A la sombra en un stop en sus vacaciones, por meet, Diego Páramos acompaña con sus gestos una gran noticia. Danone anunció el lanzamiento de su primer envase de agua mineral realizado 100% con plástico reciclado (RPET); un hecho histórico para la empresa y más aún para una marca con la tradición de Villavicencio. Es una acción de triple impacto, un propósito… este hecho forma parte de un programa que tiene como horizonte el reciclaje y la meta de recuperar en 2023 el 100% del plástico (PET). “Trabajamos desde hace más de 10 años promoviendo iniciativas ambientales y sociales que garanticen este propósito y la circularidad de nuestros empaques es una de ellas”, sostuvo el director de Marketing de Aguas Danone Argentina.
La novedad trasciende el portfolio. La botella sin la etiqueta de costumbre es la expresión de un modelo de negocio que también se ha planteado generar un impacto social y contribuir con el medioambiente. Detrás de bambalinas hay una gran historia por contar, la del trabajo que se realiza en conjunto con los recuperadores urbanos, con la Fundación Avina. “Imagina la alegría de darle vida a este proyecto. Es el hito más importante, en materia de sustentabilidad, que ha desarrollado la empresa en los últimos años”, señaló Páramos. La campaña de lanzamiento se llama “Naturaleza Intacta”.
“En los últimos dos años nos dedicamos a este proyecto para hacer este lanzamiento posible. Es la conclusión de un trabajo que hacemos con la Fundación Avina desde 2011, el programa de reciclaje inclusivo, donde intentamos promover la formalización del empleo y la formación de los recuperadores urbanos que trabajan en las distintas cooperativas que Fundación Avina ayuda a coordinar”.
-¿Qué es Naturaleza intacta?
- Nuestra naturaleza está en el trabajo de todos los días; cuando el propósito es claro, cuando está por delante de todas las iniciativas, eso vibra. Danone persigue brindar salud a través de los alimentos y bebidas a la mayor cantidad de personas posibles. Esa es la meta, trabajamos para ser la mejor compañía para el mundo y no la mejor compañía del mundo, porque en eso hay una diferencia muy grande. Conseguimos en su momento la certificación B, para poner de manifiesto que somos una compañía que tiene un triple propósito: el social, medioambiental y también económico.
-¿Su Naturaleza?
- Seguimos en la búsqueda de alimentar este propósito que también tiene la marca Villavicencio. Porque que desde su génesis está comprometida a cuidar el medioambiente y eso es ‘la reserva ecológica”. Nosotros tenemos el agua con su “naturaleza intacta”. Todo el grupo que trabaja en la reserva se encarga de mantenerla protegida, de conservar las más de 500 especies de flora y fauna que hay allí; es un lugar mágico.
-¿Cómo se desarrolló el proyecto? ¿Quiénes participaron?
-Toda la compañía. Todas las áreas han aportado, desde desarrollo y las primeras proyecciones de viabilidad hasta el equipo de ventas, porque ya estamos hablando de una realidad: hoy la botella tiene un formato de 1,5 litros.
-¿Cuál es el desafío para el próximo año?
- Para 2023 la marca se compromete a recuperar el equivalente al 100% del plástico de todo su portafolio. Eso significa que el 100% del plástico que nosotros pondremos en nuestras botellas será plástico recuperado a través de la tercera etapa del programa de reciclaje inclusivo. Esto lleva una inversión muy fuerte a nivel local; es un compromiso enorme. Falta un año, pero estamos convencidos que lo vamos a lograr.
-¿Y la punta del ovillo?
-Pensamos involucrar a la mayor cantidad de actores posibles; generamos campañas de concientización para los consumidores, con el packaging sustentable. Hemos dado un paso enorme y queremos seguir en esa línea como parte activa en la solución medioambiental. El resto de las etiquetas de Villavicencio cambiaron su imagen característica de la marca por la leyenda “Que tu botella vuelva a ser botella” para darle mayor difusión al programa; es un mensaje claro que apela a la colaboración de todos. Lanzamos un comercial de televisión hecho con imágenes de comerciales anteriores como parte del mismo concepto. Esto también es parte del programa Naturaleza intacta, es un círculo virtuoso donde todo de alguna manera vuelve a comenzar.
-¿Qué lugar ocupa Villavicencio en el mercado?
- Villavicencio es una marca líder en el mercado argentino de aguas minerales, en cuanto a la participación como a la preferencia. El origen, su vinculación a la montaña, su calidad, la superioridad del producto, la han otorgado un legado enorme; es una marca que tiene más de 100 años de presencia en la mesa de los argentinos. Creo que no hay nadie que cuando ve el hotel de Villavicencio no reconozca la marca. Eso habla también de su trascendencia, de su trayectoria.
-¿Por qué hacer un lanzamiento en verano?
- Es el momento más álgido del negocio, de la temporada. Más allá que bebidas se consumen todo el año es un momento en el que hay más demanda de los consumidores. Generalmente nosotros pensamos acciones muy fuertes para esta época del año. Pero más allá de eso, creímos que realizar un lanzamiento la primera semana de enero era parte del compromiso que teníamos de salir lo antes posible.
-¿Cómo se proyecta el mercado para este año?
-Pensamos que veremos un mercado de recuperación. La pandemia fue un momento bastante complicado para la categoría de bebidas no alcohólicas en general. Hay que ver el contexto económico del país. Tenemos proyectado poner en el mercado más de 2.000.000 de botellas de Villavicencio elaboradas con plástico 100% reciclado, dependiendo de la demanda y disponibilidad del material. Pensamos que el año será auspicioso y trabajamos mucho a nivel compañía para que esto suceda.
- Hablando de recuperadores urbanos, ¿quiénes son sus aliados?
-Somos una compañía presente en todo el país. Buscamos aliados que puedan darle cierta transversalidad a nuestra gestión, a nuestras acciones, para poder tener esa cobertura en todos los puntos en los que hoy estamos presentes. Trabajamos en conjunto con los municipios para la implementación de este programa y propiciamos otros proyectos sustentables. Es la mejor manera de dejar capacidad instalada y que la demanda no siempre sea del privado. Es una forma de poner nuestro “expertise” al servicio del otro. Más allá de buscar proyectos como la mejora de los empaques, queremos visibilizar la situación hidrogeológica argentina.
- ¿Qué te dejó la experiencia de trabajar en Toyota?
- Me llevé una forma de trabajo. Los japoneses son metódicos, de procesos de trabajo. En Toyota había un proceso específico hasta para sacar un café de la máquina. Creo que te llevás eso, la forma de afrontar un problema: desde cómo abordarlo hasta cómo poder encontrar la solución.