Cómo impactará el bajo crecimiento mundial y de Brasil en la economía de Mendoza

El Observatorio Económico de la Federación Económica de Mendoza presentó un nuevo informe en el que analiza cuál será la influencia del contexto internacional y del clima electoral.

Este año, desacelerará el crecimiento de las economías mundiales, lo que tendrá su efecto en la nacional y provincial. Foto AP.
Este año, desacelerará el crecimiento de las economías mundiales, lo que tendrá su efecto en la nacional y provincial. Foto AP.

“El año 2023 y muy probablemente 2024 sean de menor crecimiento mundial, menor volumen de comercio, flujos negativos de capitales de las economías emergentes y en desarrollo, como la nuestra, hacia países avanzados, y encarecimiento del endeudamiento internacional. Esta situación impactará en Argentina y en Mendoza, en un contexto interno de año electoral, lo que seguramente puede complicar el escenario total”, es una de las conclusiones del informe más reciente elaborado por el Observatorio Económico de la Federación Económica de Mendoza.

El licenciado en Economía Raúl Mercau y el licenciado en Ciencias Políticas Hugo Villanueva plantearon, en la presentación del estudio, que “Las perspectivas para este año son de bajo crecimiento mundial y regional, con impacto en Mendoza y el país”. Y debido a que Mendoza y Argentina tienen economías abiertas al comercio mundial y al flujo financiero y de otros activos, lo que le sucede al mundo, afecta el desenvolvimiento de la economía local y nacional.

En su análisis, recuerdan que, desde 1990 a la fecha han pasado por lo menos 4 grandes etapas:

  1. la economía antes de la crisis de 2009 (que dio por resultado la primera recesión mundial en muchos años)
  2. la segunda, desde 2010 hasta 2019, que se puede denominar “pre pandemia”
  3. el año 2020 y parte del 2021, que estuvo signado por la pandemia del Covid19
  4. y el período de la recuperación post pandémica, que se inicia a mediados de 2021 y se extendió por todo el año pasado.

El período de la pandemia tuvo como resultado números negativos a nivel mundial, después de 10 años de crecimiento continuo de la economía. Sin embargo, plantean, la recuperación dejó efectos colaterales: no sólo en la salud de los habitantes del mundo, sino especialmente en lo que tiene que ver con la evolución de la inflación, las medidas para contenerla y los efectos sobre los mercados financieros internacionales.

Contexto internacional

Las principales agencias internacionales prevén una revisión a la baja de los pronósticos de crecimiento mundial para el año 2023. Los principales elementos que intervienen en esto son:

  1. Alta inflación mundial.
  2. Políticas monetarias restrictivas.
  3. Interrupción de cadenas globales de valor, escasez de fertilizantes, chips, entre otras cosas.
  4. Invasión y Guerra Rusia-Ucrania: crisis energética y aumento de alimentos.
  5. Desaceleración de las principales economías.

Después de muchos años de tasas de inflación verdaderamente bajas en la economía mundial, en torno al 2% anual, alcanzaron niveles superiores al 8%. La meta de las principales economías desarrolladas es volver a los números anteriores y para ello han impulsado medidas de restricción, especialmente monetarias, mediante la suba de las tasas de interés.

Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Un contexto financiero más difícil

La Reserva Federal de los Estados Unidos de América (FED), el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra, como ejemplo de países industriales desarrollados, han subido las tasas de interés de intervención con el fin de bajar las tasas de inflación.

A modo de ejemplo, la evolución de la política monetaria de la FED incrementó 25 puntos básicos, cuando hasta ese momento estaba cerca de 0%, en marzo de 2022. En mayo, la elevó a 50 puntos. En junio, julio, setiembre y noviembre los aumentos fueron de 75 puntos básicos. En diciembre, volvió a elevar 50 puntos básicos y este mes, subió la tasa en 25 puntos básicos a 4,75%. Y ya se da por hecho una nueva suba en marzo, de 25 puntos básicos, llevando la tasa a 5%.

Casi todas regiones tuvieron alta inflación, con respuesta sincronizada de bancos centrales: el Banco Central Europeo subió 50 puntos básicos, dejándola en 2,5%; el Banco de Inglaterra subió 50 puntos básicos, ubicándola en 3,50%; el Banco Central de Noruega, 2,75%; y el Banco de Suiza subió 50 puntos, dejándola en 1%.

La Guerra de la Federación Rusa con Ucrania

A este contexto financiero adverso se ha sumado la guerra entre la Federación Rusa y Ucrania, que ha traído una serie de problemas, económicos y geopolíticos. En cuanto a los primeros, el conflicto causó inflación mundial por los precios de la energía y los alimentos y que Alemania entre en recesión en 2023 (-0,7%), por el encarecimiento del abastecimiento de gas. Uno de los efectos más notorios, especialmente para los países europeos, es el aumento en el precio del gas y el precio de los alimentos, como es el caso de los granos de soja.

Y los efectos geopolíticos se vinculan con que se trata de la guerra más importante sobre tierra en Europa desde la II Guerra Mundial; que China se haya esforzado por exportar más a África y Latinoamérica; que la economía de Rusia sea un satélite de la del gigante asiático; y que se acentúen los riesgos de inestabilidad política internacional.

Proyecciones para 2023

En el caso de la economía mundial, se espera una fuerte desaceleración de las tasas de crecimiento durante el año 2023. Después de haber crecido casi un 6% en el año 2021 y casi un 3% en 2022, el Banco Mundial predice un crecimiento de la economía mundial de 1,7% este año.

Las más afectadas serán las economías desarrolladas o avanzadas. Después de haber crecido más de un 5% durante el año 2021 y por lo menos la mitad durante el año 2022, se espera que durante 2023 sólo crezcan un 0,5%.

En el mismo período se espera también una fuerte caída para los países latinoamericanos. El crecimiento de la región estará en 2023 por debajo del promedio mundial y solo alcanzaría un 1,3%. De igual modo, las economías más grandes de la región crecerían muy poco durante el año 2023, según el Banco Mundial.

Conclusiones

El informe del Observatorio Económico de la FEM concluye que las perspectivas para el año 2023 son de bajo crecimiento mundial y regional, con impacto sobre la economía nacional y provincial. Las tasas de interés internacionales seguirán altas, lo que puede afectar a la baja el precio de los commodities y el valor de nuestras exportaciones. Sobre Brasil, que es una economía de gran gravitación para Argentina y Mendoza, se espera que tenga una baja tasa de crecimiento durante el año.

A esto debe añadirse que 2023 será un año de elecciones. Muchos municipios han desdoblado los comicios y esto provocará que sea prácticamente una situación de permanente clima electoral. No se debe descartar en este escenario que haya algunos estallidos sociales o demandas crecientes.

En agosto del año pasado, la Federación Económica de Mendoza lanzó su Observatorio Económico, dirigido por Adolfo Tripodi, mientras que el equipo técnico está integrado por Raúl Mercau, Hugo Villanueva, Sergio Macarrón, Cecilia Gatta y Fernanda Trentacoste. El objetivo de este espacio es relevar datos locales y nacionales para emitir informes que sirvan al empresariado en la toma de decisiones.

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