Aunque trepó $44 en diciembre, el blue subió 68% en todo 2022 y no superó a la inflación anual

La tasa de devaluación del oficial se aceleró a fin de año, pero cierra en 70%, varios puntos por debajo del Índice de Precios al Consumidor acumulado. Economistas mendocinos analizan qué esperar en 2023.

Aunque trepó $44 en diciembre, el blue subió 68% en todo 2022 y no superó a la inflación anual
A cuánto cotiza el dólar oficial y blue.

En el último día hábil de 2022, la cotización del dólar oficial alcanzó los $184 para la venta, cuando el 3 de enero estaba en $108,48, lo que implica un 70% de variación en todo el año; bastante por debajo de la inflación acumulada que, a noviembre, ya llegaba al 85,3%. En cambio, el blue se ubicó ayer en los $347 para la venta y, en el primer día hábil del año, en los $206, con lo que el aumento fue del 68%.

En cuanto a lo que puede suceder en 2023 con la evolución de ambos, los economistas coinciden en plantear que es poco esperable una devaluación brusca del dólar oficial, ya que el Gobierno está utilizando este tipo de cambio como un ancla para la inflación, particularmente en un año electoral. Y tampoco anticipan, al menos a partir de las tendencias que se observan hoy, un salto demasiado marcado del blue.

Dólar oficial

El economista Raúl Mercau explicó que el dólar oficial ha comenzado a ajustarse a un ritmo más acelerado, pero, a diferencia de lo que sucede con el blue, que va teniendo oscilaciones, en este caso su evolución marca una curva. Hasta finales de 2023, se puede esperar que se ajuste siguiendo la inflación, en un punto intermedio entre la prevista por el Gobierno en el presupuesto, del 60%, y la del Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central, que apunta a un 99,7%. Esto, analizó, porque el Ejecutivo nacional va a sostener la política de acuerdos de precios.

Nicolás Aroma, asesor del PJ, indicó que la tasa de devaluación del 70% es importante, pero resaltó que está varios puntos por debajo de la inflación, ya que el Gobierno usó el dólar oficial como ancla cambiaria, sobre todo en los primeros meses de 2022. Sumó que un dato relevante es que, en el presupuesto 2023, se ha planteado una devaluación del 60% al 70% en todo el año, lo que, a su entender, pone un piso a la suba de precios.

El economista indicó que no se ve que el Gobierno vaya a soltar la cotización y aplicar una devaluación importante, porque el dólar es un precio fundamental en la economía, ya que se traslada al resto de los precios. De ahí que lo esperable es que vaya moderando la tasa devaluatoria.

Por su parte, José Vargas, titular de la consultora Evaluecon, señaló que, en el primer semestre, la devaluación iba acompañando la inflación mensual, pero un punto por debajo. Sin embargo, a partir de setiembre se aceleró y en algunos meses le ganó a la evolución general de los precios. Pese a eso, cierra 2022 por debajo de lo que será la inflación anual (70% versus algún valor cercano al 100%).

Sobre lo que puede esperarse para 2023, indicó que lo más probable es que ocurra algo similar a 2022 (el REM del BCRA anticipa que podría cerrar el año que viene en un valor de $320,39, es decir, +74%). Esto implica que el tipo de cambio oficial irá acompañando la evolución de la inflación, pero muy por debajo, teniendo en cuenta que se trata de un año electoral y se usará como ancla inflacionaria.

Evolución del dólar oficial y del blue en 2022. Gustavo Guevara.
Evolución del dólar oficial y del blue en 2022. Gustavo Guevara.

Para Jorge Day, del Ieral (Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana, de la Fundación Mediterránea), cuando las tasas de inflación son tan altas, los pronósticos son difíciles. El problema, planteó, es que el Gobierno utiliza distintas anclas para contener la inflación y una es el dólar oficial. En 2021, lo hizo de modo exagerado, ya que mientras el IPC mensual rondaba el 3 o 4% mensual, el dólar variaba un 1%. En 2022, ambos fueron más de la mano. Pero en 2023, advirtió, al ser un año electoral, la devaluación podría seguir por detrás de la suba de precios, con los efectos colaterales que esto implica.

Es que, con un dólar más barato, los importadores quieren traer más bienes del exterior y las restricciones a las importaciones podrían agudizarse, lo que afecta a la actividad económica. Por otra parte, también impactaría en las exportaciones, como sucede en la vitivinicultura que, cuando el valor cae demasiado, no les conviene vender en el exterior las cajas de vino de menor precio.

En cuanto a la posibilidad de que el Gobierno en algún momento plantee que se ha quedado sin dólares y libere la cotización, Day señaló que no es un escenario que esté viendo ningún analista. Es decir, que más bien seguiría la inflación o estaría un poco por debajo, con estos fuertes efectos en la economía.

Mercado paralelo

Cuando se observa la tasa de devaluación del blue, expresó Aroma, el porcentaje es similar al del oficial de principio a cierre de 2022, aunque sí hubo momentos de mayor tensión. A mediados de año, alcanzó un valor similar al actual, pero con la mitad de inflación, por lo que la brecha se hizo muy amplia.

Y si bien en estos últimos días se han encendido las alarmas por la suba de la cotización nominal -el 1 de diciembre estaba en $313 y llegó a los $357 el miércoles pasado-, consideró que el peor momento fue a mitad de 2022, de la mano de la crisis política. Incluso, planteó que, cuando se ajusta a valores históricos, está más barato que en 2021.

En diciembre, detalló, el dólar paralelo se ha visto afectado por una cuestión puramente estacional, ya que las reservas del Banco Central están en un mejor nivel que en otros momentos del año (lo que podría impactar en la confianza). Lo que sucede es que, con el incentivo para que los turistas internacionales usen la tarjeta de crédito, se ha reducido la oferta en el mercado del blue, que es chico, mientras que ha aumentado la demanda.

Vargas señaló que, si bien el dólar blue es un mercado informal, libre, ha habido variables que han incidido, como el pago del medio aguinaldo, de bonos de fin de año y de vacaciones, que han hecho que haya mayor cantidad de dinero en la calle, como también la implementación del dólar soja 2 y la mayor emisión monetaria que implicó. Y mencionó también el hecho de que los visitantes extranjeros utilicen sus tarjetas a un tipo de cambio más beneficioso.

El llamado "dólar soja" fue una medida para estimular a parte del campo a exportar sus cosechas y que ingresaran divisas al país.
El llamado "dólar soja" fue una medida para estimular a parte del campo a exportar sus cosechas y que ingresaran divisas al país.

El economista sumó que, por lo menos hasta marzo, habrá un blue “bastante caliente” y buscando emparejarse con el dólar Qatar (un 100% del oficial). Mientras que, en todo 2023, esta cotización será inestable, por la desconfianza ligada al proceso electoral y por la mayor emisión, además de lo que pueda suceder en el resto del mundo.

Day planteó que, si bien la brecha del blue con el oficial es alta, de alrededor del 100%, podría haber aumentado más. Sí trepó su valor con ciertos shocks o noticias que generan incertidumbre, como también cuando bajaron las tasas de interés. Es probable que la suba de tasas siga siendo, indicó, la estrategia para que la diferencia no se agrande; pero si bien beneficia al ahorrista, perjudica a quien podría hacer una inversión, porque reduce las posibilidades de financiamiento.

La suba del blue, explicó Mercau, suele ser un indicador de desconfianza, como sucedió en junio con la salida de Martín Guzmán y el temor de que la Argentina entrara en default con el pago de los bonos externos, lo que hizo que trepara a los $350. Luego, con la llegada de Sergio Massa se estabilizó en torno a los $290 o $300, pero no volvió a bajar a los $190 o $200 que había tenido durante el primer semestre.

En noviembre, acotó, volvió a subir a los $320, por un nuevo riesgo de default, pero de la deuda interna: los bonos del Tesoro que empiezan a no renovarse en su totalidad ni en los términos que pretende el Gobierno.

El último salto, que lo llevó a los $350 en diciembre, se debe a una cuestión de oferta y demanda. El que los turistas extranjeros hayan empezado a usar la tarjeta en lugar de traer efectivo quitó entre U$S 10 y U$S 20 mil millones el mercado paralelo. Mientras que la implementación del dólar Qatar (que roza los $368) ha hecho que muchos turistas argentinos que han vuelto a viajar al exterior prefieran llevarse billetes.

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