El fin de semana, el presidente Javier Milei dio un discurso en Madrid, en el que planteó que hay “gente atornillada en el poder”, que tiene “a la mujer corrupta”, en obvia referencia a Begoña Gómez, pareja del presidente español Pedro Sánchez, quien ha sido acusada de tráfico de influencias. La mención desencadenó un conflicto que llevó al retiro de la embajadora española en Argentina, María Jesús Alonso Jiménez, y que abre el interrogante de qué puede suceder con las relaciones entre ambos países.
Uno de los aspectos de este vínculo es el entramado de inversiones: España es el segundo país con mayor inversión en Argentina, después de Estados Unidos, con más de 110 empresas. El lunes, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, rechazó las expresiones de Milei contra las autoridades de su país y varias compañías importantes, con operación en Argentina, sumaron su repudio en comunicados.
Sin embargo, desde algunas empresas de capitales españoles en Mendoza entienden que difícilmente este conflicto vaya a impactar en las decisiones de negocios. Roberto Oehler, vicepresidente global de Adlanto -empresa española que ha desarrollado en Mendoza, entre otros emprendimientos, El Torreón y Vistacruz-, contó que había hablado con Ignacio Moreno -fundador y CEO- y el resto del equipo en España y no le han dado mucha importancia a esta discusión diplomática.
Más bien, planteó, están mirando con muy buenos ojos a Argentina, por la posibilidad de que la macroeconomía se estabilice, e incluso se avance en la dolarización, porque eso podría hacer que el mercado local sea muy atractivo, tanto para seguir desarrollando inversiones propias, como para atraer a inversores con los que la empresa trabaja.
Oehler explicó que dos veces al año tienen que presentar los números locales en España y que el escenario es muy complejo para el “real estate” con la inflación, la moneda depreciada y el valor de las propiedades en Argentina. De ahí que muchos empresarios que invierten con Adlanto lo están haciendo en México, donde no hay problemas para ingresar fondos y sacar dinero.
Así, resaltó que para los negocios pesa mucho más la estabilidad de la economía que este conflicto diplomático, aunque a nivel personal lo consideró “absolutamente innecesario”.
Mikel Belasco, director de la bodega Belasco de Baquedano, quien lleva cinco años viviendo en Mendoza, recordó que el ministro de Transporte y Movilidad Sostenible de España, Óscar Puente, fue el primero en insultar a Milei, cuando dijo que había dado una conferencia después de “ingerir sustancias”; lo que significó un desprecio al presidente, sólo porque tiene ideas políticas diferentes.
Por otra parte, también consideró que no había necesidad de que Milei se pusiera a la altura del Gobierno español. “Me parecen chiquilladas. Parece dos niños, tirándose a la cara insultos. Y esto de quitar la embajadora de España me parece absurdo. Que Milei no haga lo mismo creo que es bastante inteligente”, evaluó.
Belasco añadió que las empresas españolas no se quedarán desatendidas, porque María Jesús Alonso Jiménez no es la única persona en la embajada, sino la cara visible; pero indicó que ha sido una mala decisión de Pedro Sánchez, siendo que su Gobierno fue el primero en faltarle el respeto al presidente argentino.
“Ninguna empresa española se va a ir o va a pensar que es arriesgado invertir en Argentina por esta chiquillada de políticos”, manifestó y añadió que a las compañías les preocupa más la seguridad jurídica de un país a la hora de decidir dónde hacer negocios. “Estoy en Brasil vendiendo mi vino, que no deja de ser vino argentino, y es triste ver que las noticias solo giran en torno a esto desde hace cuatro días, con todo lo que tenemos que construir”, cerró.
Esteban Baigun, gerente general para Latam de Bodega Séptima, de la familia española Raventós Codorníu, manifestó que, en su opinión, siempre es mejor el consenso al conflicto. Añadió que, si hay que tomar decisiones de inversión, el retorno de esas inversiones puede variar por la prima de riesgo, que está influenciada por las condiciones económicas, sociales y políticas, al momento del análisis y su visión de mediano plazo. Pese a eso, indicó que “nosotros estamos hace más de 20 años en Argentina y nuestra visión está más allá de una situación coyuntural externa a nosotros”.