El Instituto de Desarrollo Rural (IDR) de la provincia realizó un análisis de cómo evolucionó el precio pagado al productor de cuatro hortalizas -papa, zanahoria, tomate perita o industria y tomate redondo- en la temporada 2023/2024 en comparación con la 2022/2023. Y también, cuál fue la variación de otros cuatro que podrían considerarse esenciales para su familia.
El relevamiento mostró que, entre enero de 2023 y el primer mes de 2024, el valor de un kilo de pan aumentó 354%; el de un litro de leche, 157%; el de un kilo de carne, 377%; y el de un litro de gasoil, 345%. En cambio, el monto que recibió el agricultor por su producción -en promedio entre noviembre y mayo- se incrementó 64% en el caso del tomate redondo, 96% en la papa, 102% en el tomate perita y 162% en la zanahoria; todos ellos por debajo de la inflación.
En enero de 2023, el productor de tomate redondo debía vender 4,07 kilos para comprar un kilo de pan y en el mismo mes de 2024 debió vender 11,29 kilos; necesitaba 2,08 kilos de su producto para acceder a un litro de gasoil y en el primer mes de 2024, 5,54 kilos; al empezar el año pasado, con 4,26 kilos llegaba a un litro de leche, pero en enero necesitó 6,7 kilos; y para comprar un kilo de carne, tenía que vender 15,31 kilos de tomate redondo, pero un año después, 44,59 kilos.
El tomate redondo fue el producto que menos variación interanual tuvo en su precio -es decir, que más perdió frente a la inflación-, mientras que la zanahoria fue el que mayor evolución interanual tuvo.
Pero aún así, quien cultiva esta hortaliza necesitaba 5,37 kilos para comprar un kilo de pan en 2023 y 9,47 kilos en 2024; debía vender 3,37 kilos para poder cargar un litro de gasoil y a principios de este año, 5,29 kilos; con 4,57 kilos de su producción llegaba a un litro de leche, pero ahora necesita 6,62 kilos; y para un kilo de carne tenía que vender 29,79 kilos de zanahoria y ahora, 44,28 kilos.
Se debe aclarar, además, que el análisis toma los valores de enero de 2024, por lo que no está incluida la variación en los costos de producción que ha causado el aumento en las tarifas de electricidad para los regantes. Sin embargo, permite apreciar en qué el productor perdió capacidad de compra en el último año.