24 de junio de 2025 - 18:28

Creció el trabajo informal en Mendoza: los motivos

Son los últimos datos de la DEIE que muestran no solo un incremento sino también un alto porcentaje de trabajadores no registrados. Las expectativas para el segundo semestre.

La encuesta sobre condiciones de vida que realiza la Dirección de Estadísticas Económicas de Mendoza (DEIE) es anual. De este modo, incluye diversas variables y –entre otros puntos importantes- muestra datos de ocupación, ingresos, salud y pobreza. En el informe de 2024 se observó un crecimiento del trabajo no registrado en relación con los datos del 2023 con un alto porcentaje de trabajadores en esta condición. De este modo, en las zonas urbanas se pasó de un año a otro de 47,9% de personal informal a 48,6% en dicha categoría. En las áreas rurales esta proporción es aún mayor y también se incrementó de un año a otro. Así mientras en 2023 los trabajadores no registrados eran el 64,8%, en 2024 fueron el 66,3%.

Con respecto a los niveles de ocupación, se mantuvieron en torno al 75% de un año a otro en las áreas urbanas aunque también bajó en 2024 y pasó de 77% el periodo anterior a 76,6%. Del mismo modo, la tasa de actividad se mantuvo en 46%. La tasa de desocupación de la provincia en 2024 -que mide la proporción de personas que no tienen ocupación, están disponibles para trabajar y buscan empleo activamente- fue de 6% con mayor incidencia en la zona urbana y en las mujeres. En 2023 la desocupación fue menor y registró 5,5%.

Según la DEIE, en 2024 a nivel provincial, la rama de actividad con mayor porcentaje de ocupados es el comercio con un 20% de los empleados registrados. En segundo lugar figura la industria manufacturera (12,2%). Le siguen, con porcentajes idénticos, construcción y agricultura con un 8,8% respectivamente. Luego figuran, en orden decreciente, enseñanza (8,1%), administración pública (6,9%), servicios comunitarios, sociales y personales (6,3%) y servicios sociales y de salud (5,5%). Servicio doméstico figura en noveno lugar con un 5,4%.

En este contexto, la subsecretaria de Empleo y Capacitación de Mendoza, Emilce Vega Espinoza, destacó que la provincia posee el programa Enlazados a través del cual se incentiva la mejora de las condiciones de empleabilidad en las empresas de Mendoza. Pese al éxito de este beneficio para quienes contraten personal en blanco, la funcionaria admitió que en épocas de crisis el trabajo se reciente desde lo más básico como la contratación de una empleada doméstica hasta el resto de las actividades.

“A nivel nacional ha subido el desempleo, pero en Mendoza la incidencia ha sido menor”, detalló la subsecretaria quien destacó la continuidad de la obra pública y diversas propuestas que han ayudado a sostener el empleo registrado. Con respecto a la informalidad y a la situación macroeconómica, Vega destacó que si bien no son responsabilidad de la provincia, sí hay proyectos para comenzar a bajarla. Entre otros puntos, la capacitación de las personas es clave para que puedan acceder a mejores trabajos, con menor rotación y mayor formalidad.

El síntoma de la informalidad

Aunque no hay datos de este año, se estima que la informalidad podría ser más alta. Más allá de esto, la foto muestra que hay casi cinco trabajadores informales por cinco formales con las consecuencias sobre ingresos que esto implica. Estos datos van de la mano de otros más recientes que han mostrado un crecimiento en la tasa de desempleo así como de subempleo. Es decir, que hay más personas en busca de un trabajo o que necesitan un segundo ingreso para poder llegar a fin de mes. “La informalidad siempre tiende a subir en épocas recesivas y el año pasado cayeron tanto el PBI como el PBG”, expresó el economista Sebastián Laza, asesor del Gobierno de Mendoza. Agregó que para este año no poseen proyecciones todavía.

