Con un 2020 marcado por las nuevas tecnologías frente a la pandemia, las billeteras virtuales tomaron un espacio importante en medio de la digitalización bancaria. Estos instrumentos presentan facilidades para los usuarios y han obligado a los bancos tradicionales a adaptarse. En el caso local, distintos actores destacan su crecimiento y el gobierno dio un impulso al incluirlas en el programa Mendoza Activa.
Aclarando de entrada que no hay una única definición, las billeteras virtuales buscan imitar a las billeteras físicas donde alguien lleva su dinero, pero esta vez de manera online. Es decir que la persona, usando una aplicación en el celular, puede pagar en comercios escaneando un código QR y puede transferir o recibir dinero de otra persona. Algunas billeteras requieren depositar antes dinero y otras conectan con una cuenta bancaria ya existente.
Mercado Pago ha sido pionero en términos de billetera virtual. Un informe de la empresa difundido esta semana indica que, “en comparación con la temporada 2019, se registró un aumento del 260% en cantidad de comercios de la Ciudad de Mendoza que aceptan pagos con código QR”. En cantidad de comercios adheridos, la provincia fue la que más aumentó de todas (seguida por Córdoba), y el promedio de facturación en Mendoza a través de QR aumentó un 194,35%.
Nicolás Ramírez, coordinador ejecutivo del Polo TIC Mendoza, explicó que las billeteras virtuales son parte de una nueva inclusión financiera: “No se trata de bancos digitales ni de Fintech (empresa tecnológica de finanzas), porque se pueden hacer cobros y pagos, pero hay otras funciones que no tienen. Sin embargo, permiten que muchas personas tengan acceso a un medio bancarizado. Hablar de inclusión financiera hoy no es un elemento para nada menor”.
Una tendencia en el mundo es que los principales bancos de cada país generen una billetera virtual en común, como fue el caso de Bizum en España. En este modelo, el usuario incluye cuentas que ya tiene en bancos asociados y en general también puede acceder a través de la propia aplicación del banco. En Argentina ese sistema se llama MODO, una aplicación que se lanzó en diciembre de 2020 y que integra a 34 bancos, incluyendo los principales de banca privada y pública.
Rafael Soto, CEO de MODO, comentó algunos factores de base: un 75% de los ciudadanos paga usando aplicaciones; la población joven utiliza cada vez menos dinero en efectivo y es sencillo y barato tener varias cuentas bancarias. Además, otra tendencia es el Open Banking que, en término generales, permite al usuario compartir sus datos entre distintos bancos (por ejemplo, si tiene cuenta en uno pero quiere pedir un préstamo en otro).
El avance de MODO ha sido fuerte en estos últimos dos meses, con una red de 150 mil comercios y que esperan extender a 400 mil en el primer semestre de 2021, además de concluir la integración de los bancos. También ve como auspicioso la interoperabilidad de los QR que se está trabajando en Argentina, de modo que uno pueda pagar con MODO en un comercio usando un QR de Mercado Pago o Yacaré.
“Para el comerciante, son las mismas comisiones y pagos de una tarjeta tradicional. La diferencia pasa por el partner con el que trabaja. Cuando cobra con MODO, hace un pago. No le manda la información del cliente a otra empresa que después puede competir con él. Tenemos una ventaja no sólo en comisión, que puede ser más baja, sino en cuanto a cuidar la información de su cliente y de su comercio”, aseguró Soto.
Adaptarse al medio digital
Una entidad que sorprendió el año pasado con su propia billetera virtual fue el Banco de la Nación Argentina (BNA), que en setiembre presentó BNA+. Los objetivos marcados fueron fomentar la inclusión financiera, simplificar la vida financiera de sus clientes y ofrecer una alternativa para efectuar pagos, reduciendo el uso de dinero en efectivo. La aplicación ya cuenta con más de 1,5 millón de descargas y cerca de un millón de clientes-usuarios.
“La transformación digital de los medios de pago es un hecho y de igual manera está sucediendo en todo el mundo. Como banco público es nuestra responsabilidad brindar soluciones para todos los actores sociales y llegar a aquellos lugares donde los demás desarrollos no llegan”, afirman desde el BNA.
Para 2021, esperan seguir escalando con este producto en cantidad de usuarios y sumar nuevas funcionalidades todos los meses. “Próximamente, se incorporarán Tarjeta Turismo Programa Previaje, fondos comunes de inversión, Fe de Vida de Jubilados, y muchas funcionalidades más”. Además, el residente del BNA, Eduardo Hecker, asumió la titularidad de Play Digital, el consorcio de 33 bancos públicos y privados que crearon MODO, y la semana pasada se concretó la integración tecnológica y operativa entre las aplicaciones.
