Parecía un trámite sencillo, por lo que hubo varias personas que optaron por abrir una cuenta CERA en un banco y depositar el efectivo, entendiendo que eso alcanzaba para blanquear el dinero. Sin embargo, cuando intentaron retirar el monto depositado, les informaron que no podían hacerlo, porque no han quedado incluidos en el régimen de regularización de activos y ya se venció el plazo para presentar la manifestación de adhesión.
Como consecuencia de eso, no sólo tienen el dinero “bloqueado” en el banco, sino que podrían tener que pagar un alto porcentaje de impuestos para poder retirarlo, cuando el blanqueo apuntaba a evitar el pago (hasta los US$ 100 mil no se abonaba nada y por encima de ese monto, apenas un 5%). Además, se les podrían aplicar multas por entender que se trató de una evasión.
La principal dificultad radica en que había tiempo para realizar la manifestación de adhesión al blanqueo hasta el 8 de noviembre; fecha en que terminó la etapa 1, que es la única en la que se puede regularizar dinero en efectivo. Los consejos profesionales están solicitando al Gobierno nacional que se habilite un lapso mínimo para que, quienes ya tienen el dinero depositado, puedan cumplir con este requisito.
El contador Juan Gabriel Sánchez comentó que muchas personas depositaron dinero en efectivo en las cuentas CERA y creyeron que era suficiente para hacer el blanqueo. Sin embargo, hoy, tienen una “declaración autoincriminatoria”, ya que efectuaron un depósito en una cuenta cuya finalidad principal es la regularización de activos, que contiene fondos que difícilmente puedan justificar. Además, advirtió que tal vez haya quienes aún desconocen esta situación, lo que los hace más vulnerables, porque va pasando el tiempo sin una acción.
Detalló que el régimen de regularización de activos incluye cuatro pasos: la manifestación de adhesión, el pago inicial, la declaración jurada y el pago final. En la etapa uno, que es la única que habilita el blanqueo de efectivo, sólo correspondían los 2 y 4 en el caso de superar el mínimo de US$ 100 mil. La fecha límite para los trámites 1 y 2 era el 8 de noviembre, mientras que para 3 y 4 será el 6 de diciembre.
Sánchez indicó que algunos bancos exigían la manifestación de adhesión, con lo que advirtieron a quienes realizaron el trámite por su cuenta, sin asesoramiento, que debían completar ese paso. Sin embargo, hubo otros que no lo hicieron, lo cual es correcto, porque se puede abrir una CERA (Cuenta Especial de Regularización de Activos) sin ser blanqueador.
En este último caso, simplemente les hacían firmar a sus clientes el formulario que ellos necesitan para cumplimentar sus obligaciones con la UIF (Unidad de Información Financiera), vinculados a la prevención del lavado de dinero. Y son quienes quedaron fuera del blanqueo.
Sebastián Sáenz, también contador, planteó que, como muchas de las últimas medidas que ha lanzado el Gobierno nacional, requieren de una reglamentación y de una instrucción, ya que a veces no está del todo claro cómo se debe proceder. Por otra parte, tanto el Ejecutivo como los organismos de control refuerzan la idea de que el contribuyente puede hacer solo los trámites.
En este sentido, indicó que con el monotributo ha pasado lo mismo y mucha gente piensa que pueden completar las gestiones en ARCA (ex AFIP) sin asesoramiento profesional. Y si bien pueden gestionarlo, después no saben cómo se paga, o cómo consultar si impactó el pago ni si lo hizo de manera correcta. Esto lleva, en ciertos casos, a acumular deudas e intereses. Y lo mismo sucede, acotó, cuando quieren darse de baja.
En el caso del blanqueo, precisó, es un tema complejo, pero muchos pensaron que era algo simple y sólo debían abrir la cuenta CERA y realizar el depósito. Sáenz resaltó que así lo hicieron ver desde Nación: como un trámite sencillo, que se podía realizar sin el acompañamiento profesional.
En cambio, requería de tener la clave fiscal, entrar al portal del régimen de regularización de activos, hacer la manifestación (que tiene carácter de declaración jurada), pagar impuestos si se supera el tope de US$ 100 mil. Y todo paso, detalló, tiene plazos que se van venciendo.
“Nos encontramos con mucha gente que cree que se ha adherido porque depositó en una cuenta CERA y, al no realizar la adhesión, y lo dice muy claro la ley, se pierden los beneficios de la regularización de activos. Uno es no pagar impuestos y acceder a la franquicia de US$ 100 mil. Lo más probable es que hoy estén sujetos a la obligación de tributar por ese dinero”, manifestó. Asimismo, advirtió que corren el riesgo de que se investigue la procedencia de esos fondos.
El contador resaltó que, por el momento, ya no se puede realizar la adhesión y que hay gente que llega a su estudio que no ha podido sacar el efectivo del banco. Expresó que es probable que el Estado genere una prórroga para que quien no cumplió con este requisito lo pueda hacer, al menos en la etapa 2 del blanqueo, que vence en febrero de 2025. “Hasta que no se genere una modificación, ese dinero está preso”, lanzó.
Fernando López Chiesa, socio del estudio Lisicki Litvin y Asociados, coincidió en que manifestar la adhesión era una de las condiciones para entrar en el blanqueo, seguido por el depósito y la declaración informativa, pero que hubo personas que se saltearon la primera gestión. Resaltó que el fisco podría cobrarles 35% de impuestos, más intereses, porque ese dinero no quedó regularizado, e incluso aplicarle una multa.
Mencionó que, desde los colegios profesionales están trabajando para que ARCA otorgue una semana para poder realizar el proceso de adhesión, sólo para quienes ya depositaron el dinero, y que de esta manera cumplan con ese requisito. Señaló que es muy importante el asesoramiento, porque parecía simple, pero se debía cumplir con ciertos pasos administrativos. Por el momento, indicó, los contadores no pueden hacer nada, más que recomendar al contribuyente que presente una nota, para contar con ese antecedente.