De acuerdo a lo datos publicados en el Análisis de los ingresos, gastos y resultados del Sector Público Nacional a mayo de 2024, informe elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), nuestro país registró un superávit fiscal de $ 2,3 billones antes de cubrir los intereses de la deuda y de $ 1,2 billones luego de hacerlo, impulsado por un ajuste del gasto y un aumento en la recaudación del Impuesto a las Ganancias.
Los ingresos del Sector Público en mayo sumaron $ 9,2 billones, reflejando un incremento real del 5,8% interanual. Este aumento se atribuye mayormente a la devaluación que potenció la recaudación de Ganancias en un 92,5%, del Impuesto PAIS en un 255,8%, y de las retenciones en un 44,8%.
“Estos incrementos se explican principalmente por la devaluación de la moneda en diciembre, además de dos factores adicionales: en primer lugar, la base de comparación en 2023 es relativamente baja en retenciones debido a los efectos de la sequía; en segundo lugar, en diciembre de 2023 se decidió el aumento en la alícuota del impuesto PAIS y su ampliación”, señala en informe del CEPA.
Las subas recaudatorias lograron compensar las caídas en los tributos vinculados a la actividad económica, que muestra signos de depresión: el IVA cayó un 18,3%, los Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social un 11,6%, Débitos y Créditos un 23,7%, y Derechos de Importación un 20,5%.
Disminución del Gasto público
En contraste con el incremento de los ingresos, los gastos del SPN totalizaron $6,8 billones, con una reducción real del 28,7% interanual. Los recortes se centraron principalmente en obras de infraestructura, que disminuyeron un 77,9%, en jubilaciones, con una reducción del 16%, y en subsidios, que cayeron un 31,8%. Además, las transferencias no automáticas a las provincias se redujeron en un 74%, y las universidades recibieron un 18,6% menos que en el mismo período del año anterior.
Durante los primeros cinco meses de 2024, los recortes en jubilaciones y obra pública representaron más de la mitad de los $100 ajustados, con un 31,5% y 23,2% respectivamente. Los subsidios contribuyeron con un 12,8% del ajuste, mientras que los gastos de funcionamiento del Estado, principalmente salarios, representaron el 10,7%, y las prestaciones sociales, incluyendo asignaciones, pensiones no contributivas y prestaciones del PAMI, un 9,4%.
El impacto de los Intereses de la deuda
A pesar de no ser considerados un gastos primario, el pago de intereses de la deuda fue de $1,1 billones en mayo, cifra que ha vuelto a crecer tras una tendencia a la baja en meses anteriores. Este gasto es muy elevado en comparación con otras erogaciones del Estado, como por ejemplo: se destina cinco veces más fondos a los intereses de la deuda que al presupuesto de las universidades, y 17 veces más que el dinero transferido a las provincias.
A pesar de las exigentes metas fiscales impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que aumentaron el superávit requerido de $1.925 mil millones a $4.600 mil millones para junio, el objetivo parece alcanzable. Hasta mayo, el superávit fiscal acumulado es de $6.465 mil millones, lo que permite al gobierno la posibilidad de incurrir en déficit en junio y aún así cumplir con las metas del FMI.
Según lo que señala el CEPA en su informe, el FMI ha elogiado el ajuste fiscal equivalente a 5 puntos del PIB, pero al mismo tiempo demanda una mayor sustentabilidad y calidad en las políticas fiscales, con la insistencia en la mejora de ingresos y la aceleración en la “eliminación de subsidios económicos”. Este equilibrio entre ajuste y crecimiento económico sigue siendo un desafío central para la economía argentina en 2024.