¿Se imaginan una playa paradisíaca rodeada de palmeras, coníferas y helechos primitivos en Argentina? La imagen seguro nos remonte al centro y al norte del continente americano, bastante lejos de nuestro país, aún así aunque cueste creerlo eso era antiguamente parte del territorio de la Patagonia. Claro está que no hablamos de un pasado reciente, sino que eso ocurrió hace alrededor de 65 millones de años, cuando todavía existían los dinosaurios por esos lados. Pero hoy el lugar sigue siendo un atractivo turístico sin igual, ya que el paso del tiempo y la transformación geológica ha dado lugar al Bosque Petrificado, un pedacito -bastante amplio- de la prehistoria donde el viento es un gran protagonista.
¿Dónde queda el Bosque Petrificado?
Ubicado en la localidad de Sarmiento, en el centro-sur de la provincia de Chubut, fue creado en 1973 y desde 2001 se convirtió en Área Natural Protegida, con la categoría “Monumento Natural Provincial”. Se trata de un amplio predio de 1880 hectáreas que se despliega por la ecoregión de la estepa patagónica, en una zona de gran amplitud térmica, donde las lluvias son escasas y se concentran en invierno, además de presencia de nevadas ocasionales.
A primera vista, cuando apenas se llega al predio donde además se encuentra un pequeño museo, la diversidad de colores del paisaje es impactante, sobre todo en los cerros, donde la variedad de componentes del suelo se evidencia en distintas capas de arcilla, arena, cenizas volcánicas, cantos rodados y rocas basálticas.
A lo largo del camino e incluso incrustado en las paredes de las elevaciones del terreno se pueden distinguir pedazos de diversos tamaños de troncos petrificados que alguna vez supieron ser la vigorosa vegetación de esa playa.
En cuanto a la vegetación, es escasa, esporádicamente se observan arbustos bajos, adaptados al riguroso clima, con pequeñas hojas, tallos con espinas y raíces apropiadas para captar la poca humedad del suelo. Se destaca la presencia de variedades como: Molle, Algarrobillo, Mata guanaco, Calafate, Yaoyin y Quilembay. En tanto, la fauna característica está representada por el guanaco, zorro gris, piche patagónico, gato montés, puma, choque, águila mora, aguilucho común y otros.
¿Cómo se formó el Bosque Petrificado?
Para entender la imponente postal que brinda hoy el Bosque Petrificado, hay que remontarse a 65 millones de años atrás, cuando el terreno era un lecho marino. Los restos que hoy cubren el terreno se ubicaban originalmente a 20 km al oeste del punto de partida de la zona, donde existían cerros con variados tipos de bosques dominados por coníferas.
Era en las costas húmedas donde se encontraban palmeras, helechos primitivos y algunas coníferas. Los ríos y arroyos que existían arrastraban, pendiente abajo, los troncos muertos o árboles vivos de estos bosques, hasta depositarlos en las playas. Las grandes acumulaciones de troncos se producían en las desembocaduras de ríos y arroyos al llegar al nivel del mar, donde el cambio brusco de pendiente actuaba de barrera, y al mismo tiempo el abundante sedimento sepultaba los troncos.
¿Cómo terminaron petrificados? Fue ahí, en ese medio rico en sales minerales, con poca actividad destructiva (sin bacterias y oxígeno) que comenzó el proceso de petrificación. Los troncos, sin perder su estructura original, eliminaron todos sus componentes líquidos que fueron reemplazados por soluciones minerales que luego se endurecieron, dando paso a la petrificación.
Otro factor clave en el proceso ha sido el viento. Las ráfagas, que en promedio son de entre 30 y 40 km/h pero que ciertos días superan los 100 km/h fueron elementales para el traslado del material vegetal en la extensión del terreno.
¿Qué hacer en el Bosque Petrificado?
El Bosque Petrificado se presenta como una actividad ideal para los que disfrutan del senderismo. Con cierto grado de dificultad provocado por algunas subidas y la potencia de los vientos (en el momento que Los Andes hizo el recorrido corrían ráfagas de 40 km/h), los turistas pueden hacer un recorrido de 1.300 metros que dura alrededor de 90 minutos.
A lo largo del camino es posible encontrar a cada paso astillas de madera petrificada y troncos que han quedado solidificados en el terreno y se puede acceder por diferentes senderos a los cinco miradores, que permiten apreciar el Valle Lunar lindante en toda su extensión, casi una docena de paneles interpretativos que relatan la historia del lugar.
¿Cuánto cuesta llegar al Bosque Petrificado?
El Área Natural está ubicado a 29 kilómetros al sur de la localidad de Sarmiento y es uno de los principales atractivos de la zona, así como el Lago Musters o Bodega Otronia, la más austral del país hasta el momento (aunque no recibe turistas hasta ahora). A lo largo del año recibe apenas un promedio de 14.000 visitas, algo que se entiende por su complejo acceso: un camino rocoso, aunque amplio y sin demasiados desvíos, en el que se recomienda transitar solo en camionetas o vehículos preparados para ese tipo de travesías.
Si bien el ingreso al predio es completamente gratuito, llegar hasta el lugar implica como mínimo los costos de combustible. Si vamos en vehículo y partiendo desde el km 0 de Sarmiento, para un rendimiento estimado de 9 a 12 kilómetros por litro de combustible y considerando el precio de la localidad a $91,10, el costo de ir y volver al Bosque Petrificado sería de alrededor $600. Pero, si el traslado se hiciera desde Comodoro Rivadavia, donde está la posibilidad de llegar por vía aérea desde Mendoza, con una escala en Neuquén, la distancia ya es de 159 kilómetros, lo que ya requeriría unos $3.200 para combustible.