Consumo de carne: los precios se mantienen pero el consumo no repunta

Pasaron meses desde el último aumento general de la carne vacuna y de pollo, y aunque aseguran que en breve se deberán “corregir los precios”, como un efecto más de la sequía, la poca demanda es la que mantiene los valores bajos.

Consumo de carne: los precios se mantienen pero el consumo no repunta
La sequía empujó a los productores a abastecer los mercados para no perder dinero en engordes y eso aumentó la oferta. Se estima que, en cuanto se termine, los precios tenderán a subir.

El consumo de carne vacuna en la Argentina se mantiene en su mínimo histórico de 47 kilos de carne por habitante. En Mendoza, referentes del sector aseguran que el precio no aumenta, pero atribuyen la baja demanda a la caída del poder adquisitivo.

Sin embargo, la sequía que empujó a los productores a abastecer los mercados para no perder dinero en engordes, aumentó la oferta, y se estima que, en cuanto se termine (o baje), los precios tenderán a subir.

De acuerdo con los datos del Indec, en octubre pasado, los precios subieron en general en un promedio del 6,2% para la categoría “alimentos y bebidas”, mientras que la carne vacuna subió solo un 3% para acumular en todo el año el 56,1% (por debajo del 76,5% de inflación general). No obstante, el consumo no crece.

En particular, el décimo mes del año, el corte que más aumentos registró fue el de la carne (4,2%, también por debajo de la inflación general), seguido por el cuadril (3,3% mensual), la nalga y la paleta (2,3% en cada caso); y el pollo 4,9%, con relación a septiembre.

Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Consumo bajo y sequía

El mercado logró lo que no pudieron hacer las regulaciones. Hace un año, el Gobierno Nacional intervino para que el asado no subiera de precio, se restringieron las exportaciones y se celebraron nuevos acuerdos de precio para que se exhibieran “cortes cuidados” en 1.000 bocas de expendio de todo el país.

Sin embargo, el alcance de la medida se limita a las grandes cadenas de supermercados y a las carnicerías de la cadena Friar (cerca de 2.000 kilos de carne por semana, según contó anteriormente Los Andes). En el resto de los comercios, los precios se manejan por “oferta y demanda”.

Al respecto, José Rizzo, de “Carnes Rizzo”, contó que “el mercado está muy estable, el ingreso de hacienda es normal, pero el poder adquisitivo de la gente hace que el consumo esté muy retraído”.

Pasaron 6 o 7 meses desde el último gran aumento de precio en hacienda, como consecuencia de la sequía y de la falta de precio en el mercado. “La oferta que ingresa a Liniers se mantiene, y en algunas categorías hubo caídas en el precio. En el corto o mediano plazo, el precio va a subir porque el alimento principal del ganado, que es el maíz, está subiendo”, advirtió, sin embargo.

“Hay gente que no está colocando hacienda para el engorde, porque perdería mucho dinero, si no reacciona el precio del novillo en pie. Si la oferta empieza a escasear, el precio va a subir, pero por el momento el mercado está tranquilo”, agregó.

En cuanto al consumo, el pollo sigue equiparado al consumo de carne vacuna, el cerdo ha tenido incrementos en los precios y cae el consumo per cápita.

La blanda de oferta cuesta alrededor de $999 por kilo; la carne molida, $699; el kilo de asado entre $1.000 y $1.300; $1.000 la tapa de nalga o aguja. En el pollo, entre $300 o $400 por kg de cuarto rasero”, comentó Rizzo.

El empresario señaló que sí ha subido el precio del cerdo, ya que mientras que el “matambrito se vendía a $1.100 por kg., ahora se exhibe en $1.400 y la bondiola pasó, igualmente, de $1.000 a $1.400″.

Por el contrario, las achuras de carne vacuna han bajado de precio, y se venden en $200 o $300 por kilogramo; los chinchulines en $600 y la carne a la olla de $700 a $800 por kilo.

