A una semana de las elecciones primarias (PASO), Javier Milei anunció en las pantallas de televisión con convicción: “Estamos en condiciones de ganarle a la casta en la primera vuelta”. Este candidato de postura ultra exponía sus percepciones sobre lo que el domingo depararía, y finalmente, “La Libertad Avanza” lo cristalizó en las PASO con un 30,2% de los votos. Sin embargo, tras el remezón electoral, la atención se volcó al terreno financiero.
El lunes, después de lo que algunos llaman “simbronazo”, el valor oficial del peso en Argentina experimentó una caída del 22%. El Banco Central fijó el tipo de cambio en $365 por dólar, $67 más alto que el viernes. Esta depreciación es la más abrupta desde agosto de 2019, cuando la moneda argentina se desvalorizó en un 25% después de las primarias en las que el peronismo, bajo el liderazgo de Fernández, derrotó a Mauricio Macri.
El pulso del mercado se vio afectado durante las primeras horas del lunes, y en las calles, los vendedores informales de divisas conocidos como “árbolitos” auguraban una jornada complicada debido a “la incertidumbre”. Los reportes apuntaban a un gran interés por la compra de dólares, pero escaseaban las transacciones de venta. ¿Era esto parte del fenómeno Milei o de la perspectiva de Sergio Massa? En respuesta a este interrogante, Los Andes dialogó con los economistas mendocinos, buscando arrojar luz sobre las consecuencias de la devaluación y el nuevo panorama económico que enfrentará el país: tipo de cambio, financiamiento y credibilidad.
El impacto en el blue
Según el economista Federico Pagano, “La devaluación en la cotización oficial se reflejará prácticamente de inmediato en el mercado paralelo, blue. Esto tendrá un efecto crítico, ya que establecerá un mínimo de $ 600 como referencia. Si se hubiera continuado una depreciación gradual, pero quizás más rápida podríamos haber observado un valor del blue alrededor de los $ 590 o $ 600 para mañana”. Pagano sugiere que la estabilidad del dólar en el rango de $ 630 a $ 660 es poco probable, ya que este escenario impulsaría fuertemente la inflación.
El ex presidente del Consejo de Empresarios Mendocinos (CEM) resaltó la inminente adversidad inflacionaria de agosto y pronosticó que estos datos probablemente sean los últimos antes de las elecciones generales. En cuanto al aumento de las tasas de interés, el experto financiero señaló que “es un nuevo error garrafal; el hecho de continuar elevando las tasas sin una capacidad real para controlar la inflación tendrá consecuencias devastadoras en la actividad económica. En resumen, esta acción fue tomada demasiado pronto y carece de sensatez. Aunque no sorprende, sí resulta lamentable”.
El resultado obtenido por Massa
El economista Daniel Garro ofrece una perspicaz interpretación sobre el nuevo panorama económico que se avecina en Argentina tras las elecciones primarias (PASO). Según Garro, el efecto que se está experimentando actualmente es producto del resultado obtenido por Massa, no de Milei. De este modo, el proceso de devaluación se espera que se intensifique, ya que Massa carece de herramientas disponibles en el Banco Central y se encuentra limitado en recursos financieros.
El director de la School of Financial Education añadió que esta situación genera interrogantes sobre la futura relación con el Fondo Monetario Internacional. Garro plantea preguntas cruciales: ¿Continuará el Fondo negociando con Massa? ¿O buscará nuevos socios de diálogo? Además, destaca la incertidumbre respecto al acuerdo, ya que el último pacto aún no ha sido firmado y se especula sobre la posibilidad de una reducción de 7.500 millones de dólares. Asimismo, se mencionan preocupaciones sobre la renovación de los vencimientos de bonos en pesos en los próximos 60 días, los cuales pertenecen en su mayoría a bancos y compañías de seguros. La incógnita sobre si estos vencimientos serán renovados para Massa, quien se encuentra en una posición de debilidad, es una preocupación constante.
En cuanto al proceso de devaluación, Garro proyecta una continuación e intensificación, después de las elecciones generales. La inestabilidad en el tipo de cambio se vuelve palpable, independientemente del resultado, debido a un clima de desconfianza y a la falta de herramientas para sostener lo que se considera insostenible.
Medidas insuficientes
Carlos Rodríguez, otro economista destacado, aborda las medidas que el gobierno podría adoptar en este escenario incierto. Rodríguez resalta la necesidad de esperar las acciones gubernamentales, la reacción del sector privado y el posible impacto del Fondo Monetario Internacional en esta coyuntura. Al analizar la devaluación del tipo de cambio oficial, Rodríguez admite que la idea de alcanzar una paridad más realista entre el peso y el dólar es un paso en la dirección adecuada, pero insiste en que sigue siendo insuficiente.
En relación a las fluctuaciones en el mercado paralelo (blue), Rodríguez plantea la posibilidad de un “overshooting”, donde una cotización inicialmente alta podría nivelarse a una cifra inferior. Sin embargo, admite que este escenario se ve dificultado por la significativa escasez de dólares, y anticipa un aumento generalizado de precios en la economía, afectando insumos y costos de producción.
Impacto PASO
El economista Heraldo Muñoz también ofrece su análisis, destacando la inercia inflacionaria que se prevé sobre el tipo de cambio. Aunque el efecto de las PASO es innegable, Muñoz subraya que la inercia económica continuará independientemente de los resultados, proyectando un aumento mensual del tipo de cambio entre el 5% y el 10%, con posibilidad de superar estas cifras según las políticas monetarias adoptadas.
El especialista en comportamiento humano y finanzas sostenibles, señaló el efecto de incertidumbre que prevalece, aunque no está seguro si esta es la mejor manera de describirlo. Indica que, independientemente del ganador de las elecciones, la política monetaria apunta hacia un ajuste cambiario más allá de quién esté en el poder. En caso de un escenario en el que Javier Milei o Patricia Bullrich triunfen, Muñoz espera un cambio más acelerado hacia una economía competitiva con un tipo de cambio significativamente devaluado. Concluye que esta situación generará una mayor expectativa inflacionaria, no necesariamente negativa, sino más bien un reflejo de la sinceridad en los precios.
Meses complicados
“Estamos ante la devaluación de nuestras expectativas futuras”, le había comentado, como una fotografía de momento, Claudio Zuchovicki a Los Andes. A fines de abril, el especialista en inversiones había contado que “vienen tres o cuatro meses complicados, quizá uno más después del resultado de las PASO, pero según como sea la transición. Honestamente creo que después Argentina es una buena oportunidad”.
“Vamos a vivir los meses más complicados de los próximos años, pero me parece que Argentina después tiene muchas posibilidades -por un contexto global que ayuda y por algunas cosas internas-, de dar vuelta esta situación difícil que estamos viviendo... está sensación térmica que todos tenemos”, comentó Zuchovicki.