversión”.
Laza concuerda con sus colegas en el beneficio para el turismo y destaca que la provincia en particular tiene una buena posición como destino turístico, con paisajes, infraestructura hotelera y precios bajos en dólares. “A Mendoza le va a venir bien para terminar de recuperar los niveles o los volúmenes que estábamos teniendo en materia turística antes de la pandemia”, analiza el asesor del Ministerio de Economía.
A corto y mediano plazo
Gustavo Reyes, economista del Ieral Mendoza, afirma que el dólar está impulsado por “dos combustibles”: la cantidad de pesos en la economía, que emite el Banco Central, y la incertidumbre. “El dólar es una especie de ticket al Arca de Noe. Cuando hay lluvia, la gente siente miedo y paga precios altos por esa entrada”, ilustra.
¿Puede crecer más? Reyes cree que puede ocurrir si la incertidumbre continúa, no hay acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y si no hay un plan económico o indicios de solución. Incluso, en los mercados a futuro se estima que en los próximos meses (de diciembre a marzo) el dólar oficial aumente en un 5 % cada mes, mientras que en los últimos creció un 1 % mensual.
Además, el economista del Ieral Mendoza señala el perjuicio de la brecha cambiaria: “Ninguna economía puede funcionar bien con dólar paralelo que es el doble del oficial. Genera muchas dudas, porque a los exportadores no les conviene vender afuera y los importadores tratan de adelantar compras, con temor de que no les den más los dólares. ¿Cómo va a seguir esto? Veremos después de las elecciones”.
Para Moreno, el gobierno nacional tiene herramientas para frenar el dólar, y el blue “debe operar en US$ 30 o 40 millones, no es un volumen que pueda implicar consecuencias directas en la economía”. Además, señala que a esta altura en 2021 Argentina tiene un superávit de US$ 12.300 millones, igual a toda la suma del 2020. “Todavía estamos con un dólar competitivo, sino venderíamos menos”, apuntó.
Además, Moreno sostiene que en épocas de elecciones es común que se insista para devaluar. “Si el gobierno aguanta esta presión hasta las elecciones, después podrá bajar la brecha. Para eso deberá darle seguridades a los importadores, como lo viene haciendo, y lograr un arreglo con el FMI”, agregó el asesor del PJ.
Finalmente, José Vargas considera que el tipo de cambio oficial “está relativamente atrasado” por el aumento en los últimos meses del 1 % (menor a la inflación): “Si el ajuste no lo hace el gobierno, lo terminará haciendo el mercado y va a ser mucho más complejo. Probablemente, después de las elecciones haya algún reacomodamiento cambiario con algún plan económico”.
En ese sentido, para Vargas desde hace tiempo hay tensión entre los empresarios por la evolución del dólar y su efecto en productos importados. “Muchos están atentos a lo que pueda pasar, ya se vienen dando algunas restricciones, es una situación compleja. Pasar la barrera de los $200 tiene que ver con la incertidumbre, con el temor, y genera una situación negativa”, agregó el director de Evaluecon.