El Ciclo Pilares para el desarrollo sustentable de la región, de Los Andes, se propone como un espacio para debatir cómo se puede lograr un desarrollo sustentable para la región. El segundo de los encuentros analizó la matriz productiva de Mendoza y cuáles eran las claves para salir de ese estancamiento del PBG en los últimos 10 años. El sexto debate podría considerarse una profundización de una de las aristas de ese análisis: la infraestructura que necesita la provincia para favorecer el crecimiento.
En cada uno de los cuatro bloques, la charla se enfocó en algunas de las principales áreas en las que se puede seguir avanzando, como obras públicas y planificación, vivienda, caminos y rutas, aprovechamiento hídrico, y conectividad a Internet. Esto, para contar con la base para que se produzcan nuevas inversiones y se genere más empleo.
Para abrir el encuentro, la editora de Economía de Los Andes, María Soledad González, charló con el ministro de Planificación e Infraestructura de la provincia, Mario Isgró, e hicieron un recorrido por las obras en marcha y las pendientes, lo que se está haciendo en materia de caminos productivos y vivienda, y cómo se planifica la Mendoza 2050.
Del segundo bloque, que se centró en los caminos, participaron Osvaldo Romagnoli (administrador de la Dirección Provincial de Vialidad), Mauricio Badaloni (emprendedor y presidente de la fundación Andesmar) y Carlos Abihaggle (economista). Mauricio Manini, jefe de la sección Economía de Los Andes, quien moderó el panel, le preguntó a Abihaggle, quien ha sido embajador argentino en Chile, qué se debe hacer para mejorar el corredor internacional.
El economista indicó que hay dos aspectos: la infraestructura física, sobre lo que hay que avanzar, y mencionó la necesidad de renovar la aduana argentina, pero también la “mental”. Es que consideró fundamental encarar de otra forma la gestión del corredor bioceánico, con la participación del sector público y privado de ambos países, de manera similar a como se gestiona una cuenca hídrica.
Por su parte, Badaloni acotó que por la ruta internacional pasa el 70% de los bienes transables de la provincia y que, mientras el sector privado ha duplicado la cantidad de camiones que había 15 años atrás, están llevando prácticamente la misma carga, porque tienen que esperar 30 horas en la aduana, por la falta de coordinación entre ambos países.
Pero luego, amplió la mirada y señaló que se necesitan rutas troncales y plataformas logísticas en el norte -donde hoy hay diversos puntos dispersos- y en el sur. También, corredores que unan diversos puntos para acompañar las inversiones ganaderas, vititivinícolas, turísticas y petroleras del sector privado y favorecer nuevas.
Romagnoli, por su parte, enumeró obras que se están concretando, como la de la ruta 82, que fue proyectada por la DPV, y tiene que ver con un ordenamiento urbano, la actualización de servicios, la mejora aluvional, la prevención de accidente y el desarrollo de paradores turísticos.
Asimismo, mencionó que, en el este, habrá una conexión más rápida de Rivadavia con la ruta 7 y que se avanza en la variante Palmira. En cuanto a las rutas productivas, señaló que se trabaja en conjunto con los productores, para planificar la apertura de nuevas trazas y la mejora de las actuales de acuerdo con sus necesidades. Sin embargo, también planteó que el asfalto se debe traer desde La Plata, porque YPF no lo produce en Luján, lo que encarece los costos; mientras que, si hubiera una política nacional de compra global, se podría avanzar más rápido.
Luego de que se mencionaran diversas rutas, Manini le planteó a Abihaggle cómo se puede definir la prioridad de los proyectos. El consultado planteó que hoy la provincia tiene una oportunidad histórica, con los mil millones de dólares de Portezuelo, pero que se necesita crear un fondo rotatorio, por lo que las obras que se elijan -además de pasar una evaluación económica, social, ambiental y financiera- deben generar ingresos que permitan hacer nuevas. Y Badaloni sumó que, dentro del Consejo Económico Social y Ambiental, presentaron la propuesta de un organismo técnico y descentralizado que establezca una prioridad para el Ejecutivo.
Otro de los aspectos vinculados a la infraestructura que necesita la provincia para crecer es toda la vinculada con el uso más eficiente del agua. En el tercer bloque, Alejandro Gennari (ingeniero agrónomo, doctor en economía, docente y consejero del río Mendoza), Santiago Ruiz (investigador a cargo del Centro Regional Andino del Instituto Nacional del Agua, del Ministerio de Obras Públicas de la Nación), y Nicolás González del Solar (doctor en derecho, especializado en recursos hídricos) dieron su mirada sobre la gestión de los recursos hídricos provinciales.
