Hace poco menos de dos años Los Andes daba cuenta de que por día ingresaban a la Ciudad de Mendoza 250 mil autos por día, y había solo 22.000 espacios para estacionar, lo que explicaba el colapso del sistema en ciertas horas del día. Con la pandemia de por medio, encontrar un lugar en una playa dejó de ser un problema, y para los estacioneros, dejó de ser un negocio rentable.
Para estimar las plazas disponibles, se tuvo en cuenta la información brindada por el municipio (231 playas de estacionamiento y 56 cocheras. Además, Javier Passera, director de tránsito de Ciudad, le explicó a este mismo diario que contaban con 3.500 espacios con estacionamiento medido, lo que abarca la mayoría de las calles del microcentro habilitadas.
Por otro lado, las cocheras tienen en promedio 200 lugares para estacionar, y una playa de tamaño regular (media cuadra hacia el interior) puede alojar 30 vehículos. Aunque antes de la pandemia no era raro que los conductores “dejaran la llave”, y entonces se ampliaba la capacidad de cada playa.
A la fecha, y según explicaron desde distintas playas consultadas por Los Andes, la mayoría cierra a las 14 horas, porque luego la cantidad de vehículos que pretenden estacionarse es tan baja que no permite justificar los costos de mantenimiento, y después de un año de baja actividad se encuentran con que no pudieron subir las tarifas, y en cambio, las deudas frente al municipio, y a las distintas empresas de servicios se acumularon.
“Si das una vuelta por el Centro, el 80% de las playas, a las 14 horas están cerradas, eso muestra cómo estamos trabajando. La situación no permite tener más de un empleado, y los propietarios que hicieron inversiones en la Ciudad hace más de 3 años que están en crisis”, explicó Mauricio, propietario de una de las últimas playas en instalarse en la provincia.
Precios por mes y por hora
Estacionar el auto en calle Patricias Mendocinas al 1.700 de Ciudad, puede costar al mes $2.800 (autos), o $3.000 (camionetas), los mismos valores que se cobran en calle Buenos Aires. En la zona de Tribunales, o Casa de Gobierno, el precio puede superar los $3.000, y en Godoy Cruz, “cocheras mensuales abiertas” (de 7.30 a 20 horas) se ofrecen en $2.300, y en $2.600 si se opta por ocupar el lugar las 24 horas.
Más allá de las diferencias de precios por zona, y por el servicio que se ofrezca (horarios y techado), explicaron que tradicionalmente el precio mensual era equivalente al de un seguro de auto completo o todo riesgo (hoy serían alrededor de $10.000).
En tanto que por turnos, se están abonando alrededor de $150 las 6 horas, y en algunas calles del microcentro se pueden ver ofertas por menor cantidad de dinero, especialmente en las zonas en donde funcionan varios establecimientos de este tipo.
“Por hora una playa cobraba un 50% más de lo que se cobraba en la calle, pero hoy cobran $40 pesos la hora (los tarjeteros), y en promedio nosotros estamos cobrando $25 por hora. Hoy cobramos una cuarta parte de lo que deberíamos estar cobrando”, agregó Mauricio.
Competencia desleal
Más allá de los problemas que trajo consigo la pandemia, y las políticas restrictivas que se diseñaron para morigerar sus efectos, desde las estaciones de servicio consultadas por Los Andes, coincidieron en que hace tres años que la crisis se sostiene. “Si la gente tiene que elegir si venir al Centro en auto y pagar playa, o comer, eligen lo segundo, pero la mayor competencia nos la hace el Estado”, señaló Pablo, encargado de una playa.
“El sistema que tiene Mendoza es lo que nos complica, es gente que trabaja con tarjetas, no ofrecen seguridad, y no responden ante posibles daños, pero reciben 100 tarjetas para hacer sus negocios. Si salen 200 personas en negro a la calle todos los días, y se les da protección policial y municipal, obviamente el comerciante que se dedica a esto se ve perjudicado”, agregó.
En paralelo, Mauricio señaló que estuvieron alrededor de 9 meses sin poder trabajar, y recibieron ayuda estatal para el pago de sueldos, pero a nivel municipal se les cobró sin ningún cambio “el derecho de comercio”. “Somos pocos los que nos mantuvimos al día, y para quienes no pudieron no se suspendieron los apremios ni intereses. Nos quieren cobrar el canon de comercio, porque no hubo una normativa que indicara lo contrario durante la pandemia”, agregó.
El empresario coincidió con otro de los playeros con el tema de los tarjeteros, y señaló que adema´s, desde abril de 2020 hasta octubre se liberó el estacionamiento medido en las calles, pero para las playas las tasas municipales se mantuvieron sin cambios. “Estuvimos cerrados 9 meses, pero los impuestos nos los cobran igual, si se va a volver a restringir la circulación, y con todo esto del teletrabajo, por lo menos, deberían generar algún diferimiento de pagos, como sucedió con los créditos o los impuestos nacionales, para que podamos seguir trabajando”, agregó.