“Mientras continúa esta sequía, con la oferta que hay, los precios se van a mantener, pero el feedlot no está reponiendo, y cuando la oferta disminuya, los precios van a subir, porque ya subió el salario, los alquileres, fletes, faena y la luz; y si la gente recibe algún aumento de fin de año, también va a aumentar la demanda”, cerró Rizzo.

En tanto que, de acuerdo con Antonio Olmo, de avícola Olmo, “el pollo no ha aumentado, y de hecho bajó este martes, con respecto a los últimos meses, porque la producción es buena, pero el consumo cae, atado al costo de vida”.

“El pollo tuvo una suba hace dos meses, y ahí se quedó, incluso muestra tendencias a la baja. Existen precios distintos, el kilo de pollo fresco está sobre los $490 y el pre-enfriado entre $360 y $380 el kilo. Hay buena producción, y no esperamos subas en los precios, pero sí existen problemas porque no tenemos primera cosecha de cereales, no hay”, comentó Olmo.

El empresario avícola insistió que aunque en Mendoza la producción no es muy alta (alrededor del 1,5% del total nacional al año). Se calculan en todo el país entre 850 y 900 millones de pollos por año, suficientes para abastecer al mercado, pero “la baja de consumo se debe a la situación económica”.

José Gutierrez / Los Andes
José Gutierrez / Los Andes

Cambios en los hábitos de consumo

El consumo de carne al año supera los 100 kilogramos por habitante en Argentina, si se suman a los 47 kilogramos de carne vacuna, un número similar de pollo y alrededor de 20 kg de cerdo. Los niveles son similares a los de países con mayor poder adquisitivo, pero tiende a caer en los estratos sociales más bajos.

Pero a niveles generales, el consumo retrocede, no solo en carnes. Según la consultora Focus Market, en octubre, el consumo retrocedió hasta 11,1%, mientras que en los primeros diez meses del año, alcanza una contracción del 3,5%.

De acuerdo con un informe de la consultora vía Scanntech (lector de código en 670 puntos de venta de todo el país), mientras el consumo masivo retrocede 4,3% en grandes superficies comerciales en el décimo mes del año, se derrumba 11,1% en supermercados de hasta 500 metros cuadrados.

“La inflación se acelera en Alimentos, Bebidas, Artículos de Limpieza e Higiene por encima de los ingresos de las familias argentinas. Crece la frecuencia de visita al canal entorno al 6,5% durante el acumulado 2022, pero con una Transacción promedio menor en cantidad de Unidades”, indicó Damián Di Pace, director de Focus Market.

Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes
Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes

Aumentos, antes de los acuerdos de precio

El ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, lanzó el programa Precios Justos, que mantendrá congelados los valores de unos 1500 productos hasta marzo. Sin embargo, la misma semana en que se anunció, y antes de que entrara en vigencia, los comercios ya habían recibido listas con incrementos de entre el 6% y el 10% en Mendoza.

Según le contó a este diario el secretario de la Cámara de Kiosqueros Unidos (CKU) de Mendoza, Gustavo Suárez, la cerveza aumentó un 8%; los cigarrillos, 15%; los precios de una de las principales alimenticias del país (alimentos y golosinas) se encarecieron en un 8%; y en el mismo porcentaje se incrementaron las gaseosas.

En tanto, Rubén David, uno de los propietarios del mayorista Oscar David, explicó que el programa se lanzó antes de que se conociera la letra chica, y antes de que las empresas en su conjunto firmaran el acuerdo.

“La semana se revolucionó y comenzamos a depurar los precios. Algunas empresas ya habían enviado aumentos de entre el 6% y el 7%, pero cuando firmaron se retrotajeron al 4%. Igual, resta saber si el Gobierno les va a autorizar las importaciones que ellos necesitan. En ese desconcierto estamos”, señaló el empresario, anteriormente a Los Andes.

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