Entre las recomendaciones para evitar los contagios de Covid-19 en las escuelas se encuentra la de que los docentes intenten mantenerse a distancia de los niños. Lo cierto es que, cuando a un pequeño se le desatan los cordones de las zapatillas, sobre todo cuando están en nivel inicial y aún no saben atarlos, la maestra debe acercarse para realizar la tarea. Por eso, en muchas escuelas han pedido que el calzado de los alumnos sea con abrojo.
Esto ha generado, en distintas partes del país, una especie de boom de ventas de zapatillas con velcro, en especial de los números más pequeños. Sin embargo, en Mendoza no se confirma esta tendencia, ya que en las zapaterías consultadas afirmaron que se venden la misma cantidad de las que tienen abrojo y las que llevan cordones. Afirman que seguramente influye el precio.
En calzados Salamone comentaron que no han notado un mayor interés del habitual por las zapatillas con abrojo. Éstas suelen ser elegidas por una cuestión de comodidad. En cambio, sí han observado que otros años los colegios pedían un uniforme “de gala” y otro deportivo, mientras ahora no han solicitado el de ocasiones especiales, por lo que no se están vendiendo los tradicionales zapatos de línea colegial, ya que la mayoría de las familias llevan sólo el calzado deportivo. En cuanto a los precios, indicaron que se pueden encontrar zapatillas acordonadas desde $ 1.500 hasta $ 4 mil y que las de abrojo parten de los $ 3.290.
En José Luis calzados tampoco registran un incremento en el interés por llevar calzado con velcro. Por el contrario, han venido más zapatillas con cordones, ya que el precio de éstas parte de los $ 850 –e incluso se puede conseguir pares por debajo de eso en liquidación-, mientras que las que llevan abrojo cuestan por encima de $ 1.300.
En Vaypol mencionaron que siempre venden de los dos tipos de zapatillas -acordonadas y con velcro- y que la situación no se ha modificado en 2021. En cuanto a los valores, detallaron que, para ambos casos, las opciones parten de los $ 2.500.
En las zapaterías pequeñas el panorama es más complicado. Cristian Torres, de Valentino Calzados, explicó que este año optaron por no traer zapatillas para niños porque hay dificultades para conseguir mercadería por la pandemia y la cotización del dólar. Además, porque las fábricas, que antes permitían el pago en cuotas, ahora exigen el 100% contado. Para tener un cierto stock, detalló, debería pedir tres pares por cada número, lo que le demandaría una inversión de $ 60 mil, sin tener la certeza de si los podrá vender, ya que, además, recién se confirmó el inicio de clases presencial hace poco.