El lunes fue una jornada intensa, de varias reuniones clave para definir el destino del precio del pan. Por un lado la Cámara de Industriales Molineros (Faim) y el Gobierno Nacional en Buenos Aires; por el otro la Federación Argentina de la industria del Pan y afines (Faipa), en Rosario, tomó la decisión de aumento y algunas provincias anunciaron que el kilo valdrá $ 320. En el ámbito local, la Cámara de Empresarios Panaderos de Mendoza (Cepa) decidirá cuál será el porcentaje de incremento, por el momento mantendrá el precio sugerido de $ 270.
La suba del kilo de pan parece no encontrar contención, porque Faim ratificó el rechazó a la propuesta del Gobierno y el valor de la bolsa de harina quedó atado a la decisión de las empresas de aceptar participar o no en el fideicomiso del trigo y negociar la bolsa de 25kg a $ 1.300. Diego Cifarelli, titular de Faim, en la previa a la reunión con la Secretaria de Comercio del Interior manifestó que “la gran mayoría de las empresas nucleadas en su cámara no cree que esta herramienta sea la más adecuada”.
Cristian Di Betta, titular de Cepa, al hablar sobre los aumentos en Mendoza señaló que “lo vamos a decir entre martes y miércoles, por lo pronto seguiremos con el precio sugerido”. El empresario destacó además que en la provincia se ha respetado el acuerdo en su totalidad y que la bolsa de harina subsidiada nunca se ha recibido; no obstante existe aún una pequeña esperanza de que los precios subsidiados puedan llegar hasta el mercado local y frenar un ajuste que inicialmente rondaría el 11%. Recordemos que, la semana pasada fuentes del sector explicaron que de no existir una solución con los proveedores y por los aumentos de los costos el precio del kilo de pan rondaría los $ 300.