Covid-19: cuidarse para cuidar la economía

El autor plantea que existe una relación directa entre el aporte económico de cada departamento y su nivel de contagios. En qué se debe mejorar.

Covid-19: cuidarse para cuidar la economía
Imagen ilustrativa.

La aparición del virus denominado Covid-19 ha provocado un verdadero descalabro sanitario y económico en el mundo. En esta nota analizamos la distribución de los contagios en los departamentos de Mendoza, sus principales razones de por qué es así y cómo esta distribución afecta a la actividad económica, resaltando la importancia de cuidarnos para proteger no sólo la salud, sino también a la economía.

Gran Mendoza, la más afectada

La cantidad de contagiados ya ha superado los 2.000 casos en toda la provincia de Mendoza. Debido a la dinámica de los contagios, la información rápidamente cambia. Sin embargo, las tendencias generales muestran ciertos comportamientos que se repiten en el tiempo.

Casi el 85% del total de los casos se ubica en el Gran Mendoza. El más afectado en número total de contagios es Guaymallén, con casi un 20% de los casos confirmados, y le siguen Godoy Cruz, Luján, Las Heras, Maipú, y finalmente Capital, en esta área metropolitana de Mendoza. El otro 15% se distribuye en el resto de los oasis productivos y urbanos de la provincia. Los departamentos que menos casos muestran a la fecha son La Paz, General Alvear, San Carlos y Malargüe.

Los efectos económicos de la pandemia comienzan a sentirse intensamente en la provincia a partir de mediados de marzo de este año 2020, cuando se instrumenta inicialmente el “Aislamiento Social Preventivo Obligatorio” (ASPO) o cuarentena. Este aislamiento hizo que el mundo del trabajo y de la economía se dividiera en “actividades esenciales” y “no esenciales”, lo que permitió que algunas actividades quedaran parcialmente suspendidas y otras al 100%, respectivamente.

Esta situación provocó una fuerte caída en los niveles de actividad en la provincia, sobre todo en aquellas actividades intensivas en mano de obra. ¿Cómo medir sus efectos?

Una manera general, aunque no distribuida departamentalmente, es a través de la recaudación impositiva vinculada a las actividades económicas (por ejemplo, la recaudación de Ingresos Brutos, expresada en moneda constante). El acumulado enero-junio 2020 da una caída interanual del 19%, con una fuerte caída de casi el 40% en mayo.

Los sectores más dañados, claramente, son los intensivos en mano de obra. Según información más desagregada por sectores contribuyentes de Ingresos Brutos, los servicios personales han sido los más afectados (intensivo en mano de obra) y los servicios financieros, los menos (que puede considerarse intensivo en capital). En el medio hay una gama de actividades, que muestran, en general, este patrón: mientras más intensivos en mano de obra, más afectados en términos de caída en sus niveles de actividad.

¿Por qué los contagios se concentran en el Gran Mendoza?

El estudio de la información disponible nos permite observar que las diferencias dependen de tres variables:

1) Efecto escala: La mayor cantidad de contagios está íntimamente relacionada con el tamaño poblacional del departamento. El Gran Mendoza concentra el 62,5% de la población y el 85% de los contagios. Este patrón se repite al tomar en consideración todos los departamentos: a mayor población, mayor la cantidad de contagios en el departamento en cuestión. La correlación entre estas variables es positiva y alcanza al 84,7%.

2) Efecto actividad económica: Asimismo, se observa una fuerte asociación entre la cantidad de contagios con la proporción de la actividad económica que se lleva a cabo en los límites departamentales. Nuevamente, el Gran Mendoza concentra el 64,5% de la actividad económica. De igual modo, al considerar todos los departamentos, se verifica que a mayor participación del PGB (Producto Geográfico Bruto) departamental, mayor es la cantidad de contagios. La correlación entre estas variables también es positiva y es igual a 72,9%.

3) Efecto aglomeración: Finalmente, se observa que el grado de dispersión de la población tiene un efecto inverso sobre el total de contagios. Una manera de medirlo es a través del “coeficiente de variación” (CV) de la población de cada uno de sus distritos. Este CV es igual al cociente entre la dispersión (“desvío estándar”) de la población de los diferentes distritos y el promedio de población del total de distritos. A mayor coeficiente de variación, menor la cantidad de contagios. La correlación entre estas variables es negativa y alcanza a -27,6%.

Cuidarse para cuidar la economía

Una manera de analizar los datos sin el “sesgo de escala” es tomar en cuenta la tasa de incidencia: casos confirmados cada 100 mil habitantes. Para analizar el impacto sobre la economía hemos elegido la tasa de variación de los desplazamientos a los lugares de trabajo, medidos por el “Informe de movilidad de las comunidades ante el Covid -19” del historial de los usuarios de Google.

En el Gráfico N° 1, se presenta en columnas (medido a la izquierda) la tasa de incidencia; en una línea continua (medido a la derecha), los cambios en los traslados a los lugares de trabajo. Al analizar esta información, claramente puede verse una relación inversa entre estas variables: a mayor tasa de incidencia, menor es la tasa de desplazamientos hacia los lugares de trabajo (las que van desde valores positivos a negativos).

Esto da claras muestras del daño que provoca la pandemia sobre las actividades económicas. Un estudio estadístico de estos números nos dice que por cada 10 nuevos contagios cada 100 mil habitantes en un departamento, la tasa de desplazamiento disminuye en 1,2 punto porcentual y que el 86% de las variaciones en la tasa de desplazamientos hacia los lugares de trabajo están explicadas por las variaciones en los casos confirmados de Covid-19.

Por ello, más allá de las políticas de apoyo que pueden recibir los sectores mientras dure esta pandemia, el evitar contagios también cuida a la economía. Hoy la única manera disponible es a través de la triada: aislamiento o distanciamiento social, tapabocas e higiene. Esto quiere decir que extremar los cuidados también es una política productiva y de altos beneficios sociales. En otras palabras, al cuidarnos, también cuidamos a nuestra economía.

*El autor es Economista.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA