Los precios de los combustibles volvieron a subir hoy en torno al 4% y redondea un incremento interanual que está muy por encima de la inflación, el 340%. Pero a prestar atención, no serán los únicos aumentos ya que para el último mes del año se espera otra actualización.
Si bien no hubo un anuncio oficial, en el sector confirmaron que los ajustes de los precios de las naftas y el diésel serán, en promedio del 4%, aunque podría haber algunos rubros con incrementos algo mayores.
“Mensualmente se hace una actualización del impuesto a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono más la componente de biocombustibles que tienen los combustibles, valga la redundancia. A eso hay que sumarle el 2% de actualización del dólar oficial y lo que determinan las petroleras en función del retraso que pueda haber en el precio”, comentó Isabelino rodríguez, presidente de la Asociación Mendocina de Expendedores de Naftas y Afines.
En el caso de la corrección según el precio internacional del barril de petróleo, las firmas toman el valor promedio a lo largo del mes: el Brent inició octubre en alrededor de US$71 y hoy se ubica en torno a US$76.
En octubre, la caída en el precio del Brent llevó a YPF a anunciar una baja del 1% en las naftas y del 2% en el gasoil.
La petrolera bajo control estatal, actor mayoritario en este segmento, dio el primer paso, y luego fue replicado por sus competidores.
Horacio Marín, presidente y CEO de YPF, dijo que lo justo es “si el precio del crudo internacional sube, el de los combustibles localmente va a subir. Si el precio baja, vamos a bajar”.
Se esperan más aumentos
En el último año, el precio de los combustibles subió 340%, muy por encima de la inflación interanual. Esto se debió, en primer lugar, al objetivo de YPF de cerrar la brecha de costos entre el barril criollo y el de paridad de exportación.
Entre varios factores más que influyeron, el Gobierno aumentó los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), que habían quedado sin actualización durante 10 trimestres consecutivos, desde julio de 2021, durante la gestión anterior.
Pero los incrementos que comenzaron a correr con noviembre no serán los últimos del 2024. Isabelino Rodríguez, de Amena sostuvo que en el último mes del año también podemos llegar a ver otra actualización por el movimiento del dólar y también de los componentes impositivos, entre otros aspectos.
“Como mínimo yo calculo que la devaluación del 2%, más lo que pueden aumentar los biocombustibles y también por algún retraso que determinen las petroleras, pero no se sabe o no se puede determinar ahora un porcentaje exacto de cuánto podría llegar a subir”, afirmó.
Los sucesivos aumentos en el precio de los combustibles repercutieron directamente en el bolsillo de los clientes y esa situación se puede apreciar en una fuerte caída en el consumo.
“En agosto cayó el 9,2% y en septiembre la disminución en el consumo fue del 11,8% interanual”, detalló el presidente de Amena.
Para el estacionero, las expectativas no son muy alicientes ya que “por ahora no hay un amecetamiento en la caída en el consumo, por lo menos en la análisis interanual que se está haciendo”.
“No pensábamos que la caída del consumo iba a ser tan pronunciada” y hoy en día “los combustibles han subido por debajo de la inflación mientras que los costos nuestros están, el costo más importante que es el laboral, que son nuestros empleados, está directamente ligado al IPC (Índice de Precios al Consumidor) y eso es una pérdida de rentabilidad de las estaciones agudizada por la caída de las ventas”, agregó Rodríguez.