Para lanzar el debate, María Soledad González preguntó qué obras se podían realizar con los fondos de Portezuelo, lo que disparó una extensa enumeración por parte de Gennari, quien planteó que la provincia necesita muchísimas, tanto para el riego, como el agua potable, el saneamiento y la reutilización. De hecho, consideró que Portezuelo se tendrá que construir en algún momento y que se debe avanzar en El Baqueano. También habló de obras aluvionales, porque el cambio climático trae menos nieve en la montaña, pero más precipitaciones.
El ingeniero celebró que FAO vaya a trabajar por tercera vez con Irrigación, para avanzar en diversos proyectos. Entre otros, llegar al tratamiento terciario de las aguas servidas, para eliminar todo resto de bacterias y parásitos, y que ese recurso se pueda incorporar al sistema de riego, como también la impermeabilización de canales. Resaltó que los mil millones pueden ser el apalancamiento y que Mendoza tiene una conducta de pago a término, por lo que puede conseguir financiamiento de bancos internacionales.
González del Solar aportó el punto de vista jurídico y lanzó que la no reforma de la ley de aguas es un obstáculo para el progreso y que la provincia, si bien es un ejemplo de la administración y gestión del agua a nivel mundial, es la única en el país con una normativa del siglo XIX. También consideró que la inherencia del agua a la tierra dificulta una mejor eficiencia en el uso, porque si bien los técnicos de Irrigación pueden idear soluciones, los abogados del organismo no pueden enmarcarlas jurídicamente.
El abogado indicó que hay una “maraña” de reglamentos y resoluciones para intentar resolver el hecho de que la ley de aguas y los postulados de la Constitución, como el principio de inherencia, son demasiado férreos y ortodoxos. Esto, mientas el productor y el industrial que quieren invertir necesitan una evolución normativa. Asimismo, planteó que la legislación debe plasmar el concepto de gestión integrada de los recursos, que se tiene que revisar la perpetuidad de los inspectores de cauce y crear un consorcio de usuarios de agua subterránea.
Ruiz señaló que lo primero que se debe hacer es medir la oferta y el impacto del cambio climático en el sistema de distribución, y también incorporar nuevas tecnologías. En este sentido, indicó que es fundamental la coordinación de los organismos de gestión, con los de ciencia y técnica, y la universidad.
En cuanto a obras, indicó que el entubamiento es muy importante y que hay materiales novedosos disponibles, y que se deben crear reservorios para pequeños y medianos productores, para que puedan usar mejor el agua y guardar la de lluvia. Además, detalló que también es importante la medición de la huella hídrica -la cantidad de este recurso que se utiliza en el proceso completo de producción- para que se puedan definir sectores para distintos cultivos.
Para cerrar, González del Solar insistió en la necesidad de unificar la normativa para tener coherencia jurídica entre los reglamentos, resoluciones, la Constitución provincial y la ley de aguas. Sin embargo, Gennari pidió volver a usar la palabra para mencionar que Irrigación está trabajando en un código que no implica la modificación de la ley general, con lo que se manifestó en completo descuerdo, ya que cambiarla, como también el derecho de inherencia, implicaría tocar los derechos de propiedad. A esto, Ruiz sumó que sí se debería incorporar en la ley de aguas la evolución normativa ambiental y la obligación del usuario a hacer un uso eficiente, pero salvaguardar los principios de la Constitución, entre ellos, el de inherencia.
El cuarto y último bloque de este encuentro fue una entrevista grabada previamente al CEO de Telecom Argentina, Roberto Nobile. El directivo habló sobre conectividad, el Internet de las cosas, la brecha digital, la inteligencia artificial y los planes de inversión de la empresa en la provincia para los próximos dos años.
Este debate del Ciclo Pilares fue organizado por Los Andes y Telecom Argentina, y contó con el apoyo de Lorenzo Automotores, Municipalidad de la Ciudad de Mendoza y Municipalidad de Godoy Cruz. Además, acompañaron: Asociación de Ejecutivos de Mendoza, OSEP, Sancor Seguros, Fundación ProMendoza, Punto a Punto, Radio Mitre y Universidad Nacional de Cuyo.
Hasta ahora, los encuentros se han centrado en: Innovación y Talento, Matriz Productiva, Educación, Calidad Institucional, Salud digital, e Infraestructura. El siguiente, que cerrará esta primera invitación a reflexionar sobre los pilares para el desarrollo sustentable para la región, abordará Gobierno digital. Para poder ver todos, se puede ingresar en el enlace del Ciclo Pilares.