Con los meses acumulados de cuarentena, el paisaje de comercios en la provincia se ha ido modificando. Algunos cafés y restaurantes no abrieron las puertas cuando se permitió la reapertura (el 27 de mayo) y otros han ido cerrando después ya que se han sostenido –e incluso reforzado- las restricciones para la ocupación de los locales, mientras los contagios de Covid-19 no paran de crecer.
Un relevamiento realizado a 500 comercios del rubro por Uthgra (Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina), mostró que el 40% -200 locales- bajó sus persianas en forma permanente y 2.000 trabajadores registrados se quedaron sin empleo.
La lista incluye a algunos “célebres”, como el café del ACA (Automóvil Club Argentino), todo un clásico sobre la avenida San Martín, a metros de Amigorena. Y a Dünken, una pastelería y café, ubicada en la misma arteria hacia el sur, en la esquina de San Lorenzo, que tampoco volvió a abrir durante la cuarentena.
La afectación ha sido desigual según la ubicación y el público al que apunta el emprendimiento. Los negocios del microcentro han sufrido por la merma considerable de la circulación de personas. Así, el café y restaurant Cuarto Intermedio, ubicado en la misma cuadra de la Legislatura, acusó el impacto de la pérdida de sus principales clientes -los trabajadores de esta institución- y bajó la persiana después de 27 años.
También se han visto más afectados aquellos que tenían una carta pensada para los turistas, sobre todo internacionales, ya que no se sabe cuándo podrán volver a la provincia y, además, se suelen ubicar en calles en las que el alquiler representa un costo significativo. Recientemente se sumó a la lista de los que desaparecieron el restaurante María Antonieta, de Vanina Chimeno, pareja del reconocido Francis Mallman, en donde la especialidad eran las pastas y las ensaladas.
“La restricción de 50%, más el hecho de trabajar hasta las 23 hace que las ventas estén en 25%, muy por debajo del punto de equilibrio para operar. Es decir que se está perdiendo plata, que estar abierto sirve para pagar los sueldos y a los proveedores; lo demás está en deuda. Por eso insistimos con la ley de emergencia económica nacional para el sector y las rebajas de impuestos a nivel provincial para poder mantener puestos de trabajo”, ha planteado Fernando Barbera, presidente de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines de Mendoza (Aehga).
