El presidente Javier Milei y el ministro de Economía Luis Caputo trabajan en un proyecto de ley para cambiar la fórmula de actualización automática de las jubilaciones y pensiones, instaurada por el gobierno de Alberto Fernández en 2020. La intención es reemplazar el mecanismo actual, que se basa en la recaudación de la Anses y los aumentos salariales, por uno que permita ahorrar en el financiamiento del déficit en el sistema previsional.
Cómo sería el nuevo aumento a los jubilados
La fórmula actual determina que las jubilaciones se actualizan según la evolución de la recaudación de la Anses y los aumentos salariales de los trabajadores, aplicados con un retraso de cuatro meses. Por ejemplo, desde el próximo mes los jubilados y pensionados recibirán un aumento de 27,18%, que recogerá las variaciones de salarios y de la recaudación de la Anses entre octubre y diciembre de 2023.
Según informó Clarín, la gran preocupación del Gobierno es que, en junio, al aplicar los incrementos de diciembre (inflación del 25,5%), enero (inflación del 20,6%), febrero (inflación estimada del 15%) y marzo, podría generar un aumento del 40% al 50%, afectando las arcas públicas castigadas por la caída de la recaudación producto de la recesión y de un período de desaceleración de la inflación que el propio Gobierno espera para ese momento.
Para evitar esta situación, el ministro de Economía Caputo y el presidente Milei estudian una nueva fórmula que a partir de abril aumentaría las jubilaciones basándose únicamente en la evolución de la inflación. La clave del ahorro para el Estado -y el consecuente perjuicio para los jubilados- es que Economía no quiere compensar los haberes recuperando toda la pérdida del poder de compra sufrida en el verano: el oficialismo solo ofrecerá aumentar las jubilaciones y pensiones en un 15% antes de poner en marcha la nueva fórmula. En otras palabras, esta propuesta implicaría un aumento del 15%, en contraste con el 40%-50% que arrojaría la fórmula actual.
Varios legisladores del Pro ya recibieron los lineamientos generales de la reforma por parte de La Libertad Avanza, sin embargo, todavía no comenzaron a buscar el consenso que necesitan de otros partidos para que la ley sea aprobada.
Parte de esos espacios, que antes estaban unificados en Juntos por el Cambio, concuerdan en que la fórmula actual es mala porque perjudica a los jubilados en momentos de crecimiento y desfinancia al Estado en los períodos de caída de la economía. Por eso, prefieren que los haberes de jubilados y pensionados estén atados a la inflación y se actualicen según el índice que releva mensualmente el INDEC.
Existen divergencias sobre el período de “empalme” entre la nueva y la vieja fórmula, con Caputo buscando un inicio más bajo para ahorrar presupuesto y otros sectores intentando comenzar desde un nivel más alto para compensar pérdidas acumuladas en los ingresos de jubilados en los últimos meses debido a la alta inflación.