Ayer, los inspectores de la comuna clausuraron una cervecería en la calle Arístides Villanueva. El negocio ya había sido multado el viernes por no respetar la cantidad de personas sentadas en cada mesa y anoche se constató la reincidencia de la falta, por lo que se procedió a obligar el cierre del local.
La secretaria de Hacienda de Capital, Patricia Sánchez, detalló que el viernes se labraron dos multas, el sábado una y anoche se procedió a realizar una clausura. Esto último, a una cervecería que ya había recibido un acta de infracción el viernes. En los cuatro casos se encontraron mesas con 8, 9 y hasta 10 personas, cuando el máximo permitido es de 6. El monto que deberán pagar los comerciantes que no cumplieron con la normativa asciende a $ 50 mil, mientras que la persona que hizo la reserva deberá abonar $ 5 mil.
Sánchez detalló que los inspectores sólo encontraron estas cuatro irregularidades durante el fin de semana (el tercero desde que se permitió la apertura de bares y restaurantes). Los controles, indicó, se realizan sobre todo en Arístides, Juan B. Justo y Alameda, donde se concentran 750 de estos negocios. Y se trabaja con refuerzos de personal de jueves a sábado.
El protocolo de reapertura establece que pueden abrir todos los días, de 7 a 23, aquellos locales gastronómicos que tengan mesas al aire libre o un salón conectado con el exterior. Sólo pueden alcanzar una ocupación de 50%, se permiten hasta 6 clientes por mesa y entre cada una se debe guardar una distancia de dos metros como mínimo.
En la mayoría de los locales -a excepción de cafeterías y locales de comida rápida- se exige una reserva previa (ya no por terminación de DNI). Además, los encargados de cada local deben completar una ficha con los datos de todas las personas que asistan al lugar y éstos, a su vez, tienen que llevar una declaración jurada de que no tienen síntomas sospechosos ni han estado fuera de la provincia.
En los locales debe haber alcohol en gel, la mantelería y servilletas tienen que ser descartables, y los baños deben ser limpiados y desinfectados cada hora –incluidos pisos, paredes, artefactos y picaportes-, además de contar con jabón líquido, toallas de papel y alcohol en gel. Y los trabajadores deben utilizar tapabocas o máscara protectora en todo momento.