Si bien las comparaciones suelen ser odiosas, en los últimos veinte años la comparación entre Mendoza, San Luis y San Juan ha sido un tema recurrente tanto en los discursos políticos como en la agenda empresarial. Las obvias diferencias entre quienes conducían esas provincias en términos de afiliación partidaria contribuyeron seriamente a dejar otra grieta más en una Argentina que no tiene ni el tiempo ni los recursos necesarios para perder.
Los planteos entre antagonistas fueron variados: entre San Juan y Mendoza, la minería fue un parteaguas, y los claros avances que se ven en San Juan terminaron usándose como caballito de batalla para justificar los resultados en Mendoza en materia de crecimiento, empleo y salario promedio. En el caso de San Luis, la comparación más clara con Mendoza llegó por el lado del desarrollo de la infraestructura vial y, por supuesto, de la ganadería bovina. La salud también tuvo su capítulo en el último tiempo, cuando se descubrió que desde San Luis tentaban a los médicos especialistas locales con mejores oportunidades para que tomaran guardias u ocuparan puestos fijos en los hospitales de esa región. Un claro Boca - River, que ha sido inconducente.
A lo largo de más de dos décadas de desencuentros, la región de Cuyo fue perdiendo cohesión, dejando de actuar como un bloque unificado y comenzando a operar como provincias aisladas. Mientras tanto, otras regiones, como la Patagonia, lograron fortalecer su identidad regional, incluso con marcadas diferencias políticas. Sin embargo, con el reciente cambio de administración y, sobre todo, de signo político, los tres ministros de Producción han establecido una agenda conjunta de trabajo, lo que probablemente permitirá, a mediano plazo, avanzar en la tan esperada integración regional.
Integración regional
En una charla con Los Andes, el ministro de Producción de Mendoza, Rodolfo Vargas Arizu, destacó la importancia de trabajar conjuntamente con las provincias vecinas, como San Juan y San Luis, para fortalecer la unidad de la región de Cuyo. El funcionario subrayó que esta integración es clave para avanzar en diversos sectores productivos, como la minería, la vitivinicultura y el turismo, así como en la infraestructura logística y los temas sanitarios.
“Estamos trabajando como región en muchos temas. En minería, en vitivinicultura, obviamente, y también en turismo”, explicó Vargas Arizu. El ministro señaló que la colaboración con San Juan y San Luis se ha extendido incluso a temas de logística, mencionando como ejemplo el protocolo de cruce a Chile cuando el paso fronterizo se ve interrumpido por nevadas. “Este protocolo, que originalmente era de Mendoza, lo hemos extendido a San Juan y San Luis, y este año nos han colaborado mucho en ese tema”, añadió.
La ruta 40, que conecta Mendoza con San Juan, es otro aspecto crítico de la integración logística. Según el ministro, “la ruta 40 está explotada, es un desastre”. Vargas Arizu comentó que tanto Mendoza como San Juan están reclamando mejoras en esta infraestructura vial, que aún tiene tramos de tierra. “Reclamamos la doble vía a San Juan y a Neuquén, o por lo menos completar los tramos faltantes”, dijo, haciendo énfasis en la necesidad de que las obras se concreten o que se permita a las provincias gestionarlas mediante licitaciones internacionales.
San Juan, un aliado
La integración productiva entre Mendoza y San Juan tiene una historia de siglos, con la vitivinicultura liderando este proceso. Las fronteras interprovinciales no han sido un obstáculo, sino una oportunidad para que los privados desarrollen producciones conjuntas en ambas regiones. Además del vino, otras industrias como la olivícola y la del tomate para la industria han florecido en este contexto de cooperación.
“Estamos trabajando en la promoción turística de la región de Cuyo, donde el turista no solo pueda recorrer bodegas del Valle de Uco, sino que también pueda incluir en su agenda destinos como el Valle de Pedernal, que cuenta con empresas tanto sanjuaninas como mendocinas”, afirmó el ministro de Producción, Trabajo e Innovación de San Juan, Gustavo Fernández.
Según Fernández, la fluidez en el trabajo conjunto con el ministro Rodolfo Vargas Arizu se debe a que ambos provienen del sector privado y ya se conocían de su labor como dirigentes gremiales empresarios.
Fernández también subrayó la importancia de la logística para la integración productiva, destacando la necesidad de finalizar la Ruta 40. “Es fundamental que se termine”, sentenció y agregó que los gobernadores están trabajando en este sentido, pero también se exploran otros corredores logísticos, especialmente en el norte de la región, que podrían agilizar el transporte y el comercio.
Finalmente, el ministro mencionó que se están buscando fondos internacionales para mejorar la infraestructura que facilite la integración regional, con la esperanza de impulsar aún más el desarrollo conjunto entre ambas provincias.
San Luis y el manejo sanitario
Mendoza y San Luis comparten no sólo una porción de la ruta 7, como corredor bioceánico, sino también producciones que de ciclo completo que se realizan entre ambas provincias. En este sentido, el ministro de desarrollo productivo de San Luis, Federico Trombotto, subrayó la importancia de la integración regional entre San Luis, Mendoza y San Juan, como parte de la estrategia para revitalizar la unidad de la región de Cuyo. En un contexto de creciente colaboración, los ministros de Producción de las tres provincias han establecido una agenda conjunta para abordar problemáticas y oportunidades que afectan a la región.
“Después de muchos años, hemos logrado reunirnos los ministros de Producción de las provincias de Cuyo para hablar sobre nuestra región y sus desafíos”, comentó Trombotto, refiriéndose a los encuentros recientes. Destacó la apertura y disposición de sus colegas de Mendoza y San Juan para trabajar en conjunto, lo que ha permitido crear una dinámica de colaboración fluida y efectiva. “Esto es clave para pensar en estrategias de desarrollo regional que beneficien a cada una de las provincias”, agregó.
Una de las primeras acciones fue establecer una agenda común que se centrara en las problemáticas compartidas y las oportunidades para el desarrollo conjunto. Entre los temas prioritarios identificados, Trombotto mencionó el tema sanitario como un área de enfoque inmediato. “El manejo sanitario es crucial porque afecta tanto a la producción como a la posibilidad de acceder a nuevos mercados. Ya hemos iniciado una agenda de trabajo en esta materia”, explicó.
Otro tema central en la agenda compartida es la optimización y manejo del agua. Trombotto explicó que, ante la necesidad de mejorar la productividad agrícola y ganadera, las tres provincias están trabajando en el acceso a nuevas tecnologías de gestión hídrica. “Queremos incorporar tecnología avanzada que nos permita hacer un uso más eficiente del agua y mejorar la productividad en la región”, afirmó.
Además, el financiamiento para nuevas inversiones es otro de los puntos de trabajo en la agenda común. Las provincias buscan impulsar la incorporación de bienes de capital y tecnologías innovadoras que favorezcan el crecimiento productivo de Cuyo.