Dentro del Grupo Supervielle, Juan Pablo Boccardi es el líder de la empresa Bolsillo Digital. Tras una pandemia que aceleró todos los procesos e hizo que ocho millones de usuarios utilicen alguna billetera virtual, Boccardi ve upn crecimiento exponencial en esta modalidad que duplica su tamaño año tras año.
El líder de Bolsillo Digital analiza que aún el 54% de los ciudadanos argentinos utilizan efectivo para pagar, por lo que hay un gran sector por cubrir: “Inclusión financiera significa muchas cosas, entre ellas un trabajo entre bancos y el Estado para incluir a esas personas en el sistema tributario. Hay muchos mitos, como que tiene altos costos pero, al final del día, te conviene porque podés acceder a beneficios y créditos.”
El Grupo Supervielle quiere intensificar lo construido en 2020 y la región Cuyo es parte de ese objetivo. En Bolsillo Digital, de los 6.500 usuarios nacionales de la aplicación, el 40% corresponde a Mendoza y el 11% a San Luis. En Mendoza, ya tienen convenios con los municipios de Ciudad, Godoy Cruz y Luján de Cuyo (hay otros en tratativas) para que los comerciantes adopten el cobro digital con distintos beneficios.
Otra adaptación es que la aplicación de mobile banking de Supervielle fue relanzada “como una billetera” para que muestre el saldo y facilite transferencias y pagos, vinculándolo a MODO. “Al final del día tiene más sentido que cada cliente que tiene su mobile banking pueda incluir en esa aplicación algo como MODO. Es mejor eso que tener 100 billeteras que compitan entre sí, porque para que eso funcione había que tener muchos más clientes. Son todas autopistas entre bancos, billeteras y actores”, agregó finalmente Pablo Boccardi.
Menos efectivo
Se dice que cuando un cliente rompe “la barrera de entrada” y utiliza un servicio bueno, ya no hay vuelta atrás. Así lo analiza Maximiliano Coll, subgerente general de banca minorista de Banco Ciudad, para quien las transacciones digitales venían creciendo desde antes de la pandemia. Tanto a nivel nacional como en Mendoza, aumentaron un 30% en el inicio de la cuarentena y después se mantuvo un crecimiento menor (pero sostenido) a lo largo del año.
En concreto, sobre billeteras virtuales, Coll celebra la creación de MODO, donde participan desde el principio: “Nos convenía más asociarnos para tener una economía de escala, con un poder mayor para llegar a los comercios. En México pasó algo que no queremos. Cada banco fue desarrollando diferentes billeteras que no operaban entre sí y al final terminaron los comercios con muchos códigos QR. Nos pareció que el mejor camino era tener un único sistema interoperable”.
Para este hombre de Banco Ciudad, el fin de estas billeteras es facilitar al cliente dos transacciones que otros jugadores ya habían facilitado: las transferencias entre personas y las compras. El gran escollo, sostiene, es el mercado informal que privilegia al efectivo. “En Argentina todavía nos falta y el efectivo tiene un aliado que no lo podemos soslayar: la economía en negro. Si quien tiene que recibir la plata no quiere recibirla en una cuenta, ahí tenés una barrera, pero esta herramienta te ayuda a bancarizar”, analiza Coll.
Desde Banco del Sol, entidad digital inaugurada el año pasado y que ya cuenta con 60.000 clientes, su director comercial, Juan José Munne, entiende la importancia de generar una mayor inclusión financiera. Definiéndose como “el banco digital más humano”, buscan llegar “al interior del Interior” aprovechando la estructura del Grupo Sancor Seguros, su principal accionista.
“Mendoza es una plaza fundamental. En la región Cuyo ya tenemos cerca de 10 mil clientes. Nuestra estrategia es ir en conjunto con Sancor Seguros. Lo hacemos de la mano de los productores de seguros, ‘asesores’ como les llamamos en el banco. Hoy tenemos ya 300 productores trabajando en la región Cuyo”, describe Munne.
Dentro de las oportunidades que ven desde Banco del Sol, está que por cada 100 personas con más de ocho años de edad hay 125 smartphones, lo que garantiza accesibilidad, con una conectividad que mejora cada año y con un crecimiento sostenido en las transacciones digitales. En lo referido a las billeteras virtuales, advierte que “todas las que se lanzan al mercado son bienvenidas, porque generan competitividad y más servicios para la gente”.
“Somos un banco 100% digital. Este año nos estamos integrando a MODO y eso ayuda a la inclusión financiera. Sin dudas las billeteras son jugadores importantes que promueven cambios en las personas. Antes pagabas con efectivo y ahora podés pagar con el celular”, señaló Juan José Munne.