Por su parte, el economista del Centro de Economía y Finanzas de Mendoza, Nicolás Aroma, coincidió en que el crecimiento de la informalidad laboral está relacionado con la caída de la economía. De la mano del aumento del desempleo, para Aroma este dato podría cruzarse con el mayor trabajo no registrado cuando se realizan las encuestas. Es que al preguntar por un empleo, es probable que muchos respondan que están empleados, pero no lo están formalmente sino que o son monotributistas o realizan algunas changas gracias a Uber, Pedidos Ya y aplicaciones similares. “Es probable que el circuito informal sea mucho más grande todavía”, expresó el profesional.

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En línea, el economista José Vargas de la consultora Evaluecon comentó que el crecimiento de la informalidad en el trabajo va en sintonía con la actividad económica, el mercado laboral y el nivel de consumo. “Si bien vemos que hay sectores que mejoraron, son los menos y a la actividad le falta para recuperarse”, señaló Vargas. Ante la expectativa de que la situación no mejore en el corto plazo, el mercado laboral marca que la mayoría de los sectores prefieren la informalidad o la baja de personal antes que el empleo en blanco.

Para el economista de International Valeu Group, Daniel Garro, el crecimiento de la cantidad de trabajadores no registrados tiene que ver con los altos costos laborales que existen. “Es una de las pocas reformas que no se han podido implementar debido al rechazo de la justicia”, expresó el profesional. En este marco, recordó que para una empresa el precio de un tener dos personas en blanco equivale al salario de tres, con lo que eso implica en la estructura de costos de por sí ahogada en líneas generales. “La informalidad siempre fue alta y en estos contextos a veces el trabajador prefiere un salario mayor que estar en los libros”, reflexionó Garro quien agregó que para las pymes es todavía más difícil cubrir los valores de una persona registrada.

Expectativas magras

Con relación a lo que va del año y a las expectativas del semestre que resta, no se cree que haya modificaciones en los números de informalidad en el trabajo, ocupación y desocupación. “En función de las previsiones, lo más probable es que continúe la baja en el empleo formal y una suba de la desocupación y la cantidad de personal no registrado”, expresó José Vargas. En línea, Nicolás Aroma opinó que para que se genere trabajo registrado lo primero que tiene que pasar es que crezca la economía. Esto quiere decir que las empresas empiecen a invertir en vistas de que tendrán a quién venderle. O lo que es lo mismo: que repunte el consumo interno o que se modifique el tipo de cambio para que sea más rentable exportar o, en el caso de Mendoza, también atraer turistas de afuera.

“El alerta que hacen muchos de que luego de la macro se debe mejorar la micro es falso”, puntualizó Aroma. Desde su punto de vista el cierre de pymes y el crecimiento de la informalidad o la desocupación tienen que ver se dan porque no hay demanda de consumo y las facturas de servicios crecen por encima de lo que pueden pagar. “Estas son variables macro que condicionan la evolución del negocio”, reflexionó Aroma para quien en lo que resta del año no habrá cambios en este sentido. Las compañías no realizan planes de inversión porque no ven que el mercado esté tonificado, lo que impacta de lleno en el mundo del trabajo.

En esta ecuación hay una cuestión sustancial como es el salario que ha vuelto a perder contra la inflación y continúa con disminución de poder de compra más allá de la menor inflación. “Hay que frenar los incentivos a la informalidad en la práctica y uno es que el salario registrado privado alcance para vivir”, opinó el profesional del Centro de Economía y Finanzas. Agregó que los ingresos están tan deprimidos que muchas personas prefieren un trabajo “en negro”, manejar un uber o salidas similares ya que lo que se paga de manera registrada es bajo. El aumento de las personas que buscan un segundo o un tercer empleo (o que ya lo poseen) parece corroborar esta idea.

La situación genera una suerte de círculo vicioso ya que el aumento del desempleo atenta contra las mejoras salariales lo que a su vez incrementa la informalidad, el cuentapropismo y atenta contra el consumo en general. “Para que mejoren esos números, la economía tiene que crecer y la mayor actividad impactará en más trabajo formal”, opinó Aroma. En este marco, se suma un elemento extra que es nuevo, pero que también incide en los niveles salariales. Se trata de la idea de que la Inteligencia Artificial (IA) hará a cada vez más personas prescindibles. Y aunque eso todavía no está claro en la actualidad, el concepto existe y suma para deprimir aún más los salarios.

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