Mendoza quiere ser protagonista de la expansión del sector minero que se vislumbra en el país y con ese objetivo se presentó en la exposición ArMinera que se desarrolló esta semana en Buenos Aires. Lo hizo a través de un destacado stand de “Impulsa Mendoza”, cuyo objetivo fue dar a conocer las oportunidades de negocios en el sector que ofrece la provincia respetando la legislación vigente.
La Ley 7722 impone restricciones para la utilización de cianuro y ácido sulfúrico lo que limita la actividad, pero no la cercena, y sobre los márgenes posibles el Estado mendocino está realizando distintas acciones para atraer inversiones.
En diálogo con Los Andes durante la exposición, Emilio Guiñazú, gerente de Impulsa Mendoza Sustentable, enfatizó que “después de muchos años Mendoza ha definido una política de desarrollo para la actividad minera dentro del marco legal que tenemos”. “Definido esto como política provincial es que se lanza ‘Impulsa Mendoza’, que nace conceptualmente, en realidad, cuando la provincia define su entrada en Potasio Río Colorado tras la salida de VALE”, añadió.
Guiñazú subrayó que con este horizonte claro “participamos de ArMinera –que es la exposición más importante en la Argentina- para darle visibilidad a esta iniciativa”. “Mostramos que en Mendoza se puede hacer minería y existen muy buenos proyectos, no proyectos marginales, que además están totalmente alineados con la estrategia del país en términos de transición energética, localización de inversiones, sustitución de importaciones”, agregó.
Consultado acerca de cómo afecta la situación macroeconómica del país, Guiñazú admitió que tiene impacto, pero señaló que en la etapa en la que se encuentran las iniciativas en la provincia hay margen suficiente para el desarrollo de la inversión. “Los proyectos en Mendoza están en etapas de exploración, que es el momento en que las empresas están buscando las reservas para detectarlas y verificarlas”, explicó.
Guiñazú recalcó: “Todo lo que se invierta definitivamente va a quedar capitalizado en los resultados de la exploración que son las reservas. Hoy el mundo necesita, entre otras cosas, saber de dónde sacar cobre. Entonces avanzar en la exploración, certificar recursos o verificar la existencia para potencialmente certificar reservas ya es un capital enorme que le queda, no solo a la provincia, sino a quien haga la inversión”.
El directivo remarcó que “la explotación les va a llegar en algún momento; en este gobierno, o en el próximo o en el otro, pero va a llegar”. En ese sentido insistió en que “Mendoza ofrece la oportunidad de comenzar proyectos de exploración, que son muy buenos proyectos, que llevan mucho tiempo parados y que son como pescar en una pecera”.
Guiñazú trazó como objetivo alcanzar al menos una decena de proyectos de exploración en los próximos tres o cuatro años y para ello la empresa que comanda puede colaborar en las primeras etapas con ayuda de estudios de impacto ambiental, diseño de la infraestructura, y en la coordinación política o social.
“Impulsa Mendoza es la herramienta que debe acercar a los inversores para convencerlos de invertir en una provincia que ha sido reactiva a este tipo de proyectos”, señaló. En ese sentido hizo especial hincapié en, por ejemplo, las condiciones que posee el departamento de Malargüe: “Los grandes proyectos de cobre son compatibles con la ley y en el departamento de Malargüe, que es donde nosotros tenemos una tradición minera importante, existe una gran cantidad de proyectos de cobre que están listos para ser explorados”.
Guiñazú prometió que “en Malargüe va a estar toda la potencia del Estado provincial apoyando” porque “es una forma de mostrar el sendero y la decisión política de la provincia”.
El directivo detalló que junto al proyecto de Potasio Río Colorado y de Hierro Indio hay un tercero de cobre -”Cerro Amarillo”- sobre el que se está trabajando en la primera etapa que es la prefactibilidad. “De esta manera vamos demostrando cuál es el camino que tienen que hacer los inversores privados, que es definitivamente lo que estamos buscando”, destacó.
Malargüe, departamento estratégico
En esa línea, el intendente de Malargüe, Juan Manuel Ojeda, destacó que la zona ofrece 42.000 km2 de explotación que es equivalente a la superficie de la provincia de Tucumán: “Actualmente hay 67 proyectos metalíferos con una exploración del 2% del territorio. Es decir que hay un potencial geológico importantísimo”.
Ojeda subrayó la trascendencia para la zona de la evolución de los proyectos de Hierro Indio, Cerro Amarillo y Potasio Río Colorado, que “son importantes a nivel mundial y que después de 20 años se pudieron volver a explorar”. “Es un gran orgullo y gran expectativa ver ese manto de hierro de 6/7 metros de forma continua porque son muy buenos resultados”, resaltó.
Acerca de los proyectos en vista detalló que “para los de tercera categoría tenemos 52 mil hectáreas de propiedad del municipio donde seis proyectos se han arraigado en los últimos tres años, especialmente en la producción de yesos y calizas, pero también estamos en busca de mármol y travertino.
También señaló que hay un proyecto en oro sobre el que se trabaja en factibilidad y uno de plata para el que se está buscando inversores y las habilitaciones correspondientes. Respecto del cobre afirmó que Malargüe es una de las zonas más ricas del oeste de la Argentina en este mineral.
Ojeda señaló que “la ventaja comparativa de Malargüe en la región es que tenemos el capital social, el aprendizaje de una población totalmente minera, una población que surgió con la minería, donde la educación llegó con la minería”.
Por otro lado, destacó la ubicación geográfica de la región: “Estamos en el centro de Argentina, es decir, tenemos la posibilidad de tener los mercados y los puertos cercanos, pero también la mayoría de nuestras minas o canteras mineras importantes se encuentran a baja altura; es decir, no es lo mismo trabajar a 4.500 o 5.000 metros de altura una mina de cobre o de oro que trabajar a no más de 700 metros o en el caso del hierro o el cobre que no supera los 2.500 metros”, explicó el intendente.
Sobre los objetivos a corto plazo, marcó la aprobación de las declaraciones de impacto ambiental de los tres proyectos más importantes de la zona y que se pongan en marcha. Ojeda indicó que la aspiración a mediano plazo es lograr el financiamiento necesario para el desarrollo de Cerro Amarillo e Hierro Indio, mientras que para el largo plazo espera que Malargüe quede exceptuada de los alcances de la ley 7722 y se la zonifique dentro de un plan estratégico minero.