La gran puesta por el desarrollo mendocino de sistemas de pago
Un impulso llamativo desde el Gobierno provincial fue que en el programa Mendoza Activa, que establece la devolución del 40% sobre el total invertido: la mitad de ese dinero se devuelve en billeteras virtuales: un 10% con un bono fiscal para pago de impuestos que puede ser transferido y un 10% para ser utilizado en compras destinadas a sectores castigados por la pandemia. Incluso, el 20% restante (aportes no reintegrables) puede recibirse en una cuenta común o también en una billetera virtual.
De doce billeteras que se presentaron a la convocatoria, cuatro ya están vinculadas: Pago TIC, Palta, Yacaré y Ultra. Las restantes deben hacer ajustes en cuanto a garantizar la seguridad de los fondos y en adecuar su enlace con ATM, por el empleo del bono fiscal y para adecuar la dirección de los fondos.
Federico Morábito, director de Innovación y Desarrollo Económico de la provincia, explica que la intención de sumar las billeteras era lograr mayor transparencia y trazabilidad. “Dos factores importantes son la educación y la inclusión financiera. Hay necesidad de que la gente común que vive el día a día sepa maximizar sus finanzas personales. Mendoza Activa fue la forma de incluir esto, además que fue una licitación pública para que cualquiera se pueda incluir y se arme un ecosistema de billeteras virtuales”, apunta Morábito.
Desde el Polo TIC Mendoza, su coordinador ejecutivo Nicolás Ramírez celebra la generación de nuevas billeteras, y considera que deben buscar formas de diferenciarse puesto que “hoy se vuelve cada vez más competitivo a nivel país, y como usuario difícilmente tenga más de 2 o 3 billeteras en mi celular”. La pregunta es qué servicios ofrecerán al cliente para que las elija.
Otro punto en que Ramírez pone la lupa es la seguridad: “Al ser por medios electrónicos y gestionar patrimonio ajeno, hay riesgos altos de que por algún inconveniente, ya sea involuntario por error de sistema, o voluntario por hackeo, una transacción no se complete y los fondos vayan a parar al destino equivocado”. El desafío es que las billeteras tengan medidas de seguridad que eviten esta situación Morábito es auspicioso sobre el tema y cree que puede usarse con un alcance general, por ejemplo para dar ayudas a personas de sectores vulnerables, ya que permite evitar que el dinero se gaste en otros fines. En el caso del bono fiscal, cree que el sistema ayuda porque “es fundamental la transparencia y la trazabilidad”.
Con valor mendocino
Dos billeteras virtuales que ya funcionan en la provincia son Mendoza Pago TIC y Palta. La primera es un consorcio nacional donde participan Montemar, Credencial Processing Argentina, Pay per TIC y Waynimóvil. Federico Pagano, gerente general de Montemar, explica que la billetera permite trabajar no sólo con crédito fiscal sino con otros productos, más otras funcionalidades como recargas de SUBE, tarjeta física y pago con código QR.
“Yo creo que como todo lo que es tecnológico, desde el principio va a ser novedad y generará dudas pero después el usuario se verá beneficio. El gobierno está poniendo mucho foco y tiene intención de que esto funcione. Es probable que vengan otros programas y promociones a través de billeteras, y creo que una vez que el mendocino lo empiece a usar, lo tomará como propio”, analiza Pagano.
Para el empresario es un proceso que va a llevar tiempo, y el desafío es que los comercios se animen y los ciudadanos empiecen a usarla. Otro paso que señala como un hito es que pronto todas las billeteras trabajarán con un código QR que use un único lenguaje interoperable, de modo que no hagan falta múltiples códigos por cada aplicación.
Ante la duda de un temor por la saturación de la oferta, Pagano observa que en Estados Unidos han funcionado bien, ya que no es el mismo sistema de cliente que las tarjetas habituales. “Quizás haya muchas billeteras en un momento y después se consoliden, pero por la facilidad de incorporación de las personas puede ser que este fenómeno no sea así”, reflexiona.
Por otra parte, Palta es una iniciativa que comenzó a gestarse hace tres años, mezclando un equipo con experiencia en el sector financiero con desarrolladores de tecnología informática. El aplicativo fue cambiando a lo largo del tiempo, sumando monedas y tarjetas, y realizaron pruebas en el Campus Olegario (espacio de coworking) y en la Facultad de Ingeniería de la UNCuyo.
Desde esa billetera, Gonzalo Innocenti cuenta que el enfoque siempre estuvo en mejorar la usabilidad de la aplicación y en explorar distintas tecnologías: “Hace tres años no estaban las billeteras tan de moda como ahora. Pueden funcionar múltiples y creo que la propuesta del gobierno de Mendoza es muy interesante e innovadora”.
“Hacerlo con múltiples billeteras es una forma acertada de generar alternativas y oportunidades de diferentes calidades y enfoques y con eso ir generando un ecosistema financiero local”, apuntó Innocenti.