La Secretaría de Energía de la Nación estableció los nuevos valores del costo de abastecimiento que se aplicarán a partir del 1 de marzo. Con este ajuste, la boleta promedio de los usuarios residenciales tendrá, en la provincia, un incremento del 8% y la del resto de las categorías tarifarias con potencia menor a 300 kW alcanzará el 14% de variación media (entre ambos la media será de 12%).
Desde el EPRE (Ente Provincial Regulador Eléctrico) informaron que los aumentos a los usuarios residenciales serán diferentes según la categoría. Pero el impacto promedio para los que tengan un consumo bimestral menor a los 299 kWh (R1) –que incluye a 217.096 hogares, el 40% del total de la provincia- alcanzará el 8% o unos $156 adicionales en el bimestre.
Los que consumen entre 300 kWh a 599 kWh por bimestre (R2) -171.930 usuarios residenciales, 31% del total provincial- también tendrán una suba promedio del 8%, pero en este caso significarán unos $407 más en la boleta bimestral. En tanto, los que superen los 600 kWh (R3) -155.656 hogares, 29% del total- recibirán un incremento de alrededor del 10%, por lo que deberán abonar unos $2.000 adicionales por bimestre.
En resumen, serán 389.026 los hogares que tendrán un incremento del 8% y poco más de 155 mil los que pagarán 10% más.
Para tener una referencia, luego del último incremento en la tarifa eléctrica, que se aplicó en enero de este año, un usuario R1 paga $1.785 en promedio en el bimestre (con impuestos incluidos), uno R2 abona $4.835 bimestrales y uno R3 paga $9.632. Es decir que, con esta nueva suba, el R1 pagará, en promedio, $1.945 el bimestre, el R2, $5.242, y el R3, $11.632.
El viernes pasado, fue publicada en el Boletín Oficial de la provincia una resolución del EPRE en la que se aprueban los nuevos cuadros tarifarios que surgen de la aplicación, por parte de la Secretaría de Energía de la Nación, de los precios estacionales para el período febrero/abril, que estarán vigentes entre el 1 de marzo y el 30 de abril.
El 17 y 18 de febrero se realizó la audiencia pública que convocó el ENRE (Ente Nacional Regulador de la Electricidad) para analizar la actualización del valor del costo de abastecimiento de la energía eléctrica, que incluye la generación y el transporte. Se trata de dos componentes de la facturación que son regulados desde Nación, mientras que el Valor Agregado de Distribución (VAD), vinculado a lo que perciben las distribuidoras locales, es de jurisdicción provincial.
En el marco de esa audiencia, el secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, había asegurado que los aumentos de este año no iban a superar la variación de los salarios de los trabajadores y que podían tener un impacto en la facturación de los usuarios de entre el 17% y el 20%.
Últimos aumentos
Como ya se mencionó, este incremento en el costo de la energía, que es regulado desde Nación, se suma a uno en las tarifas que se aprobó a nivel provincial y que se vincula con el Valor Agregado de Distribución (VAD), que se aplicó en enero. Esta variación tuvo valores diferentes según la categoría y para los usuarios residenciales, que representan al 85% del total de la provincia, fue del 7,5% para los R1, de 7,5% para los R2 y de 9,1% para los R3.
El año pasado se aplicó un primer ajuste en el VAD, en enero, que implicó un incremento de alrededor del 30% para los usuarios residenciales. Luego hubo otra suba, del 13% al 13,5%, que se definió en junio y recién se implementó después de las PASO. Como contraparte, en 2020, por la pandemia, el gobernador Rodolfo Suárez decidió dejar sin efecto la aplicación de un aumento de entre el 8 y el 18% que había propuesto el EPRE.
Quita de subsidios
Se debe recordar, además, que el servicio está subsidiado y que, a principios de febrero, el ENRE presentó en el Ministerio de Economía una propuesta de segmentación de tarifas de acuerdo a la capacidad de pago. En una primera instancia pasarían a pagar la tarifa plena -sin aporte del Estado, por lo que aumento sería bastante superior- 487 mil usuarios de once barrios porteños, 466 countries del conurbano bonaerense y unas 8 mil empresas. Los usuarios del AMBA pasaron de pagar el 66% del costo de generación eléctrica en 2019, a 54% en 2020 y 35% en 2021.
Esto es parte del compromiso con el FMI de achicar el déficit fiscal, que permitió destrabar las negociaciones para llegar al acuerdo que ahora se discutirá en el Congreso. Para entender la situación, en 2021, se destinaron más de US$ 11.000 millones a subsidiar la mayor parte del monto de las boletas de electricidad y gas que pagan los hogares. Y se calcula que, con los aumentos esperados en los costos para este año, deberían invertirse más de US$ 15.000 millones para mantener el esquema actual.
Si bien esta eliminación de los subsidios se planea extender a otras partes del país, aseguran que el impacto en la tarifa que pagan los mendocinos sería menor que en otras zonas, ya que el valor de la energía está subsidiado desde Nación, pero no hay una subvención a la distribución para Mendoza, como sí reciben las distribuidoras Edenor y Edesur, en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Los mendocinos que reciben una reducción en el monto a pagar - tarifa social, electrodependientes por cuestiones de salud, jubilados, riego agrícola, zonas de montaña, industrias electrointensivas y otros sectores vulnerables- son financiados por el gobierno provincial, a través del Fondo Provincial Compensador de Tarifas, y con el aporte solidario del resto de los usuarios.
Desde el EPRE destacaron, en este sentido y en el marco del último incremento que se aplicará con los consumos de marzo, que se mantendrán los beneficios de Tarifa Social y Plan Estímulo, tanto en sus criterios como en los mecanismos de aplicación vigentes para los usuarios residenciales.